viernes, 19 de junio de 2015

ANTISEMITISMO EN LA ARGENTINA (VI)

 ¡Cómo me gustan la Historia y la Biografía!
No siempre tuvimos una acogida humanitaria.

NACIONALISMO INTEGRALISTA Y ANTISEMITISMO. Juan Queraltó, conocido militante nacionalista antisemita presidente de UES (Unión de Estudiantes Secundarios), la rama estudiantil de la Legión Cívica, descontenta con la falta de celo revolucionario de la Legión creó, en 1937, la Alianza de la Juventud Nacionalista Aunque la Alianza era, fundamentalmente, un grupo juvenil, contó entre sus miembros a importantes figuras del nacionalismo como Ramón Doll (ex socialista convertido en nacionalista), Jordán Bruno Genta (nacionalista, virulento antisemita, cuya influencia comenzó a sentirse en la década de 1940, especialmente dentro de las Fuerzas Armadas y de la aviación) y los coroneles Natalio Mascarello y Bonifacio Lastra.
En sus orígenes, estaba lejos de ser un movimiento popular; sin embargo, en materia ideológica, ya se notaba con claridad su nacionalismo extremo y el discurso proletario, evidenciando su intención de utilizar símbolos revolucionarios de la izquierda socialista.
Su programa político condensado en "POSTULADOS DE NUESTRA LUCHA", no se diferenciaba mayormente de los postulados de la Legión Cívica. En 1937 y como oposición a todo este fuerte movimiento antisemita, se creó el Comité contra el Racismo y el Antisemitismo en la Argentina, impulsado por intelectuales comunistas pero que también recibió el apoyo de prestigiosos intelectuales y la dirigencia política socialista, demócrata progresista y radical. 
 LA TRAGEDIA DEL JUDAÍSMO EUROPEO. En 1938, la situación de los judíos europeos era sumamente grave. El Presidente Roosevelt convocó a una conferencia en Evián, Francia -para julio de 1939-, a efectos de hallar una solución para el drama de numerosos refugiados provocado por la anexión de Austria por parte del Tercer Reich.
El problema residía adónde colocar a los refugiados alemanes y austriacos sin que fueran perjudicados los intereses británicos y norteamericanos.

Esta cuestión también era un tema muy debatido en la Argentina, el representante de la publicación “Criterio”, órgano no oficial de la iglesia católica, era MONSEÑOR FRANCESCHI -su director- quien mantenía una  posición abiertamente hostil a toda posible admisión de refugiados judíos al país. Pese a que el catolicismo argentino manifestaba su rechazo por el racismo nazi, tomando distancia de la prensa pronazi,  Franceschi(x), a través de Criterio sostenía que el antisemitismo argentino era la defensa que protegía a esta sociedad ante la masiva presencia judía.
(x) Nacido en Francia y fallecido en Montevideo, Gustavo Franceschi, en el año  1937 participó de una encendida polémica con el senador Lisandro de la Torre, quien había criticado las limitaciones de las organizaciones sociales de la Iglesia católica, y a quien acusó de “comunista vergonzante” (siempre la misma diatriba.)
--- Vale la pena leer sobre tan mentada discusión…

El Episcopado argentino, así como el Arzobispado de Buenos Aires, no hicieron ninguna manifestación acerca de este espinoso asunto a medida que las cosas empeoraban. Tampoco se pronunciaron a favor de una actitud más compasivamente cristiana con los judíos europeos perseguidos, sobre los que pendía la amenaza de exterminio.
La prensa judía, en particular “Mundo Israelita”, lanzó una campaña contra el antisemitismo, hecho que le valió la acusación por parte de “Criterio” de estar destilando “odio judío.”
LOS EXALUMNOS SALESIANOS manifestaron su tajante rechazo a la posibilidad de prestar el menor auxilio a estas víctimas acosadas por el nazismo. Desde el gobierno argentino se creó una comisión para la inmigración, cuyo presidente era íntimo amigo del vicepresidente Castillo. En 1939, el Presidente Ortiz, reorganizó la comisión al descubrirse irregularidades, al frente de la misma puso a  Enrique Plate simpatizante del nazismo, también fue agregado Enrique Maschwitz, conocido activista de los círculos nazis.
Finalmente quedó en claro que la jerarquía católica y la totalidad del clero, rechazaban el otorgamiento de refugio a los perseguidos e insistían en la prohibición de asilo para todos los judíos, actitud corroborada por el Poder Ejecutivo que emitió un decreto el 28 de julio de 1938 cerrando toda posibilidad de entrada a los refugiados.

