martes, 21 de julio de 2015

LA ENFERMERÍA ENTRE LA ILUSIÓN Y EL DESENCANTO (IV.)

Historias reales 


 ENFERMERÍA  Y MILITANCIA: DIRIGENTES POLÍTICAS. La organización del Partido Peronista Femenino (PPF) requirió  la elección de los “cuadros” estratégicos llamadas “delegadas censistas”, y la responsable del armado político” en Capital Federal fue  TERESA ADELINA FIORA.   Descripta como una colaboradora excepcional de Evita, tanto en la organización de la Fundación como en el  Partido Peronista Femenino y en la Escuela de Enfermeras de la FEP. Estuvo  encargada de elegir a todas las subdelegadas censistas de la Capital Federal. 

LA ENFERMERA FIORA, responsable de la Escuela de Enfermeras FEP era una carismática militante política. Carmen Delia Maldonado otra destacada política y enfermera, integró también la Escuela en el momento en el cual las mujeres comenzaban a ejercer el derecho al sufragio y a ser candidatas en las elecciones.
En palabras de Eva, “las delegadas son verdaderas misioneras de la doctrina peronista en la acción y en la prédica, y las mujeres que colaboren con ellas con desinterés, perseverancia y lealtad serán las futuras dirigentes del movimiento en cada distrito.”

Esta ruptura del estereotipo irritó intensamente y confrontó con varios frentes. Por un lado, con los integrantes de la extinta  Sociedad de Beneficencia, SB,  que dirigía  mediante las influyentes mujeres adineradas que antes estaban nucleadas en la SB,  las escuelas en las cuales los médicos eran directores, y en donde se formaban según la FEP “ENFERMERAS QUE NO ERAN MUCHO MÁS QUE SIRVIENTAS, SIN ENTRENAMIENTO PROFESIONAL”.
Luego, con los médicos, profesionales conservadores, que veían cómo las enfermeras adquirían autonomía y revalorización social, porque “se pretendía formar profesionales, capaces de trabajar en áreas alejados, sin médicos si fuera necesario.”
Confrontó asimismo con otros grupos conservadores que nucleaban a muchas enfermeras y docentes de enfermería quienes se escandalizaban por esta enfermería “peronista”, fuera del modelo sumiso y obediente a la IGLESIA CATÓLICA Y LEAL AL MOVIMIENTO JUSTICIALISTA

En varios ámbitos producía irritación comprobar que estas enfermeras estaban integradas a los proyectos de la Fundación, a los que adscribieron, y por los que militaban abonando al cambio de paradigma.
Seguramente entre estos grandes aspectos que incomodaron tanto a los grupos conservadores, integrados también por la propia enfermería, aparecía el hecho de que las graduadas de la Escuela de la FEP, eran formadas  para ejercer con el fin de materializar los derechos del ciudadano y el cuestionamiento explícito a la beneficencia y la dádiva dentro del ámbito socio-sanitario.

A PARTIR DE  LA SANGRIENTA  DICTADURA que se inicia en septiembre de 1955, las referentes de las organizaciones de enfermería argentina no cesaron en sus pujas por la hegemonía en la formación y el ejercicio, y es así como las nucleadas en la ACE (lideradas por Molina) lograron barrer todo rastro de “la milicia sanitaria peronista” de la  EEFEP, valiéndose del Decreto 4161/5  que prohibía “los elementos de afirmación ideológica o de propaganda peronista”, comenzando una tapa donde las alianzas con los proyectos de los organismos internacionales, como la Organización Sanitaria Panamericana, las legitimaría.
Para esto necesitaron  impugnar públicamente  en todos los informes que elevaron a los organismos supranacionales  la obra sanitaria de Carrillo dentro del gobierno peronista y  la marca del peronismo en  la enfermería.
Dos “festejos”

Treinta años después de la obtención de la RM 3197, en 1988 durante un Congreso de la Federación Panamericana de Profesionales de la Enfermería, (FEPPEN), realizado en Buenos Aires y presidido por la argentina Nydia Gordillo Gómez, la Federación Argentina de Enfermería (FAE) acepta  unificar la fecha de celebración, el 12 DE MAYO, CON LA DEL CONSEJO INTERNACIONAL DE ENFERMERÍA (C.I.E)

Si bien la AAED ya no existía como organización desde 1965, y sus miembros se había fusionado en la FAE, siguió operando en el imaginario de la mayoría de establecimientos sanitarios, asociaciones provinciales miembros de FAE, escuelas de enfermería laicas, enfermeros y medios de comunicación “el logro” de la  RM  Nº 3197.
A tal punto llega esta puja que para darle legitimidad a esta celebración,  reconvirtieron su mención en “Día de la Enfermería Argentina”, o “Día Nacional de la Enfermería”, intentado  vencer la resistencia de muchos colegas que optaron por el 12 de mayo.

