PARA UN MOMENTO DE REFLEXIÓN.
“Disney
expulsa lo productivo y lo histórico de su mundo, tal como el imperialismo ha
prohibido lo productivo y lo histórico en el mundo del subdesarrollo. Disney
construye su fantasía imitando subconscientemente el modo en que el sistema
capitalista mundial construyó la realidad y tal como desea seguir armándola.”
---- Nunca
me di
cuenta que en este pato pudieran existir mensajes subliminales.
Aunque los cuentos de hadas son hoy en día
historias infantiles, fábulas inocuas pensadas para entretener a los más
pequeños, se sabe que en su origen eran relatos
desagradables, donde la violencia lo impregnaba todo (como se puede comprobar con la primera edición sin censura
de los cuentos de los hermanos Grimm.)
Lo que
quizá se ignora es que esos cuentos tan famosos no salieron solo de la mente
privilegiada de los HERMANOS GRIMM o de PERRAULT, sino que se basaban en
leyendas y otros pedacitos de la literatura oral, que a su vez, habían sido
creados recogiendo determinados sucesos históricos (y tejiendo una red de
fabulación a su alrededor.)
De hecho, los cuentos que hoy se conocen de los HERMANOS GRIMM, Surgieron de su
vocación de etnógrafos. Recorrieron toda Alemania con el objetivo de documentar
los cuentos de la tradición oral, que se estaban perdiendo a principios del
siglo XVIII.
El origen de historias como BLANCANIEVES o HANSEL
y GRETEL se encuentra en hechos reales (y bastante truculentos) sobre los
que se repetían multitud de historias, que cada vez, probablemente, se alejaba
más del original.
Los autores de cuentos de hadas (tanto los
hermanos Grimm como Perrault) lo que hicieron fue coger esas historias,
añadirles unos toques de magia, otros de estilo, y convertirlos en un nuevo
género literario.
El origen de algunos de esos cuentos de hadas
tan famosos.
BLANCANIEVES
Y LOS SIETE ENANITOS. Blancanieves está basado en una condesa
alemana del siglo XVI, Margarete von Waldeck, a la que su madrastra envió
a la corte flamenca con el objetivo de mantenerla lejos. Allí conocería (y se
haría amante) de Felipe II, pero la idea de que se convirtiera en princesa le
resultaba insoportable a su madrastra.
También el padre de Felipe II estaba en
contra de esa unión, ya que le parecía políticamente desventajosa. Por eso
entre los dos urdieron el envenenamiento de Margarete, que fue llevado a cabo
por agentes españoles.
Por si esto fuera poco, su hermano contaba
con una mina de cobre, en la que trabajaban niños que, por las duras
condiciones de trabajo, quedaban en muchos casos deformes y no llegaban a
crecer, por eso se les denominaba despectivamente “los enanos”. Además, en la
zona había un señor mayor que ofrecía manzana y otras frutas envenenadas a los
niños que creía que querían robarle.
HANSEL
Y GRETEL.
El origen de este cuento puede estar en la hambruna que sacudió Europa Central
entre 1315 y 1317, cuando la muerte y asesinato de niños pequeños se convirtieron
en una práctica casi habitual. Muchos padres desesperados dejaban abandonados a
sus hijos antes de sacrificar (y comer) a todos los animales que tenían a mano.
Esta historia se pudo mezclar con la de
Katharina Schraderin, una exitosa panadera germana que a principios del siglo
XVII inventó una receta deliciosa para hacer galletas de jengibre. Otro
panadero de su ciudad, celoso, la acusó de ser una bruja, y algunos vecinos
furibundos decidieron quemarla en su propio horno (y así lo hicieron).
CENICIENTA. Se cree que este
cuento se puede basar en la historia de Rhodopis, una mujer griega capturada
sobre el año 500 y vendida como esclava en Egipto. Su belleza encandiló a su
amo, quien le hizo numerosos regalos, entre ellos, un par de zapatos dorados.
Sería con esos zapatos con los que la
conocería el Faraón, quien insistiría en casarse con ella (aunque no sería una
de sus esposas principales y sus funciones se limitarían básicamente a
satisfacerlo sexualmente).
BARBAZUL. Para diseñar al
terrible Barbazul, el escritor francés Charles Perrault posiblemente se inspiró en dos
personajes históricos diferentes. Por un lado, en Conomor, un jefe medieval
bretón que pasó a la historia por su crueldad, y del que se dice que mató a
todas sus mujeres cuando estas se quedaban embarazadas, ya que le había sido
anunciado que sería asesinado por su propio hijo.
Por el otro, en Gilles de Rais, un barón del
siglo XV que luchó junto con Juana de Arco en la Guerra de los Cien Años, y que
al volver del campo de batalla se convirtió en un asesino en serie, tratando de
conseguir, a través de la alquimia, la magia negra y el sacrificio de niños,
fabricar oro.
RAPUNZEL. El origen de este cuento podría emparentarse
con el de la mártir Santa Bárbara. Al parecer, en el siglo III, un próspero
mercader pagano prohibió a su hija tener pretendiente alguno. Para evitarlo,
cuando se iba de viaje la dejaba encerrada en una torre de casa. Y aquí se
acaban todas las similitudes, porque a lo que se dedicó la muchacha fue a rezar
y hacerse cristiana, de forma que el cónsul romano de la ciudad obligó a su
padre a decapitarla o perdería todas sus fortunas. Y la decapitó.
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