jueves, 5 de marzo de 2015

EL NAZISMO ES PARTE DE LA VIRULENCIA EXISTENTE EN CADA HOMBRE.

Otro documental sobre la inmundicia humana


Para todos los excrementos humanos, que niegan el HOLOCAUSTO, les recomiendo ver el  documental NIGHT WILL FALL, un film que vio la luz el año pasado pero que, a raíz de su emisión en la televisión americana, está siendo objeto de varias reseñas al otro lado del Atlántico. 
Night Will Fall ha sido producido por Brett Ratner y dirigido por André Singer, y es a su vez la historia de otro documental: German Concentration Camps Factual Survey, una película supervisada (más que dirigida) por el mismísimo Alfred Hitchcock y de la que, aprovechando la ocasión, nos gustaría escribir unas líneas en Actualidad TCM.

La historia se remonta a la primavera de 1945, en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial, una fecha en que las fuerzas aliadas (americanos, ingleses, soviéticos…) marchaban ya sobre Berlín. Además de con fusiles, muchos soldados viajaban armados también con cámaras, dado que una de sus misiones era denunciar las atrocidades cometidas por el enemigo. Sabían, evidentemente, que lo que les esperaba no sería agradable. Sin embargo, la terrible realidad que acabaron captando, la brutalidad del Holocausto, superaría con creces sus peores presagios.

Fue en abril de 1945, a raíz de una estremecedora emisión de BBC Radio, cuando los ciudadanos de los países aliados empezaron a hacerse una idea de lo que los alemanes habían estado haciendo en los campos de concentración. Uno de los oyentes de ese programa era el productor inglés Sidney Bernstein, fundador de Granada Television y anti-fascista militante. Sobrecogido por lo escuchado (“Me encuentro en un mundo de pesadilla”, decía el reportero en su emisión), Bernstein decidió viajar en persona al campo de Bergen-Belsen. Lo que encontró allí (muerte, enfermedad, personas con desnutrición extrema que se asemejaban a esqueletos andantes…) le convenció rápidamente de cuál era la misión que le correspondía como cineasta: hacer un documental que, como se puede leer en Newsweek, “reflejara los crímenes nazis tan vívidamente que nadie pudiera negarlos”.
El título del documental en cuestión (lo hemos dicho al principio de este post) era German Concentration Camps Factual Survey, y para su elaboración, a partir del material grabado por ingleses, americanos y rusos, Bernstein contrató al montador Stewart McAllistar, los guionistas Richard Crossman y Colin Willis y al ya mencionado Alfred Hitchcock.

German Concentration Camps Factual Survey es el único documental conocido de la carrera de Hitchcock. El director británico sólo trabajó en él alrededor de un mes, pero, por lo que se cuenta, su implicación fue absoluta y estaba guiada por la misma determinación de Bernstein: no permitir que nadie olvidara la masacre de millones de personas durante el conflicto. En ese sentido, Hitchcock solicitaba a los cámaras que rodaran los planos más largos posibles, de manera que quedase claro que lo filmado era real. Otro elemento que le turbaba especialmente, y así lo plasmó en el documental, era la convivencia del horror con la vida cotidiana de los civiles alemanes; lo cerca que estaban sus pintorescas aldeas de los campos de concentración.

En septiembre de 1945, sin embargo, cuando el proyecto aún no estaba acabado, la producción tuvo que detenerse por razones políticas, ya que, debido a lo explícito e incendiario de su contenido, empezó a resultar incómodo para los gobiernos aliados. “En este momento la política con respecto a Alemania va encaminada a estimular y animar a los alemanes” decía una carta enviada a Bernstein por el British Foreign Office.

El documental fue finalmente archivado bajo el código F-3080 en el Imperial War Museum de Londres, y ha permanecido incompleto hasta que hace cuatro años el propio museo británico decidió no sólo restaurarlo, sino también finalizarlo haciendo uso de un material inédito hasta la fecha. Ahora, muchas de sus impactantes imágenes pueden verse en el documental Night Fall, que cuenta además con testimonios añadidos de protagonistas de la tragedia (soldados, presos…) y con la narración de la actriz Helena Bonham Carter, que ejerce de narradora del film.

NOCHE Y NIEBLA. Si todavía no le alcanza para salir de su conmoción recomiendo este   documental de ALAIN RESNAIS realizada en 1955 a partir de material cinematográfico y fotográfico incautado a los nazis. Con un texto de Jean Cayrol (ayudado en la sombra por Chris Marker), música de Hanns Eisler e imagen de Ghislain Cloquet y Sacha Vierny.
Este film documental repasa con ironía, crudeza y, paradójicamente, con una gran delicadeza, las políticas de exterminio sistemático puestas en marcha por el Tercer Reich.
El documental mostró por primera vez el material que el ejército nazi acumuló sobre el exterminio organizado, y una de sus grandes virtudes es que puso el dedo en una llaga que todavía hoy poca gente se atreve a tocar: la responsabilidad colectiva, no sólo de la sociedad alemana, sino de toda Europa y de la humanidad entera, respecto a las atrocidades nazis.
El título Nuit et Brouillard (Noche y niebla) hace referencia al Decreto Nacht und Nebel del 7 de diciembre, firmado por el mariscal Wilhelm Keitel.



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