miércoles, 9 de marzo de 2016

LA MENTIRA FALOPERA, PARA ACRECENTAR UN NEGOCIO.

Una reflexión que no hay porque compartir.


 Algunos creen y otros afirman que las drogas, son una parte más del oficio del “rock”.
Esto puede ser porque la mayoría descubrimos o reconocemos en esas letras una temática de adicciones y vicios. Sin embargo, las drogas como la COCAÍNA Y LA MORFINA, entre otras, están presentes en la sociedad por lo menos desde 1910  y  EL TANGO  no fue ajeno a ese acontecimiento
Uno de los primeros ejemplos fue el tango “Los dopados”, que era solo instrumental hasta que a pedido de Aníbal Troilo, Enrique Cadícamo le agrega letra, pero le cambia el nombre y de “LOS DOPADOS” pasa a ser “Los mareados”. Podemos encontrar  claras menciones a las drogas en los siguientes versos…“Rara… como encendida te hallé bebiendo linda y fatal… Bebías y en el fragor del champán, loca, reías por no llorar… Pena me dio encontrarte pues al mirarte yo vi brillar tus ojos con un eléctrico ardor, tus bellos ojos que tanto adoré…” la descripción de “rara”, “como encendida” “tus ojos con un eléctrico ardor”, mostrarían que más allá de los efectos del champán, la mujer está bajo el efecto de la cocaína…

En el tango “A MEDIA LUZ”, los versos describen un lujoso prostíbulo de los años veinte situado en “Corrientes 348…segundo piso ascensor”… “Los domingos, tés danzantes, los  lunes, desolación.  Hay de todo en la casita, almohadones y divanes, como en botica, cocó”. Hace referencia a las boticas (las farmacias) donde se podía comprar cocaína ya que no era una droga ilegal. O sea que en el prostíbulo se conseguía cocaína.

En 1926 Manuel Romero escribe los versos de “VIEJOS TIEMPOS”… y deja un poco en claro que antes de 1910 los hombres se drogaban solo con Tabaco y Alcohol…cuando dice…”Eran otros hombres, más hombres los nuestros / No se conocía cocó ni morfina”…

RECORDEMOS QUE LA PENALIZACIÓN DEL CONSUMO DE DROGAS en la Argentina empezó en el gobierno de Marcelo de Alvear (Asumió en 1922) pero en julio de 1924 promulgó la Ley 11.309, reprimiendo con prisión “de seis meses a dos años” al farmacéutico que “venda o entregue o suministre alcaloides o narcóticos sin receta médica”; en julio de 1926 promulgó la ley 11.331que comprendía ahora también a quienes “tengan en su poder las drogas a que se refiere esta ley y que no justifiquen la razón legítima de su posesión”.Después del golpe de estado de 1930 En la presidencia de Ramón Castillo, su ministro de Educación GUSTAVO M. ZUVIRÍA ( UN CONSAGRADO ANTISEMITA),  aplicó el canon civilizador a la “barbarie” entonces la censura del lunfardo fue paralela al de las drogas en las letras de los tangos.
Esta censura le abrió el camino a la década del cuarenta para que sea la de “oro del tango”, dándole paso a  Hornero Manzi, José María Contursi y Cátulo Castillo y a las orquestas legendarias  y  clubes llenos de  milongueros, el tango en ese momento dejo a tras su origen marginal y paso a ser popular…
Pero no solo las letras, fueron muchos los cantantes y músicos que lamentablemente padecieron las drogas, uno de los ejemplos más significativos es el de Aníbal Troilo y su adicción al alcohol y a la Cocaína

EL CONFLICTO LIBANÉS, tuvo su origen en el deseo de Siria, entre otros de hacerse del CULTIVO DE HACHÍS es habitual en aquellas zonas, como el Valle de Bekaa, que combinan una altitud elevada y una abundante exposición solar. Este rasgo característico del Líbano, que podría revitalizar sus zonas rurales, se ha visto debilitado por las políticas agrícolas impuestas desde el exterior. Los riesgos sanitarios asociados al consumo del cannabis son mínimos comparados con los producidos por el consumo de tabaco y alcohol y con los resultados de la guerra contra el cultivo de cannabis, que solo afecta a los segmentos más pobres de la sociedad. 
