viernes, 13 de abril de 2012

¡Cuánta tristeza..!


¡Cuánta tristeza..! Ver como mi vida se agota en un montón de mentiras las mismas que escucharon mis padres, y que escucharán mis hijos.

Nadie corrige el pasado, yo no corregí el presente y difícilmente mis hijos podrán hacer algo en el futuro.

El hombre es socialmente inmoral e individualmente corrupto.

El dinero es la vertiente de todos nuestros males.

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¡Cuánta tristeza..! Tener que salir a buscar trabajo y no encontrarlo.

¡Cuánta tristeza..! Tener que trabajar por una miseria lo que es la pobreza asalariada.

¡Cuánta tristeza..! Darse cuenta que los hijos se fueron y los padres no hemos tenido tiempo de

disfrutarlos.


¡Cuánta tristeza..! Ver a un Policía multiplicar sus horas de trabajo para poder sumar un mango.

Y después se pretende que corra a los delincuentes.

¡Cuánta tristeza..! Escuchar a los políticos jurando ser buenos tipos, utilizando a Dios, la Patria y todos los santos y después, quitarle a la gente hasta su conciencia.

¡Cuánta tristeza..! Que los pobres no puedan festejar una fiesta como Dios manda, porque para los empresarios y comerciantes Dios no existe.


¡Cuánta tristeza..! Estar enfermo y recurrir a la asistencia pública, a una clínica o a un hospital y encontrarse que al médico se le ocurrió faltar.

Y si está tener que esperar hasta que se le ocurra atender.

¡Cuánta tristeza..! Ir a una farmacia para comprar un medicamento y no

poder hacerlo porque ha vuelto a aumentar por segunda vez en el mes.

¡Cuánta tristeza..! Darse cuenta que los laboratorios son ladrones de guantes blancos o asesinos silenciosos: con tal de facturar no les importa que la gente se muera.

¡Cuánta tristeza..! Vivir en la soledad de una sociedad donde la Justicia nunca se siente obligada a cuidar del ciudadano.

¡Cuánta tristeza..! Ser viejo y desprotegido, donde hay un poder que no le importa que el anciano viva en la penumbra de la miseria.

La muerte lo termina tapando todo.

¡Cuánta tristeza..! Al recordar la infructuosa lucha que en favor de los arrinconados viejos, sostuvo por años la pobre Norma Beatríz Guimil de Plá que se terminó muriendo de cáncer.

Y sus viejitos siguen boqueando. Como antes de ella y después de ella.

¡Cuánta tristeza..! Creer en Dios, sabiendo que el pobre está prófugo después que vio la macana que se mandó creando a la especie humana.

¡Cuánta tristeza..! Que la prostitución sea una variante del placer físico, cuando se puede tener sexo sin tener que llevar a una mujer a convertirse en mercadería o ser sobornada mediante una paga.

¿ Qué habrán pensando los jueces brasileños que liberaron a un violador? El argumento en el fallo que sus dos víctimas son prostitutas. Ellas tienen doce años.

¡Cuánta tristeza..! Ver como inocentes se pudren en la cárcel y asesinos andan suelto.

¡Cuánta tristeza..! Que nadie cuide el medio ambiente a pesar de los peligros que nos acechan.

Acaba de fallecer Frank Sherwood Rowlan, premio Nobel de Química quien demostró que

los clorofluorocarburos (CFC), utilizados en los sistemas de refrigeración y como propulsores de los espray, son letales para la capa de ozono.

Y nadie le dio bolilla.

¡Cuánta tristeza..! Mentir a la gente diciéndoles que sus problemas económicos son por culpa del Mercado.

¿Por qué no decir que el Mercado es el mayor delincuente que existe sobre este planeta?

¡Cuánta tristeza..! Escuchar a los economistas ofreciendo soluciones mágicas, cuando ellos son los que asesoran a los grandes grupos económicos para que se llenen los bolsillos hambreando a la gente

¡Cuánta tristeza..! Hablar de Malvinas y dejar al país en manos de especuladores propios y ajenos, a quienes no les importa destruir campos y bosques para hacerse sus propios negociados.

¡Cuánta tristeza..! Ver a una generación embrutecida porque la Educación no es una prioridad para los gobernantes.

¡Cuánta tristeza..! Ver a cientos de personas hacinadas en geriátricos, maltratadas, humilladas, sin que nadie se preocupe por ellos, ni siquiera sus propios familiares.

¡Cuánta tristeza..! Que los hombres probos aquellos que consiguieron la Independencia solo sirvan para hacer del feriado un largo paseo de fin de semana.

Si a los jóvenes no se les enseña a respetar a sus héroes, tampoco respetarán a sus padres.

La vida es una fotocopia.

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