Los partidos de izquierda, comunistas y socialistas, los liberales, con un militante comunista a la cabeza, Emilio Troise, organizaron el primer Congreso del “COMITÉ CONTRA EL RACISMO Y EL ANTISEMITISMO”, una de cuyas oradoras fue Alicia Moreau de Justo, socialista, también participaron los radicales  Illía y Frondizi, hicieron un llamamiento a la apertura de la inmigración de refugiados perseguidos judíos.
 Los fundadores fueron, además de los nombrados, vario pinto de socialistas, demócratas, y radicales tales como: Lisandro de la Torre, Mario Bravo, Julio Noble, Diego Luis Molinari, Américo Ghioldi, Ernesto Sanmartino, Enrique Dickman, Álvaro Yunque, Deodoro Roca, Saúl Damonte Taborda, Carlos Sánchez Viamonte, Ricardo Balbín, Cesar Tiempo y Sergio Bagú.
Estos apoyos, por parte de sectores de la izquierda y del liberalismo, sirvieron para atizar los fuertes sentimientos antisemitas de la mayor parte de los sectores católicos, desde sus más altas jerarquías hasta los militantes de la Acción Católica.
 NACIONALISMO CATÓLICO  Y EL RECHAZO A LOS REFUGIADOS JUDEOEUROPOS.  La posición oficial de la IGLESIA estimulaba aún más los sentimientos antisemitas existentes, había logrado transformar sus posiciones políticas y doctrinales en una política oficial del Estado argentino. 

En 1941, en plena guerra, junto con el gobierno de Brasil, la Argentina IMPIDIÓ EL DESEMBARCO DE 90 JUDÍOS que llegaron a estas costas después de grandes vicisitudes. En ese mismo año, aparentemente, la Cancillería argentina aprobó la entrada al país de un contingente de niños judeo-alemanes, transitoriamente acogidos por Gran Bretaña. Pero cuando intervino el cónsul, M. Molina le dijo al funcionario de la Liga de las Naciones “con una sonrisa”, según narra Newton, que la Argentina no practicaba ningún antisemitismo oficial pero que el cuerpo diplomático y consular tenía instrucciones secretas de impedir el ingreso de inmigrantes alemanes del “tipo común.”
----- De haber leído sobre el antisemitismo en este país, el exfiscal NISMAN, no tendría que haberse metido en semejante berenjenal.
En ese momento, TOMÁS LE BRETÓN era embajador en el Reino Unido, el representante de la Liga se dirigió hacia él para mantener una entrevista personal en la creencia de que sus ambiciones lo impulsarían a tener un gesto humanitario si el caso lograba una importante publicidad. Sin embargo Le Bretón opuso resistencia al proyecto, argumentando que los judíos argentinos eran problemáticos, tanto fue así que el funcionario no insistió mas, considerando el fuerte apoyo que le brindaba el embajador al esfuerzo de guerra inglés.
Newton consigna que en 1943, una organización alemana antinazi, HILFSVEREIN, le solicitó al presidente Castillo una autorización por escrito para la entrada de mil niños judíos menores de catorce años, la autorización caducaba el 31 de diciembre de 1943. Ni Castillo ni los militares que los derrocaron en junio llegaron a ejecutarlo”.