Hace algunos años, diversas organizaciones libanesas, entre las que se encontraban algunos movimientos de izquierdas, lanzaron una campaña mediática para advertir de los peligros del cannabis y del aumento del consumo en los jóvenes. Aunque sus intenciones eran nobles, la campaña difundía diversos errores. El primero estaba relacionado con las afirmaciones médicas que la acompañaban, similares a la propaganda difundida en Estados Unidos en la década de los cuarenta para desanimar a los consumidores de marihuana: se decía que esta droga podía volver locos a quienes la consumían, que la gente se tiraba por las ventanas bajo sus efectos, y que llevaba a la delincuencia y al crimen.
El principal problema se relacionaba con la mentalidad “beirutí”, que llevó a movimientos izquierdistas que afirman hacer suyas las quejas de los pobres y los marginados a combatir y criminalizar al hachís en lugar de demandar su legalización y acabar con la prohibición de su cultivo.
EL ASUNTO ESTÁ MUY CLARO. Los activistas urbanos sienten indiferencia –e incluso menosprecio- por la suerte de cientos de miles de campesinos de su país. Dan su apoyo a políticas y leyes que han servido para empobrecer a buena parte del Líbano rural, bien porque están centrados en temas “más importantes” (como el rechazo a la ampliación parlamentaria y la “rebelión contra el sistema sectario”), o bien por ser portadores de un punto de vista burgués que pretende preservar la normalidad y la moralidad. La adopción o defensa de ese punto de vista sería inocua si no se produjera a expensas de los segmentos más vulnerables y desfavorecidos de la sociedad.
Hasta la fecha no se han realizado estudios adecuados sobre las repercusiones sociales o el deterioro económico que ha causado en Hermel y el Valle de la Bekaa la prohibición del cultivo de cannabis en los noventa. Tampoco hay estudios sobre la prosperidad de la región y el desarrollo local que se produjeron mientras se permitió su cultivo, cuando el resto del país experimentaba, paradójicamente, las peores etapas de la guerra civil. Por todo ello, el gobierno abandonó a los agricultores siguiendo las presiones internacionales.
Una reflexión que no hay porque compartir.


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Escribió José Theodoro Corrêa de Carvalho (prof., doctorado en la Univ. de Madrid)
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LA COSTUMBRE DE DROGARSE NO ES NUEVA. Históricamente, el hombre siempre ha consumido sustancias que alteran el funcionamiento normal del sistema nervioso central. El alcohol y los opiáceos fueron los primeros psicoactivos empleados con esta finalidad ya alrededor de año 5.000 adC. Se estima que el cáñamo (CANNABIS SATIVA) se cultiva en China desde hace 4.000 años. En América, el imperio incaico (andino) sacaba tres cosechas anuales de HOJA DE COCA (erythroxilum coca lam) las cuales se utilizaban como analgésico y energizante de uso diario, especialmente, en virtud de la fatiga producida por la altura.
En la sociedad Azteca, igualmente se empleaba la ingestión del hongo llamado TEONANACATI y el consumo de PEYOTE con fines religiosos.
Los descubrimientos arqueológicos revelan que las vasijas ya existían en 8.000 adC.,  y que, por lo menos, en 5.000 adC.,  eran empleadas para ALMACENAR MIEL. De ahí se deduce que la miel fermentada y diluida en agua (aguamiel o hidromiel) haya sido el primer vino para consumo humano. Desde entonces el ALCOHOL ha formado parte de la vida humana.
 LAS BEBIDAS FERMENTADAS eran muy frecuentes en todas las comunidades y las bebidas fermentadas se convirtieron en artículos importantes de comercio colonial, después de las grandes navegaciones. Por último, durante el siglo XX se ha producido el fenómeno de la globalización de los patrones de consumo, especialmente después de la SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, cuando la bebida alcohólica deja de estar asociada a las comidas y la nueva pauta de consumo pasa a ser la ingesta de grandes cantidades en breve espacio de tiempo, asociada a actividades de ocio. Los opiáceos también poseen una larga historia.
EL OPIO, JUGO DE UN TIPO DE AMAPOLA, es una de las drogas más versátiles conocidas. Gracias a su ingrediente activo, la morfina, el opio adormece el dolor, produce júbilo, induce el sueño y reduce las aflicciones.
LA PLANTA DE LA AMAPOLA, conocida como adormidera, siempre fue utilizada como alimento, forraje y aceite, pero hay registros históricos de que sus funciones psicotrópicas ya eran conocidas en 3.000 adC.
DEL ORIENTE MEDIO, donde era muy empleado por la medicina, se extendió hacia India y, después, en el siglo IX, hasta China.
En Europa occidental el opio adquirió importancia terapéutica en el siglo XVI, después de los viajes del médico y alquimista suizo PARACELSO, que difundió el uso de la “piedra de la inmortalidad” para diversos fines en forma de LÁUDANO o tintura.
