domingo, 9 de septiembre de 2012

Inundaciones: lo importante es garronear.


“La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio.” Marco Tulio Cicerón (escritor, orador y político romano.)

 

Desde que tengo uso de razón, hace bastante tiempo,  las inundaciones han sido uno de los grandes  flagelos de la Argentina. Y en pocos lugares se han tomado serias medidas como para evitar las consecuencias de los cataclismos hídricos.

 

La Provincia de Buenos Aires tiene hoy  diecisiete distritos bajo el agua y sus  municipios le piden  al Gobierno bonaerense  que declare la emergencia agropecuaria.

 

Según los cálculos estimados las pérdidas materiales pueden  alcanzar los  cinco mil millones de pesos.
No hace falta ser muy piola para preguntarse si con este dinero que se   llevó el agua no hubiese  mejor sido  invertir en prevención construyendo   una serie de obras tendientes evitar el anegamiento de los campos. Y con el sobrante, si no se lo afanaban,  se podía crear un sistema de riego para las épocas en que se producen las sequías. 
Pero no,   los dueños de las tierras han aprendido a llorar, a ponerse en victimas,  pegarle el mangazo al Estado, en vez de buscar soluciones.
El Gobierno provincial   tiene una gran parte de culpa por no tomar decisiones de fondo para que nadie se haga el distraído.
En muchos casos los propietarios de las tierras inundadas solo saben dónde  quedan, pero no son los que las trabajan, porque  se las  arriendan a terceros.  Eso sí: cuando  obtienen los subsidios  se quedan  con la torta mientras que a los pobres arrendatarios les tiran unas migajas.
Lo más triste de todo esto, que los subsidios de los que se nutren los grandes empresarios argentinos, solamente sirven para engordarles  los  bolsillos. Y aumentan  sus   ganancias cobrándole  al consumidor final  precios desorbitantes, peor que si fueran artículos  importados o no subvencionados.
Ni que hablar de los patrones que brindan los  Servicios Públicos.
Ni en la época de la Colonia, se viajaba tan mal como ahora. Llamar Medios de Transporte a las chatarras    que existen  en gran parte del país,  es burlarse de la gente y de sus padecimientos. Y todos están subsidiados. Es decir no invierten un mango en nada, quizá para pagar una coima al funcionario que les abrió las puertas al curro.

Cuando el  Gobierno Nacional  habla de los problemas que afectan al país por culpa de otros, realmente termina siendo una cargada. En cualquier lugar de Europa se come más barato que en la Argentina y se viaja en unidades que aquí no existen  ni siquiera en fotos. 
Como siempre lo importante es ganar defecando  sobre los sectores más humildes de la población que son importantes  cuando  votan, pero no existen cuando hay que   escucharlos.
 La vida es una fotocopia y un cúmulo de mentiras de la que se valen los mentirosos para ocultar la verdad. 

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