El investigador y escritor UKI GOÑI, en un libro sobre el particular, afirma que “las órdenes secretas hacían prácticamente imposible, para los refugiados judíos, entrar en Argentina sino era a través de tortuosas rutas ilegales. El número de pasajeros de segunda y tercera clase de los transatlánticos que estaban dispuestos a declarar que su religión era la judía a su llegada a Buenos Aires” fue descendiendo de 2.006, en 1941,  a un solo pasajero en 1944.
La trasgresión se convirtió en la norma, se vendían visados a los judíos. Un embajador, según relata Goñi, afirmaba que “este tráfico que ha enriquecido a muchas personas con influencia en los círculos políticos argentinos, desde el entorno inmediato del Presidente hasta funcionarios menores del Ministerio de Agricultura, la Policía y las autoridades portuarias, ha ayudado sólo a aquellos cuyos parientes querían y PODÍAN PAGAR SOBORNOS... pero el diplomático del que se rumoreaba que había ganado más dinero con los judíos era, también, uno de los más distinguidos que había tenido Argentina.
Se dice que mientras fue embajador de Argentina en París, desde 1938 hasta la ocupación nazi, Miguel Ángel Cárcano se embolsó un millón de dólares vendiendo visados a los judíos ricos que buscaban refugio en Francia. Su tráfico de visados sería la comidilla de los círculos diplomáticos argentinos durante las décadas de 1940 y 1950. Después de París, Cárcano fue -hasta 1946- embajador en Londres donde disfrutó de un gran prestigio...”
----- El sentimiento antisemita era mayor que el de la piedad sobre unos inocentes…sin embargo, no les repugnaba el dinero de los hebreos.
Cuando Goñi se formula la retórica pregunta de quién salvó más vidas, si los incorruptibles que no aceptaron ni un soborno o los que se dejaron sobornar y que salvaron miles de vidas culpando de su intrínseca perversidad al nazismo, no se puede evitar reflexionar sobre el significado y el valor de términos tales como venalidad o incorruptibilidad en casos como éste, que van más allá de la perversidad del nazismo.
Por desagradable e inmorales que parezcan los que ganaron mucho dinero con la desesperación de los judíos, no parece aquí que el término que designa como incorruptibles a quienes no lo hicieron, pueda ser utilizado apropiadamente, ni siquiera en un sentido neutro, porque colaboraron enviando a la muerte a miles de personas, sin el menor sentido compasivo o solidariamente humano para aquellos a los que les esperaba un destino tan trágico. .  

NACIONALISMO CATÓLICO: ANTISEMITISMO,  HOSTILIZACIÓN DE LAS INSTITUCIONES JUDÍAS. En 1938, tras las elecciones a las que se disfrazó dándoles visos de legalidad democrática, el candidato impuesto por el Presidente Justo, el radical Ortiz llegó a la presidencia. Le tocó  lidiar con los sectores más reaccionarios y conservadores del nacionalismo, fuertes en la calle y en el Ejército.
Ortiz, en una actitud desacostumbrada en los gobernantes de la época, ni bien asumió el gobierno promulgó el Decreto 4071 del Poder Ejecutivo, por medio del Ministerio de Justicia e Instrucción Pública, imponiendo una nueva política en la Argentina -según el historiador  EFRAÍM ZADOFF - por el que se limitaban fuertemente la difusión de ideas totalitarias provenientes de Europa, el falangismo español, el fascismo italiano y el nazismo alemán. Pero Ortiz se vio obligado a renunciar a causa de su mala salud, su sucesor fue el vicepresidente Castillo, con él habían llegado al poder  los representantes de los sectores más ultra conservadores y antisemitas, impidiendo toda posibilidad de administración democrática.
LA PERSECUCIÓN SOBRE LOS JUDÍOS no tardó en hacerse sentir, en algunos casos con la prohibición de actos públicos bajo el pretexto de que los oradores  no se expresaban en castellano, o denegando la autorización para un acto de un comité de ayuda a los judíos alemanes pretextando problemas de horario. En las actitudes represivas se confundían, deliberadamente, las persecuciones antisemitas con las anticomunistas.
En el mes de julio de 1932 se habían clausurado siete escuelas laicas donde se enseñaba idish, por considerarlas reductos bolcheviques.
EL HISTORIADOR LVOVICH consigna que estas escuelas clausuradas eran las Dov Ver Borojov (ideólogo del socialismo), de orientación sionista socialista, y Abshulorg, socialista. El material requisado nunca fue devuelto y uno de los miembros del Borojov estuvo arbitrariamente preso hasta septiembre.    Se allanaban y clausuraban las escuelas judías pertenecientes al Farban Fun Idische Folks Shulns, se detenían alumnos, padres y maestros, se allanaban domicilios particulares donde se secuestraba material del que nunca se llevó un registro ni fue devuelto.
El pretexto para estas  persecuciones era que las escuelas eran comunistas, a pesar de que se demostró que todas las denuncias eran falsas, el nacionalismo antisemita continuó difundiendo la misma calumnia.
La Policía, con el pretexto del comunismo, prohibió el acto del Organismo de Ayuda Directa de las Víctimas Judías de la Guerra, los actos donde los oradores se expresaban en idish, cuyo uso también fue prohibido en la vida religiosa.