EN CHINA era inicialmente consumido oralmente y como medicina. Después, en el siglo XVII, se hizo popular en aquel país el consumo de opio fumado. El consumo se incrementó de forma alarmante y la producción interna no era ya suficiente. Se estima que en el siglo XIX eran 16,2 millones los chinos adictos al opio fumado (6% de la población adulta).
EL INTENTO DE FRENAR EL COMERCIO DE OPIO GENERÓ DOS GUERRAS SUCESIVAS (1839-1842 y 1856-1858), entre Inglaterra y China, culminando con la derrota china y la obtención de una serie de privilegios por parte de Inglaterra, como la completa legalización del comercio de opio indio y la pérdida de la administración de Hong Kong.
Hasta finales del siglo XIX el consumo de opiáceos no constituyó un verdadero problema sanitario en Occidente. Sólo con la popularización de la cultura de consumir opio recreativamente y con el rápido incremento de los casos de adicción, sonó la alarma social para este problema14.
LA MORFINA, en honor al dios del sueño Morfeo, fue aislada del opio a principios del siglo XIX por el alemán Fiedrich William Sertüner y pasó a sustituir (junto con la codeína) al opio en los tratamientos médicos especialmente después que se
introdujera la inyección hipodérmica como procedimiento terapéutico, en 1855. Posteriormente, en 1874, fue creado el primer opiáceo semisintético, la diacetilmorfina, también conocida como HEROÍNA. Unos años más tarde fue comercializada por BAYER (cuando hay un laboratorio  de por medio, todo se legaliza), como sustancia antitusígena y como sustituto del opio y de la morfina en los tratamientos de deshabituación. La heroína alcanzó gran éxito comercial en todos los continentes, por su alto efecto antiálgico y estimulante. Sólo muchos años después dejó de ser comercializada para este fin.
 LA HEROÍNA empezó a popularizarse como droga recreativa en Estados Unidos y en Inglaterra primero y, después, en casi todo el mundo, generando algunas olas de comportamiento heroinómano, que culminaron con la muerte de por lo menos una generación de adictos de heroína inyectable (yonquis). Después de los 70 se ha convertido en el símbolo por excelencia de los efectos perniciosos de las drogas.
EL USO Y EL CONSUMO DE LOS DERIVADOS CANNABICOS también es muy antiguo. Originario del Asia Central, la planta cannabis pudo haber sido cultivada desde hace 10.000 años. Registros arqueológicos permiten constatar que el cannabis ya era empleado como fuente de fibras textiles (EL CÁÑAMO), en el 4.000 adC. Posteriormente, fue muy utilizado para hacer alpargatas, cuerdas, sacos, ropas y velas de barcos. Sus propiedades alucinógenas fueron descubiertas por primera vez en el Oriente. Algunos escritos chinos que se remontan al año 3.000 adC.,  ya indicaban que “el cáñamo tomado en exceso hace ver monstruos, pero si se usa largo tiempo puede comunicar con los espíritus y aligerar el cuerpo.”
En Europa medieval su uso por las hechiceras estaba muy difundido y, tiempo después, los médicos pasaron a adoptarla como remedio. Hildegard von Binger (1150) recomendaba en Alemania el cáñamo para problemas de estómago y para heridas. Afirmaba que “quien tenga una mente confusa y sufra dolores de cabeza puede comerlo y éstos disminuirán” y alertaba que “para las personas de mente débil será perjudicial abandonarse al cáñamo”. Durante todo el siglo XIX fue empleada con fines recreativos y médicos, hasta que su utilidad terapéutica se vio reducida por su instabilidad farmacológica y por el surgimiento de nuevas medicinas más eficaces. El problema del abuso del cannabis siempre estuvo restringido a determinados y pequeños grupos, hasta que en los años 60 del siglo pasado, la cultura hippie y de las músicas rock y reggae extendieron su uso recreativo a todos los niveles y capas sociales, cuando pasó a ser asociado a la rebeldía de la juventud.
Hasta 1859, cuando ALBERT NIEMANN AISLÓ LA COCAÍNA de la hoja de coca, el consumo no era notable fuera de América, pues el complicado transporte de las hojas generaba la pérdida de los principios activos. Con la mejora del embalaje del producto y con el aislamiento de su principio activo, la cocaína empezó a ganar espacio entre los consumidores europeos. Los laboratorios (Merck y Parke Davis) aislaban la cocaína en América y transportaban el producto en bruto. En 1863, un farmacéutico francés, Angelo Mariani, creó un preparado de extracto de coca y vino (Vino Mariano) que tuvo gran éxito comercial como bebida tonificante.
