NO HAY QUE SER ORIGINAL PARA DECIR QUE EL PERIODISMO ARGENTINO, HA
PERDIDO CONTENIDO Y VERACIDAD, EN LA MEDIDA QUE SE FUE CONVIRTIENDO EN
GACETILLAS OFICIALISTAS, A CAMBIO DE ALGUNAS CHIROLAS PARA EVITAR CUALQUIER CLASE DE CRÍTICA.
Como
los negocios no se adecuaban a las apetencias del Gobierno y las necesidades de Clarín, especialmente, y de La Nación, se generó un frente periodístico
opositor, con muy poco de ideología y mucho de comercial.
La relación de CLARÍN, con los sucesivos gobiernos ha estado signada
por una historia de negociaciones, aprietes y concesiones en ambas direcciones.
Desde su aparición durante el peronismo, su rumbo desarrollista y sus cercanías
con los gobiernos militares hasta la tirantez con Raúl Alfonsín y sus
negociaciones y enfrentamientos con Carlos Menem y la mayor afinidad con
Eduardo Duhalde, sus relaciones jamás fueron homogéneas, ni siquiera durante un
mismo gobierno.
Incluso el kirchnerismo atravesó un primer período (el de Néstor)
afín a esa lógica, hasta que tras la crisis con las patronales rurales de 2008
Cristina Fernández terminó de romper lazos con el grupo que preside ERNESTINA HERRERA DE NOBLE, exsecretaria y viuda del fundador de Clarín Roberto Noble.
… Ernestina tenía veinte
años cuando se fundó Clarín. Y cuarenta y cuatro años cuando su esposo
falleció. Convirtiéndose ella en una de
las mujeres más poderosas del país, junto con cementera Amalita Lacroze viuda
de Fortabat, que supo, al igual que ella, llevar exitosamente la actividad
empresarial heredada.
La dueña de Clarín fue ampliando
negocios con empresas, tales como Canal 13, TN, Artear, Volver, Multicanal, Cablevisión, Radio Mitre, La 100, La Razón, Olé, TyC Sports, Pol-ka, La voz del Interior, Diario Los Andes, Fibertel y
otros medios conforman actualmente el Grupo Clarín.
La mano derecha de la señora es el
oriundo de Chivilcoy, contador HÉCTOR MAGNETTO, que nació un año
antes que se creara el famoso diario. Llegó a la empresa, a los veintisiete
años de edad recomendado por el dirigente de MID, Rogelio Frigerio.
El tema de los medios y la relación con la cúpula del poder K ha sido
uno de los temas preponderantes de la gestión de los últimos tres años y el
oficialismo ha planteado una guerra casi sin cuartel, que marcará un mojón
importante de estos años.
En su libro PECADO ORIGINAL. CLARÍN, LOS KIRCHNER Y LA LUCHA POR
EL PODER la periodista Graciela Mochkofsky rastrea
parte de esa relación de los sucesivos gobiernos con Clarín y se plantea
diversos interrogantes desde los que abordar ese muchas veces complejo vínculo.
Desde un lugar que no pretende tomar partido, y en el que conviven tanto
pruebas de que Papel Prensa fue ofrecida por la Dictadura a los propietarios de
Clarín, La Nación y La Razón en 1976 con los detalles de las muestras finalmente
negativas de ADN de los herederos de Noble, Mochkofsky logra un acabado relato
que arranca su recorrido en 1957, con los primeros pasos de la heredera del
mayor imperio mediático del país.
De ahí comienza un pormenorizado análisis del devenir de las relaciones
con los distintos gobiernos hasta llegar al período 2008- 2011, en el que el
Gobierno Nacional y el mayor grupo de medios del país se enfrentaron en una
guerra pública y privada “que conmocionó a los argentinos”, según describe la
autora. Una de los temas en los que hace hincapié el libro es que los grandes
momentos de expansión o consolidación de Clarín se dieron en épocas críticas
para el país.
