Es bueno saber que…
Mientras la bosta
humana, Francisco Franco, sumergió en el olvido a Justos de la Humanidad, por
salvar a hebreos del Holocausto, en medio del horror absoluto" y
arriesgando sus vidas y en absoluta soledad.
Ahora el Gobierno
español decidió elevarlos a la memoria
colectiva.
Los héroes de ese anonimato forzado fueron: Ángel
Sanz Briz, Miguel Ángel Muguiro, Sebastián Romero Rodrigales, el padre Ireneo
Typaldos, José Rojas, Manuel Gómez Barzanallana, Julio Palencia, Eduardo
Gasset, Bernardo Rolland, Alfonso Fiscowich, Eduardo Propper, Alejandro Pons,
José Ruiz Santaella, Antonio Zuloaga, Luis Martínez Merello, Fernando Canthal,
Jorge (Giorgio) Perlasca (italiano que se hizo pasar por cónsul español en
Hungría) y Santos Montero.
Al respecto hay una muestra que contiene decenas
de documentos y de recuerdos personales de los diplomáticos y otros miembros del Servicio
Exterior español, cuya "valerosa actuación, llevada a cabo más allá del
estricto cumplimiento del deber, iluminó tiempos oscuros marcados por la
barbarie y que no deben caer en el olvido", destacó el ministro de
Relaciones Exteriores García Margallo.
El jefe de la
diplomacia española señaló que su labor "ha de ser fuente de inspiración
para todos" especialmente en un momento en que la sociedad está
"ávida" de referentes morales.
El ministro advirtió
de que "retornan ideologías del odio, el antisemitismo es una de esas
ideologías, que tiene una increíble capacidad de mutación y difusión. Es un
vino viejo corrupto y corruptor que siempre parece encontrar nuevos
odres", dijo.
Se refirió a aquellos
que "escudándose" en el conflicto de Oriente Medio intentan
justificar ese antisemitismo y aseguró que España está "empeñada en
superar esta falacia" y que, como miembro del Consejo de Seguridad de la
ONU, no escatimará esfuerzos para alcanzar "una solución justa y
duradera" basada en la existencia de los dos Estados.
La exposición es
fruto de una investigación auspiciada por el Ministerio de Asuntos Exteriores
sobre más de ciento veinte diplomáticos
españoles que dará lugar a un libro que verá la luz el próximo año.
Entre todos estos
diplomáticos, destaca Ángel Sanz Briz,
conocido como "El Ángel de Budapest", que salvó a más de 5.200 judíos
durante la Segunda Guerra Mundial. Su hijo Juan Carlos ha sido la voz de los
familiares de estos diplomáticos homenajeados.
"Representan una
pequeña minoría que no miraron hacia otro lado, no fueron indiferentes ante la
injusticia y el dolor ajeno. Actuaron de forma justa y valiente y nunca
esperaron reconocimiento ni recompensa. Es más, guardaron silencio de sus
acciones humanitarias durante muchos años", rememoró.
"Sus logros
cayeron en el olvido durante décadas y sus méritos sólo fueron reconocidos a
título póstumo. Fueron hombres de bien, con grandes valores morales. Hoy los
consideramos héroes, ellos murieron sin saberlo", añadió.
Yehuda Bauer,
presidente honorario de la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto
(IHRA), elogió el papel que jugaron esos diplomáticos españoles "en un
momento oscuro de la historia".
El presidente de la
Federación de Comunidades Judías de España, Isaac Querub Caro, subrayó por su
parte la imagen del Servicio Exterior español en el que hubo personas que, con
independencia del contexto político, "se comprometieron por la salvación
de los perseguidos por el régimen nazi".
"En medio del
mal atroz y absoluto, surgió el noble hacer de personas justas que ayudaron a
los perseguidos, en algunos casos miles, decenas de miles de judíos, como
atestiguan los documentos de Sanz Briz, y en otros menos, centenas, como el más
reciente reconocido Justo entre las Naciones, Romero Radigales, que
salvo a sefaraditas griegos" añadió.
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