miércoles, 8 de julio de 2015

ANTISEMITISMO EN LA ARGENTINA (VIII y final)


 Nada es casual…
  

EL RETORNO DEL PERONISMO. El período del SEGUNDO gobierno de Perón, encierra tantas contradicciones y conflictos como los que el peronismo -como movimiento político- tuvo ideológicamente; así, su ala de derecha furibundamente antisemita se expresó en diversas publicaciones.  EL CAUDILLO, por ejemplo, publicaba caricaturas de montoneros, caracterizándolos burlonamente como judíos,  LAS BASES era otro periódico donde se atacaba todo aquello que considerara “representante de la sinarquía internacional, comunismo y sionismo”, además de personas públicamente reconocidas como judías, como fue el caso de Timerman.
El brujo y excabo de policía LOPEZ REGA, en un viaje a Libia, afirmó que las negociaciones fracasaron por la intervención de los judíos en el Gobierno (peronista). Como expresión de autoritarismo antisemita, la revista Cabildo  casi no tuvo paralelo.

A LA MUERTE DE Perón un grave enfrentamiento entre las fuerzas del peronismo de derecha y de izquierda desembocó en una lucha feroz por representar a la autodesignada verdadera identidad peronista.
Las actividades de grupos parapoliciales como la TRIPLE  A , que se cobraban cientos de víctimas asesinadas a pleno día, las numerosas publicaciones de derecha virulentamente  antisemitas se manifestaron en feroces atentados contra instituciones e individuos judíos como fue el caso del asesinato de DANIEL WINER, secuestrado en la Facultad de Ingeniería y acribillado con 30 balazos por la organización Mazorca.
Los periódicos comunitarios NUEVA SIÓN y VOZ LIBRE  entendieron que este crimen era el “comienzo de la amenaza fascista tendiente a ‘conjurar la conjunción sinárquica judeo-bolche’.”
Daniel Winer habría condensado en su persona, la imagen odiada por quienes -desde las páginas de  El Caudillo, Patria Peronista y Cabildo- exaltaban la cruzada anticomunista y antisinárquica de la misión Ivanissevich en la UBA.” 
La escalada de asesinatos y desapariciones aumentaba, como el miedo y el terror, ocultados por la autocensura de la prensa. Una pegatina de afiches por toda la ciudad llamó claramente al ataque del barrio de Once.
Los ataques y ametrallamientos de sinagogas en el Interior, el asesinato por la Triple “A” de dos médicos judíos cordobeses, amén de los de militantes y obreros y dirigentes sindicales que se enfrentaban a la ortodoxia peronista, alimentaban una violencia creciente.
En abril de 1974 FUE PROHIBIDO, en Córdoba, un acto en conmemoración del Levantamiento del Gueto de Varsovia.
En el programa televisivo del periodista Llamas de Madariaga, en una entrevista a los embajadores de Siria y Libia fueron vertidas las más crudas expresiones antisemitas.

--- POR LO VISTO EL ATENTADO A LA AMIA, PROTOCOLO CON IRÁN, EL ASESINATO—SUICIDIO DE NISMAN, SON CORRELATOS DE TIEMPOS IDOS QUE RECUPERAN LA MEMORIA EN EL SIGLO XXI
Por esa época se estaba filmando la película  LOS GAUCHOS JUDÍOS (dirigida por Juan José Jusid), se obstaculizó por todos los medios el rodaje, y se llegó a amenazar de muerte al director y los actores para impedir el estreno. Cuando, de todos modos, el estreno se produjo -en el cine Broadway-, la sala fue atacada con bombas y petardos. 

En 1975, los actos antisemitas continuaron contra las instituciones y las personas, venenosos ataques verbales contra el diario  La Opinión  y Timerman -su director-, al que permanentemente se le recordaba su origen judío (al parecer su hijo olvidó), su sionismo y su pertenencia a la sinarquía internacional. Periodistas  del diario fueron amenazados de muerte, entre ellos Heriberto Kahn, Ernesto Ekaizer y Enrique Raab.