En esa lista describe la obtención de Papel Prensa, pensada en una
dictadura militar y obtenida gracias a la siguiente; la posibilidad de intervenir en el negocio de
las radios que consigue durante el catastrófico final del gobierno de Alfonsín;
la posibilidad de adquirir el Canal 13, privatizado a punta de tapas de diarios
por un Menem que todavía no podía hacer pie en la marea de la hiperinflación y,
por último, la enorme licuación de sus pasivos que consiguió durante la salida
de la tremenda crisis de 2001 de la mano de Duhalde. Se dio una relación
inversamente proporcional por la debilidad institucional y política con la que
esos gobiernos debieron afrontar las crisis, que los fue dejando en posiciones
de clara inferioridad para negociar con un gran grupo de medios. Pese a que
monopolizó mensajes oficiales y los grandes titulares, poco o nada se supo de los
orígenes, la naturaleza y los alcances de esa guerra.
¿Cómo hizo Ernestina Herrera, una anónima joven de Flores, para
convertirse en la única dueña de Clarín? ¿Por qué, a los cincuenta años, adoptó
a dos niños y les puso el apellido de su marido muerto? ¿Cómo lograron Clarín y
otros diarios quedarse con la empresa Papel Prensa, de los Graiver? ¿Cuál fue
la verdadera relación de Clarín con la dictadura militar y los gobiernos
democráticos? ¿Por qué Alfonsín, Menem y Kirchner lo consideraron su enemigo?
¿Cuál era la verdadera relación entre Néstor Kirchner y Héctor Magnetto? ¿Por
qué se pelearon para siempre? ¿Hubo un intento de tregua, y a qué precio?¿Es
Clarín un diario independiente? Estas y otras incógnitas se despejan en el
libro.
En un tiempo de medias verdades o mentiras interesadas, a partir de
una investigación rigurosa, Mochkofsky, celebrada autora de “Timerman, el
periodista que quiso ser parte del poder”, confía en la descripción de los
hechos y escribe un libro excepcional, una auténtica lección de periodismo.
La autora lo define como un libro que “es una reivindicación del
periodismo como relato de hechos, crítico pero neutral. Ha sido escrito con la
convicción de que hay una gran cantidad de ciudadanos ávidos de información
confiable –no versiones, manifiestos u opiniones– sobre la que hace sus propios
juicios. Y, también, la de que somos muchos los periodistas que no hemos
perdido la fe en esta profesión”.
“Pecado original” narra con tono seco y pulso vibrante una caída
irremediable. Es,
también, un retrato incisivo de la relación oculta entre la prensa y el poder
en la era democrática y durante los gobierno de facto, especialmente la última
dictadura militar
comienzo,
fueron socios. Néstor Kirchner y Grupo Clarín practicaron
una sinergia vía Alberto Fernández,
el Eduardo Bauzá de
los años más recientes.
Curioso rol de Fernández: comenzó siendo el funcionario de Kirchner ante Grupo
Clarín, y terminó convertido en el
hombre de Grupo Clarín en el gobierno de Kirchner.
De todos modos, ya en mayo de 2003 era
previsible que un día, Kirchner y
Grupo Clarín colisionaran.
La
explicación era sencilla: ambos
integrantes de la sociedad tienen alguna dificultad en convivir con socios.
Resulta
evidente que Grupo Clarín es
voraz, es insaciable, carece de límites. Igual que los Kirchner.
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Para quien como yo, que soy un ávido
buceador de los medios audiovisuales, veo a CLARÍN, como
un producto mediocre, donde la conexión con el mundo exterior, lo hace a través
de muy pocos corresponsales y muchas pegatinas de agencias de los cuales
está abonado.
Un
caso paradigmático es superman JULIO ALGAÑARAZ, un corresponsal que en el
mismo día informa desde España, y al rato desde
Italia, en una transformación envidiable para cualquier ser humano.
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Como marplatense, me avergüenza el comportamiento de nuestros curules frente a CABLEVISION. La empresa monopólica
nunca tomó en serio el soterramiento de sus cables, tampoco respeta la grilla
de su programación.
Hay
un canal, como Eurochannel, que no tiene figura en la información impresa.
El
deterioro de la existencia de sus
canales, en el comienzo, fue deteriorándose, en la medida que ha ido
aumentando el abono.
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El Gobierno de CFK, es un modelo que condice con lo que sucede en el país, en
distintos ámbitos. Pero la bronca de Clarín es indisimulable. Supera el límite
de la información, para convertirse algo personal.
No
hay que olvidar que el concepto democrático de Clarín, nunca fue su fuerte. Es
una empresa que ha perseguido a su personal y que, cuando pudo, no respetó el
Día del Canillita.
--- UNA COSA ES LO QUE DIGO Y OTRA LO QUE SOY.