martes, 25 de septiembre de 2012

Papel picado.


  
Que la vida es un esfuerzo inútil, no me  cabe la menor duda. Que en Latinoamérica hay un enorme déficit de seres humanos es una realidad. Sino la  gente no  viviría tan mal.

Fui devoto de la prensa escrita quizá porque Mis Padres lo eran.
Haciendo un repaso de las distintas realidades que me tocaron  vivir puedo decir que lo único que acumulé, a lo largo de los años,   fue   un montón de papel picado.

Pienso en la prensa gorila que  no logró evitar el ascenso de Perón. En la prensa adicta que no pudo evitar la caída de Juan Domingo.
Pienso en esos personajes de la prensa vernácula que alentaron la caída del expresidente  Arturo Illia. Entre otros: los conspiradores Juan José Güiraldes, Mariano Grondona  y Mariano Montemayor, Y  el camaleón  Bernardo Neustadt. Las intrigantes revistas Confirmado  y Primera Plana, ambas fundadas por Jacobo Timerman. Sin poder obviar  las editoriales tendenciosas  de La Nación y de La Prensa.
Y la indiferencia de la prensa democrática que no evitó  la destitución del  gran republicano.

Tampoco  la prensa israelí  no pudo evitar el ascenso de Netanyahu; ni la estadounidense de los Bush; ni la italiana de Berlusconi; y ni la española de Rajoy. Y todo quedó reducido a papel picado.

 Recuerdo cuando la  prensa mundial describía con pelos y señales el accionar sanguinario de los yanquis en Vietnam; quienes no dudaron en reaparecer   en Irak y en Afganistán.  Y  los diarios terminaron contando las atrocidades cometidas  por los  soldados norteamericanos y sus aliados  en capítulos, como si fueran parte de una novela.

Volviendo  a estos pagos, recuerdo el cúmulo  de notas publicadas por Página/12 describiendo  los zafarranchos del exterminador del Estado, el ahora denostado, Carlos Menem, quien después de dos gobiernos consecutivos  aún no fue indagado por las muertes/
asesinatos ocurridas durante su gestión.
Mientras tanto  el pueblo riojano  lo eligió  senador.  Y el resto es papel picado.

Es papel picado cuando los medios gráficos recomiendan no tomar gaseosa, por sus efectos secundarios;  no exponerse al sol  en determinados horarios especialmente en épocas veraniegas; o no beber alcohol cuando se maneja y así sucesivamente.

La falta de credibilidad de la mayoría de los   medios gráficos argentinos, es porque  sus dueños tienen el culo sucio.   

Cuando escucho quejarse a los propietarios  de los  diarios más importantes del país porque  dicen que son  censurados, discriminados, o perseguidos,   pienso que tienen una muy mala  memoria.  Se olvidan de aquellos tiempos, sin la menor muestra  de remordimiento,  se comían crudos a los pescados más chicos.

En este momento, pleno siglo XXI, la Argentina no tiene medios gráficos que representen a los distintos sectores del pensamiento popular. Y esto hace que mucha gente, habituada a leer,   opta  por  el diario digital. Y se evita  caer en el pensamiento único, tendencioso y enfermizo.   

Hago una salvedad: la culpa es compartida con el  poder judicial  menos creíble que los propios pasquines.
  El enriquecimiento ilícito del  funcionario, y las  correspondientes denuncias periodísticas, se resumen en  papel picado por  la indiferencia de la Justicia,

La vida es una fotocopia y nada va cambiar.

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