RECHAZO Y HOSTILIZACIÓN A  LOS JUDÍOS.  Se ordenó la realización de un censo compulsivo a todos los comerciantes que habían cerrado sus negocios en señal de duelo por la Kristalnach acontecida en la Alemania nazi. Otras formas de antisemitismo  se manifestaban por la publicidad de empresas e instituciones estatales otorgada a la prensa más rabiosamente antisemita, así como las persecuciones que se ejercieron para dificultar las actividades de organizaciones que luchaban contra el antisemitismo, por ejemplo, prohibiendo la  transmisión radial de un Congreso Nacional Antirracista en 1938.
A pesar de que en algunos casos existían conflictos sindicales, y en algunos de ellos patrones y obreros eran judíos, la prensa antijudía no trepidó en culpar a los judíos por provocar sentimientos antisemitas. Se inmiscuía en los conflictos laborales responsabilizando a los judíos por producir perturbaciones y problemas.
En 1937, se impidió la afiliación de MACABI a la Federación Argentina de Básquet por ser un club judío, en tanto el CLUB NÁUTICO HACOAJ, fundado por las dificultades que tenían los judíos para ingresar a los clubes de remo, fue rechazado once veces cuando solicitó su afiliación a la Asociación Argentina de Remeros Aficionados, entre 1938 y 1943. Se alegó que los clubes italianos y alemanes no querían a los judíos dentro de la Asociación, pero los otros clubes que no lo era tampoco hicieron nada para impedir esta situación.
---- En Concordia (Entre Ríos), teníamos prohibido ingresar al club Regatas…
Se negaba empleo a  quienes tenían apellidos judíos en instituciones estatales de diversa índole. En los hospitales públicos era muy frecuente la hostilidad o la agresión abierta a los practicantes de medicina que habían ganado legítimamente el puesto por concurso. Otras formas de prejuicio y discriminación se ejercían contra estudiantes judíos negándoles plazas en escuelas y colegios secundarios. También en los ámbitos militares, ser conscripto judío significaba -en numerosos casos- estar sujeto a burlas y humillaciones, cuando no persecuciones.
REVOLUCIÓN DE 1943. GOBIERNO MILITAR NACIONALISTA INTEGRALISTA.  El 4 de junio de 1943 se produjo un golpe militar que llevó a la presidencia al general Ramírez, quien nombró en el gobierno a un gran número de funcionarios nacionalistas católicos, muchos de ellos notorios antisemitas. Estos pusieron en vigencia una ideología represiva, donde los derechos fueron burlados e ignorados, la libertad de prensa eliminada, los partidos políticos disueltos, impuesta la enseñanza religiosa católica en las escuelas estatales, así como prohibidas todas las actividades contra el antisemitismo o antifascistas.
Este gobierno nacional integralista, presidido por Ramírez, tuvo fuertes actitudes antisemitas expresadas en medidas tales como la ordenanza promulgada en 1944, prohibiendo la venta de carne en las ferias municipales que no proviniese del Frigorífico Municipal lo que -en buen romance- significaba la imposibilidad del consumo de todo tipo de carne casher.  A pesar de todos los reclamos de la DAIA, la medida -contraria a una práctica ritual esencial del judaísmo- continuó en vigencia con total falta de respeto a las libertades religiosas de los observantes no católicos.
Con la designación de MARTÍNEZ ZUVIRÍA, conspicuo antisemita, como Ministro de Justicia e Instrucción Pública, se implementó una política restrictiva o abiertamente opuesta a la educación judía; desde el Estado se rechazaban las solicitudes de autorización de escuelas judías y la entrega de certificados de docencia para sus maestros, utilizando evasivas de diversa índole, también fueron clausuradas doce escuelas judías. Una disposición del Gobierno ordenó el cierre de la prensa idish, lo que impidió la publicación del Idische ZAITUNG Y DI PRESSE  los días 13 y 14 de octubre de 1943, finalmente se autorizó su edición normal con un pedido de disculpas a la DAIA por parte del Ministro de Interior lo que no impidió que la autorización de actos en habla idisch rigiera  únicamente para la DAIA, en tanto que cualquier otra institución debía solicitar una autorización previa.
 El Ministerio de Guerra exigía una FE DE BAUTISMO para el ingreso a los institutos o escuelas militares. En tanto se “puso en comisión”, por no decir que se suspendían, a los maestros estatales judíos por parte del Consejo Nacional de Educación y se prohibió la matanza ritual para el kashrut en Entre Ríos. Todas estas medidas, tan persecutorias como discriminatorias, en un momento histórico extremadamente doloroso para el judaísmo mundial, sólo aumentaron la zozobra y el miedo de la comunidad argentina. El principal aporte ideológico de la revolución militar fue proporcionado  por el GOU, convertido en el real factor de poder en el Gobierno. En esta logia predominaba una ideología fuertemente antisemita, aunque no expresada abiertamente.



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