Una imitación del vino Mariano, creada por el americano JOHN STYTH PEMBERTON, resultó en la mismísima Coca-Cola. Su fórmula original contenía vino, cocaína y cola (una nuez africana que contiene cafeína). Con el pasar del tiempo, fue extraído el vino, después la cocaína y, en la actualidad, la cola ha sido sustituida por cafeína sintética. Se puede, incluso, comprar la bebida sin cafeína y sin azúcar.
El uso médico de la cocaína tuvo un gran desarrollo a finales del siglo XIX. PAOLO MANTEGAZZA escribió un tratado sobre la coca, describiendo sobre todo sus efectos estimulantes y euforizantes, aconsejándola para el tratamiento de las enfermedades nerviosas. Muchos experimentos fueron realizados y Sigmund Freud fue unos de los entusiastas de su aplicación para combatir la debilidad nerviosa, la indigestión, la malnutrición, la impotencia, el asma, el alcoholismo y la adicción a la morfina. En su artículo “Uber Coca” (1884) afirmaba que la cocaína era eficaz en el tratamiento de la adicción a la morfina y que no generaba ningún otro problema. Algunos años después intentó, sin éxito, justificar sus errores en lo relativo a este tema. Después de que las fábricas alemanas y holandesas aumentaran la oferta del producto, su precio descendió de 280 dólares por onza (28,7 gramos) en 1885 a 3 dólares en 1914, lo que favoreció una epidemia de adicción desde Estados Unidos hasta India. En esas fechas varias normas restringieron y prohibieron la comercialización libre del producto.
A partir de los 70 del siglo pasado, COLOMBIA Y BOLIVIA volvieron a dominar el comercio mundial de cocaína, con exportaciones en gran escala a Europa occidental y, principalmente, a Estados Unidos, generando una epidemia de consumo nunca vista anteriormente. En algunos países se crearon peligrosas mezclas de la pasta base de la cocaína con productos químicos (crack, basuco, base libre y merla), todas ellas con elevado contenido tóxico y bajo coste económico.
Se acepta que la primera cultura en utilizar las HOJAS DE TABACO para fumarlas fue la maya, desde 2.000 adC.,  cuando los conquistadores españoles llegaron al nuevo mundo en 1492, liderados por Colón, encontraron en la Isla de Haití (que se denominaba Tabago) un indígena que se dedicaba a “chupar con deleite el humo producido por unas hojas arrolladas en forma de cilindros y encendida por uno de sus extremos”. Sus posibles virtudes terapéuticas, llevaron a los conquistadores de la América hispánica a trasladar las semillas para su cultivo al viejo continente a principios del siglo XVI. Los españoles también llevaron su cultivo hacia Prusia y Filipinas (de donde se desplazó hacia China) y los portugueses la diseminaron por Italia, África, Java, India, Japón e Irán
Con la invención de la máquina de liar cigarrillos, en 1855, el consumo de tabaco creció de forma alarmante y la industrialización llevó a las empresas tabaqueras a detentar un enorme poder comercial, especialmente en Estados Unidos, Europa, Turquía y China Actualmente se tiene plena conciencia de los muchísimos problemas de salud generados por el consumo de tabaco, lo que ha llevado a la Organización Mundial de Salud (OMS) a definir el tabaquismo como la principal causa evitable de muerte precoz. COMO LA NICOTINA es una de las sustancias que más adicción genera, sigue teniendo muchos adeptos.
LA CAFEÍNA, la droga más consumida en el mundo, es la más reciente entre las seis drogas analizadas históricamente. Aunque la planta ya existía hace miles de años en Etiopía, su difusión como estimulante empezó en Arabia en el siglo X de nuestra era.
LA PLANTA DEL CAFÉ es originaria de Etiopía y cuenta la leyenda que un monje al observar cómo se quedaban agitados los animales después de comer sus frutos, decidió probarlos. Fue en el siglo XVIII cuando el consumo de café eclosionó en Europa y las colonias pasaron a ser los centros de producción para abastecer al viejo mundo, llegando a producir el 70% de la producción mundial. También se popularizó empezar el día con un café au lait. Además del café, la cafeína también está presente en otros dos alimentos muy consumidos por la población mundial: el té y el chocolate.