A modo de cierre. En Argentina hay dos “festejos” y un discurso falaz sobre la existencia de una celebración internacional y foránea, y otra propia y  nacional. Esto da cuenta de la impronta religiosa y sus marcas residuales  en pleno  segundo decenio del  siglo XXI.
Evidenciando cuan fuertemente continúa la marca DEL CATOLICISMO operando en la identidad profesional y  como se muestra  en el  perfil público de la enfermería
Por lo analizado no puede  achacarse esta marca a la etapa fundacional.

Ni en 1886 la Escuela que funda Grierson  tiene prácticas religiosas, su fundadora profesaba la religión Protestante Presbiteriana. Las enfermeras que llegaron desde Inglaterra discípulas de Nightingale a la Escuela de Enfermería del HOSPITAL BRITÁNICO en 1890 tampoco eran católicas. Por lo tanto en estos espacios de formación y práctica, no se veneraban imágenes religiosas, ni  celebraciones correspondientes a fechas religiosas.

Si nos referimos a otro ente formador muy influyente como fue  la ESCUELA DE LA CRUZ ROJA Argentina, en 1920,  por estar bajo la órbita de la Cruz Roja Internacional debió haber nacido guiada  por los principios fundamentales: humanidad, imparcialidad, neutralidad, independencia, voluntariado, unidad y universalidad. Y adopta los emblemas de la Cruz Roja, y la Media Luna Roja así como también cuida que esta situación no produzca conflictos culturales. Sin embargo en Argentina se filtro fuertemente la religión católica incluso ahí.

Por otro lado, no menos significativo, aparece la necesidad de la Asociación Católica de Enfermeras y AAED, actual AECAF, de tramitar una Resolución Ministerial que le diera legitimidad a su iniciativa, lo que permite inferir la dependencia y necesidad de reconocimiento de un espacio gobernado por médicos a la luz de la jerarquía de la  iglesia Católica.

Otro aspecto residual es la constante celebración los 21 de noviembre  ofreciendo misas en los hospitales y escuelas. Esto debería ser motivo de revisión en un  país que está constituido por descendientes de inmigrantes de diversos orígenes y creencias religiosas, etnias originarias sobrevivientes del genocidio  de la colonización,   y  posteriormente al genocidio de la  Campaña del Desierto.
Frente al auge en las últimas décadas de la incorporación en los planes de estudio de la  TEORÍA DE CUIDADOS TRANSCULTURALES de Madeleine Leininger   así como el repudio a las prácticas intolerantes  y discriminatorias  que no acuerdan con el valor Salud y con los Derechos de los Pacientes, (CIE 1997 y 2002), las misas y otros oficios religiosos continúan asociados a la enfermería  y los crucifijos cuelgan de las paredes en los servicios sanitarios, en un país laico, custodiados fuertemente por una profesión que no parecería haber desarrollado aún la capacidad de analizar su trayecto identitario.

LA PRESENCIA DEL DISCURSO COLONIZADOR A TRAVÉS DE LAS “VIRTUDES” Y LA “DESPERONIZACIÓN”, MOLDEÓ LA IDENTIDAD DE LA ENFERMERÍA ARGENTINA DURANTE EL SIGLO XX QUE, OBEDIENTE Y SUMISA, ACEPTO ENAJENARSE DE SUS DERECHOS EN EL CAMPO LABORAL Y NO IDENTIFICO SU PRAXIS COMO UN ACTO POLÍTICO.

---- COMO LA VIDA ES UNA FOTOCOPIA, LA ENFERMERÍA BONAERENSE HA VUELTO A SER POLITIZADA, CON MUCHO DE VERSO Y DE ESCASA FORMACIÓN…TOTAL QUIENES MANEJAN EL SISTEMA PÚBLICO HOSPITALARIO SE ATIENDE EN CLÍNICAS PRIVADAS, DONDE EJERCEN LA FUERZA E INFLUENCIA PARA OBTENER UNA  ATENCIÓN SIN TURNOS NI ESPERAS. ----- Continuará----

(Autor: LA JERINGA ESCÉPTICA.)

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