 ANTISEMITISMO EN LA ARGENTINA (IX)
LA DICTADURA MILITAR: EL HORROR Y EL ESPANTO
El 26 de marzo de 1976 se produjo el levantamiento militar que tomó el poder con la denominación de PROCESO DE REORGANIZACIÓN NACIONAL, rápidamente convertido en un aparato represivo que derivó en el Terrorismo de Estado.
 La investigación de Edy Kaufman y Beatriz Cymberknopf representa un primer paso hacia un estudio más elaborado de la dimensión antisemita durante la última dictadura militar.
Como dicen los autores, su trabajo tiene carácter descriptivo, no ofrece conclusiones definitivas. Consignaron la escalada terrorista anti judía producida por la unión de grupos ultra nacionalistas y el representante de la LIGA ÁRABE en la Argentina, más o menos para los años 1960/1, señalando que: “Fuera de esos períodos excepcionales, durante toda esta época, los esporádicos episodios antisemitas no llegaron a producir mayores crisis dentro de la comunidad israelita argentina.”
En 1977, a un año del gobierno militar, estos investigadores señalaban que la comunidad mayoritariamente no creía en la posibilidad de un peligro antisemita porque no había razones para suponerlo pues la vida judía transcurría con toda normalidad y podía decirse que estaba en pleno florecimiento. Por otra parte sostenían que a pesar del notorio antisemitismo en importantes figuras militares, alimentado por la fuerte influencia de nacionalistas católicos profundamente antijudíos, y una gran identificación con la ideología nazifascista no pudo comprobarse que la cúpula hubiera estado comprometida con acciones antisemitas de la represión aunque es claro que toleró y estimuló con su pasividad las actitudes de sus subalternos, en tanto que los oficiales de primera línea  alentaron y avalaron estos actos, entre ellos estaban MENÉNDEZ, SAINT JEAN, SUÁREZ MASON Y RAMÓN CAMPS.
Cymberknoh y Kaufman sostuvieron que los judíos no fueron perseguidos por su condición de tales, aunque se les infligieron sufrimientos mucho más cruentos que los que no lo eran. y citaron un documento de la DAIA demostrando que estaba enterada de que los judíos eran castigados con mucha mayor saña que los que no lo eran y que además se los agredía y humillaba por su condición.

En septiembre de 1984 Nueva Sion publicó una entrevista a Graciela FERNÁNDEZ MEIJIDE, miembro de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, allí declaró que a los judíos no se los secuestró porque lo eran sino que cayeron con todos los que como ellos, eran militantes políticos, estudiantiles y gremiales. También contó que los que estuvieron con judíos desaparecidos vieron que se les castigó y humilló de un modo especial por su identidad.
En la cuestión de quiénes eran de origen judío, los genocidas tuvieron el mismo comportamiento que el nazismo, ellos determinaron quiénes eran judíos y debían ser castigados por ello, aún a personas sin ningún tipo de relación con el judaísmo. Sobre el trato recibido por los judíos, de sus verdugos, basta leer los informes de la CONADEP en el libro del “Nunca Más” y en todos los testimonios aportados por los testigos.
La  CONADEP  expresó que el antisemitismo era una especie de deformación religiosa que encubría la persecución política o ideológica: “El antisemitismo se presentaba como contrapartida a una deformación de lo cristiano en particular y lo religioso en general… La defensa de Dios y los valores cristianos fue una motivación ideológica simple para que pueda ser entendida por los represores, hasta en sus niveles organizativos y culturales. Esa necesaria identificación se hacía para forjar, en todo el personal represivo, una moral de combate y un objetivo tranquilizador de conciencias sin tener la obligación de profundizar las causas y los fines reales por los cuales se perseguía y castigaba, no sólo a una minoría terrorista, sino también a las distintas expresiones políticas, sociales, religiosas, económicas y culturales con tan horrenda metodología”.

