domingo, 21 de junio de 2015

JERUSALÉM ES LA CAPITAL DE ISRAEL (II y final).

¡Cómo me gustan la Historia y la Biografía!

Lo  que se ignora también sucede.


 DESTRUCCIONES EN LA CIUDAD VIEJA. Cuando el sector judío de la ciudad vieja fue capturado por la Legión Árabe, éste fue destruido y sus habitantes expulsados. Se demolieron cincuenta y ocho sinagogas, algunas de cientos de años de antigüedad, y sus enseres se robaron o profanaron. Algunos de los sitios sagrados judíos se convirtieron en gallineros o establos. El cementerio judío del Monte de los Olivos, donde hay tumbas judías de más de 2500 años, fue saqueado y las tumbas profanadas. Se quebraron miles de lápidas que se utilizaron como material de construcción; estas lápidas cubrían calles o letrinas en los campamentos militares de la Legión Árabe. En la cima del cementerio se construyó el hotel Intercontinental y para hacer un camino que llegara al hotel se destruyeron tumbas. El Muro de los Lamentos se convirtió en un barrio bajo.

 

En 1950, Jordania anexó los territorios que capturó en la guerra de 1948, el Este de Jerusalém y Cisjordania. La resolución del 24 de abril declaró su “apoyo a la unidad completa de los dos márgenes del Jordán y su unión en un solo estado, la monarquía hashemita de Jordania, encabezada por el rey Abdulá ibn al Hussein…”
Sólo Gran Bretaña y Pakistán reconocieron la anexión de Jordania, mientras que todos los demás países, incluyendo el resto de los países árabes, la rechazaron. Gran Bretaña reconoció solamente la anexión de Cisjordania.
El imperio británico (con la naturaleza cínica de su política exterior),    nunca reconoció la soberanía de Jordania o de Israel sobre ningún sector de Jerusalém, declarando ilegal cualquier anexión.

 

RESTRICCIONES RELIGIOSAS y bloqueo del acceso a los sitios sagrados en

 contravención al acuerdo del armisticio de 1949, Jordania no permitió el acceso de los judíos a sus sitios sagrados o al cementerio del Monte de los Olivos.
El Artículo VIII del armisticio entre ISRAEL Y JORDANIA (3 de abril, 1949) estableció que un comité “se encargara de formular planes y disposiciones, que incluían el acceso libre a los sitios sagrados y a las instituciones comunitarias y el uso del cementerio del Monte de los Olivos”. A pesar de eso, y de numerosos pedidos oficiales de Israel y de grupos judíos ante la ONU y EE. UU., se negó a los judíos el acceso al Muro de los Lamentos, al cementerio judío y al resto de los sitios religiosos del este de Jerusalém. La línea del armisticio se reforzó y francotiradores jordanos se asentaron sobre los muros de la ciudad vieja; éstos balearon a mansalva a los israelíes que se encontraban del otro lado.

LOS ÁRABES ISRAELÍES tampoco pudieron tener acceso a las mezquitas de Al  Aqsa o al Domo de la Roca, pero se respetaron los sitios musulmanes del Este. 
Aunque los cristianos, a diferencia de los judíos, pudieron tener acceso a sus sitios sagrados, también sufrieron restricciones bajo la ley jordana. se puso un límite al número de peregrinos cristianos que ingresaban en la ciudad vieja en Navidad y Pascua y se prohibió la compra de propiedades en Jerusalém a las instituciones benéficas y cristianas. Se ejerció estricto control sobre las escuelas cristianas, exigiéndoles que enseñaran en árabe, cerraran los viernes (el día sagrado de los musulmanes) y enseñaran el Corán. al mismo tiempo, no se les permitió enseñar el cristianismo o entregar material cristiano impreso a no-cristianos.

  DURANTE LA GUERRA DE LOS SEIS DÍAS (1967) Israel le solicitó a Jordania que se mantuviera fuera del conflicto; sin embargo, a pesar de eso, las fuerzas jordanas comenzaron a disparar su artillería hasta Tel Aviv y Jerusalém.

En un principio, las fuerzas israelíes no respondieron, tratando de no abrir un frente de guerra con Jordania, pero Jordania continuó atacando y ocupó la sede de la ONU en Jerusalém.

Las fuerzas israelíes entraron en la lucha armada y en dos días lograron hacer retroceder a los jordanos y tomaron el este de Jerusalém.

El 7 de junio de 1967, los paracaidistas del TZAHAL (Fuerzas de la  Defensa de Israel) avanzaron en la ciudad vieja hacia el Templo del Monte y el Muro de los Lamentos, poniendo el sitio más sagrado del judaísmo bajo el control judío por primera vez en 2000 años.
Existen grabaciones de este momento, cuando el comandante de la brigada, el general MOTTA GUR, se acerca a la ciudad vieja y anuncia a los comandantes de su compañía: “estamos sentados en un montículo y de aquí vemos la ciudad vieja. desde aquí entraremos en la ciudad vieja, nuestro sueño a lo largo de tantas generaciones. Seremos los primeros en entrar en la ciudad vieja […] ¡el MONTE DEL TEMPLO está en nuestras  manos!

El rabino de Israel SHLOMO GOREN hizo sonar el shofar (hecho con el cuerno de carnero, cabra.etc.),  en el Muro de los Lamentos para simbolizar su liberación. Para los israelíes y los judíos en todo el mundo éste fue un momento de júbilo y exaltación. Muchos lo consideraron un regalo de dios.

Junto al Muro de los lamentos, el general MOSHE DAYAN, ministro de defensa de Israel, hizo la siguiente declaración: “a nuestros vecinos árabes les extendemos, especialmente en este momento, una mano de paz. A los miembros de otras religiones, cristianos y musulmanes, en este lugar les hago la promesa de que su libertad y todos sus derechos de culto se respetarán completamente. No hemos venido a Jerusalém a conquistar los lugares sagrados de otros.

El primer ministro LEVI ESHKOL declaró su intención de dar a cada religión el control de sus propios sitios religiosos. Dayan cedió inmediatamente el control del Templo del Monte  a la administración musulmana, mientras que la seguridad de la zona quedó en manos de Israel.
Dayan anunció a los judíos que podrían visitar el muro de los lamentos pero que no podrían realizar servicios religiosos en este lugar. Dio órdenes de demoler las paredes existentes contra los francotiradores, remover las minas y las barreras de alambre de púa, derribando de esta forma la división de Jerusalém. En pocas semanas, se hizo posible el movimiento libre en Jerusalém y cientos de miles de israelíes judíos entraron en la ciudad vieja a escrutar el muro y tocar sus piedras. Los árabes israelíes pudieron rezar en las mezquitas del DOMO DE LA ROCA y de AL AQSA por primera vez desde 1948, y los israelíes cristianos pudieron visitar la iglesia del SANTO SEPULCRO.
El Parlamento aprobó la ley de protección de los sitios religiosos, atribuyéndoles un estado legal especial y convirtiendo su profanación o el bloqueo del acceso a los mismos en un acto criminal.

JERUSALÉM se convirtió en una ciudad reunificada que asegura  la libertad religiosa y el acceso universal a los sitios de culto.
La libertad religiosa que se impuso   en 1967 nunca se conoció durante la ocupación jordana de la ciudad, lo que provocó que ADNAN ABU ODEH, exembajador jordano en  la ONU, dijera: “LA SITUACIÓN DE JERUSALÉM ANTES DE 1967   FUE DE EXCLUSIÓN RELIGIOSA, MIENTRAS QUE DESPUÉS DE 1967 ISRAEL HA TRATADO DE MANTENER LA INCLUSIÓN RELIGIOSA.”




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