lunes, 30 de marzo de 2015

EL BOLUDEO ES UNA ACTITUD DE ALTERACIÓN MENTAL UNIVERSAL…

    

 Los anglosajones que al parecer,  no tienen nada nuevo que decir en este mundo tan violento y agresivo encontraron unas series de explicaciones sobre la actitud del copiloto alemán Andreas Lubitz que derribó intencionalmente la aeronave de  Germanwings.
Quizá es una manera de distraer a la opinión pública sobre los preparativos  bélicos que se llevan a cabo en las Islas Malvinas.
Los británicos sugirieron que el copiloto germano se inspiró en el capítulo de apertura de la película argentino-española RELATOS SALVAJES.
Los  ingleses desmenuzaron sus convicciones de la siguiente manera:

SIMILITUD UNO: En la realidad, de acuerdo con lo indagado, el Airbus A320 se estrelló cuando el piloto se encerró en la cabina, según se desprende de la información contenida en la caja negra, mientras el capitán golpeaba desde afuera la puerta y le exigía que lo dejase entrar. En la película, Gabriel Pasternak, el comisario de abordo, se encierra e impide el paso de la tripulación, aún a petición de su psicólogo, también en el avión.
SIMILITUD DOS. Andreas Lubitz, el copiloto acusado de tirar el avión, según informan, sufría depresión luego de haber terminado con su novia. En la ficción en el mismo vuelo viaja quien tuviese una reciente relación con Gabriel. 
SIMILITUD TRES. En la tragedia de los Alpes, el copiloto no quiso abrir, la nave siguió perdiendo altura y terminó impactando en tierra, ocho minutos después de iniciado el descenso; los pasajeros gritan sólo momentos antes del impacto. En la película protagonizada por Darío Grandinetti, quien al interpretar a un crítico musical, se acomoda en el asiento de un avión y con el correr de los minutos, descubre que todos los pasajeros de la aeronave han tenido algo que ver con Gabriel Pasternak. Y sí, Pasternak se ha encerrado en la cabina y el avión tiene el mismo destino, la muerte. 
---- Ese facilismo tiene otra explicación: los suicidas del mundo son todos   diletantes del séptimo arte.
POR CULPA DE OTRA PELÍCULA. Siendo yo una adolescente, hubo un film que tuvo mucho éxito de taquilla y al que se le adosó la culpabilidad de ser inspirador de varios actos delictivos, porque los ladrones, usaron la misma metodología de la línea argumental del producto dirigido por el director francés Jules Dassin.
RIFIFI, (nombre del film),   tras pasar cinco años en prisión, "Tony" le Stéphanois sale de prisión con la idea de reformarse. Pronto cae nuevamente en la mala senda. Al conocer la noticia de que su antigua novia se ha convertido en la amante de un gángster (la de Lubitz: ¿No se habría embarazado de otro hombre?). Tony  desesperado y sin dinero, acepta participar en un atraco. Junto con antiguos compañeros de atracos organiza el robo a una importante joyería en plena Ciudad Luz.
--- La mayor parte de la película no tiene diálogos. Y para no ser descubiertos los ladrones utilizan paraguas para que los escombros caigan sobre ellos y de esta manera amortizar los ruidos que podían generar y despertar sospechas.
La Vida es una Fotocopia.

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