También aquí se sostiene que hubo  una herencia ideológica y metodológica proveniente del nazismo en los procedimientos de tortura, en la simbología usada, lo explicó mejor el periodista ROBERT COX, en The Buenos Aires Herald que contó como vio dibujadas esvásticas de gran tamaño en las paredes del Departamento Central de Policía.
El antisionismo fue otro argumento utilizado por los asesinos, esta vez destacando el  rol promotor de Israel en tales planes y conjuras, y la doble lealtad atribuida a los judíos.
Se han determinado tres tipos de argumentaciones por parte de los verdugos contra sus víctimas, la tradicional antisemita, la racista nazi y la relación judaísmo y sionismo, el intentar separarlas puede producir una división artificial, ya que los tres tipos de argumentos aparecen, en la realidad, repetidamente mezclados y mutuamente ligados.
En el marco de un informe presentado por el CENTRO DE ESTUDIOS LEGALES Y SOCIALES (CELS), el testimonio de la ex-detenida, Ana María Careaga, proveyó  una generalización: "... el trato hacia los judíos era impresionante. Cuando, a veces, nos sacaban para golpearnos, elegían a los judíos por el sólo hecho de serlo".
Más específicamente, la intensidad del maltrato y la tortura han sido fehacientemente documentadas. BLANCA BECHER, detenida en la cárcel de Olmos, declaró: "... en mi caso, cada vez que concluían de torturarme por la mañana, como otras prisioneras, me decían que volverían a la tarde porque soy judía, y numerosas veces lo hicieron".
Cristina María Navarro, testimonió ante la Liga de ANTIDIFAMACION DE LA BNEI BRITH de Nueva York, que uno de los guardias -a quien llamaban El Zorro- tenía una predilección especial por golpear a todos los detenidos de apellido judío. También hay referencias de que detenidos judíos fueron puestos en pabellones con restricciones más severas por el simple hecho de serlo, y sin tomar en cuenta sus presuntos delitos. Así lo atestiguó  ANA MARÍA CAREAGA en el caso del centro de detención "la Leonera". En el caso de Sierra Chica, se dividió a los prisioneros en tres grupos: G-1, aquellos que no serían liberados mientras durase el gobierno militar; G-2, cuya liberación estaba en duda; y G-3, quienes irían siendo liberados paulatinamente.
Se estimaba que en G-1 había especialmente judíos, según el testigo Grutzky, quien también agrega que en todos los casos, prisioneros judíos sufrieron algún tipo de actitud antisemita.
El antisemitismo más enconado se evidenció cuando la familia DYSZEL publicó, en 1984, un anuncio en los diarios buscando a su hijo desaparecido con su esposa Mirtha. Y recibieron esta respuesta anónima: "Judío hijo de puta: Yo soy uno de los que mató al MIERDA DE TU HIJO y a la Puta de tu NUERA. Son 2 JUDÍOS SIONISTAS MENOS EN EL MUNDO. ¡Si vos supieras dónde los ENTERRAMOS!! Te morirías, Judío Puto".
Es decir, el hecho de presentar al Juez tres aspectos separados del antisemitismo, está basado en la búsqueda de una mayor claridad explicativa, pero no necesariamente reproduce la mentalidad del torturador, que evidencia un profundo odio a la víctima por su condición judía, sin establecer diferenciaciones.

ANA LARREA, ciudadana francesa residente en Argentina, secuestrada, prisionera en instalaciones de la Fuerza Aérea, y luego liberada y sacada del país por las fuertes presiones de la embajada francesa en Buenos Aires, relató a COSOFAM de Barcelona que durante la tortura era objeto de recriminaciones constantes por haberse casado con un judío y se la obligaba a ponerse de rodillas y rezar, para luego continuar con la tortura física.
Una vez lograda la democracia y bajo la presidencia de Alfonsín, se produjeron diversas amenazas e intimidaciones, particularmente en las escuelas judías. Desde los sectores antisemitas y reaccionarios se mofaban del Gobierno del radicalismo como el Gobierno de la Sinagoga Radical.

En el período que le continuó, durante el menemismo, fue donde tuvieron lugar los terribles atentados contra la EMBAJADA DE ISRAEL y la sede de la AMIA, de los cuales estamos todavía esperando que nos digan quiénes fueron, cómo lo hicieron y cuál será su castigo.
 Los personeros de esta ideología cooptaron las instituciones más conservadoras de la Argentina, entre ellas las Fuerzas Armadas y de Seguridad del Estado, implementando los planes de estudio con todas las obras de derecha -fuertemente antisemitas- anteriormente mencionadas y el aporte ideológico del nazismo.
Todo lo que ha sucedido posteriormente es fruto de la estrategia llevada adelante por estos sectores del nacionalismo argentino. La metodología empleada, los ataques, las torturas, los asesinatos, la propaganda, los discursos y la literatura que utilizaron, tuvieron sus orígenes en ese período. 

La ideología antisemita expresada durante la dictadura y durante todos estos años, tuvo su matriz originaria en ese período y tiene continuidad en la actualidad. Es importante señalar que estos grupos son muy minoritarios, no tienen arraigo ni logran el apoyo de la mayor parte de la población, su poder reside en la vinculación que mantienen con integrantes de los sectores del Estado donde están las Fuerzas Armadas, la Policía y los Servicios de Inteligencia.
Su ideología nazi fascista y las relaciones que establecen con sectores del poder político que  los necesita y utiliza, les hacen ser ejecutores y cómplices de los peores hechos que han tenido lugar en la Argentina.
Tal vez, por esta razón, la comunidad judía padece agresiones antisemitas y como, el resto de sociedad, sufre el autoritarismo y la violencia.
En la oscura trama tejida entre el poder y los intereses económicos ligados a la política, la impunidad y la corrupción forman  parte de la endeble democracia argentina. La violencia antisemita también es una consecuencia de todo ese complejo proceso que en algún momento deberá ser desmontado.


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