EL USO DE SOLANÁCEAS ALUCINÓGENAS, como el beleño, la belladona, las daturas y la mandrágora, se remonta a viejos testimonios del Medio y Extremo Oriente. En Europa, estaban ligadas tradicionalmente con la brujería, siendo empleadas en contextos ceremoniales y terapéuticos. A ellas se atribuyan fenómenos de levitación, telepatía y fantásticas proezas físicas. En Eurasia era muy abundante la amanita muscaria, un hongo psicoativo empleado por los chamanes de Siberia en sus rituales.
EN AMÉRICA, las antiguas civilizaciones indígenas también tenían la costumbre de utilizar las plantas alucinógenas en sus ceremonias. A partir del siglo X, adC. hay piedras-hongo entre los monumentos de la cultura de Izapa, en la actual Guatemala. En la región de Perú también se encontraron pipas de cerámica del siglo IV adC.,  con una figura del PEYOTE, un cactus alucinógeno que contiene mezcalina.
En nuestros días, el alucinógeno blando más consumido sigue siendo el cannabis, pero ningún otro tuvo tanta importancia en el movimiento de la contracultura de los sesenta del siglo pasado como el ácido lisérgico, que es el nombre con el cual se denomina el núcleo común de todos los alcaloides presentes en el cornezuelo de centeno o Claviceps purpurea.
EL LSD 25 fue descubierto accidentalmente por el químico suizo ALBERT HOFFMAN en el año 1938 cuando trataba de encontrar una sustancia análoga a un estimulante del sistema circulatorio. Una vez concluida la Segunda Guerra Mundial, laboratorio SANDOZ se dedicó a difundir el descubrimiento, bajo el nombre comercial de Delycid. Era empleado experimentalmente para facilitar la psicoterapia y para combatir algún trastorno como el alcoholismo crónico, anomalías sexuales, etc, Después cuando se comprobó que los efectos producidos eran imprevisibles, terminó prohibiéndose.
El uso ilegal de esta droga se generalizó a partir de los años 60-70 asociado a la llamada "contracultura" siendo utilizado por universitarios, intelectuales, artistas y músicos en busca de otros estados de conciencia. 
En la actualidad, siguen siendo utilizados el LSD, los hongos mágicos, la mezcalina, el peyote, pero están de moda otros alucinógenos de origen sintético, como el DOM, DOET, DOB, TMA, MDE, MBDB, TMT, MDA y el MDMA. En general tienen un efecto estimulante y alucinógeno y están vinculados a determinados grupos urbanos, como el movimiento new age y el rave. En España están asociados a la ruta del bacalao45.
Las drogas sintéticas o de diseño son el nuevo desafío para las autoridades de represión del mercado de drogas, pues en general son de fácil fabricación y circulación, lo que favorece su difusión ilegal. Además, están desvinculadas de rituales religiosos como ocurría en la antigüedad con los alucinógenos naturales.
LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL propició su administración a los soldados de forma masiva, con el objetivo de combatir la fatiga y mantenerlos alertas. Casi todos los ejércitos las utilizaron. Para que se tenga una idea, el ejército estadounidense distribuyó más de 180 millones de pastillas a sus combatientes. La anfetamina también ha sido utilizada como agente para mejorar el rendimiento, tanto físico (inaugurando el dóping deportivo), como intelectual (dóping cognitivo). La dispensación indiscriminada del producto, unida al desconocimiento público respecto de sus peligros potenciales y a la ausencia de un sistema idóneo de fármaco vigilancia, desencadenó fenómenos de abuso y adicción. En 1971, la anfetamina fue sometida a control internacional en el marco de la Convención Internacional de Psicotrópicos.
OTRA SUSTANCIA DEL MISMO GRUPO ES LA METANFETAMINA (MDMA), también conocida como éxtasis. La metanfetamina es conocida por su reputación de estimulante adictivo. Como la anfetamina, esta droga incrementa la actividad, reduce el apetito y produce una sensación general de bienestar. El MDMA, tiene a sus espaldas un largo recorrido. En 1914 fue patentado en Alemania por los LABORATORIOS MERCK como supresor del apetito y en 1919 fue sintetizada en Japón, donde era utilizada para el asma.
Sin embargo, sólo comenzó a comercializarse en 1938, con el nombre de METHEDRINA. Su uso medicinal nunca fue difundido, debido a los problemas colaterales generados por su consumo. Quedó relegado a fines experimentales en interrogatorios y psicoterapias. También tuvo un rol relevante en el campo militar, para aumentar el rendimiento de las tropas. Fue utilizada por combatientes de la guerra civil española y, luego, de forma muy generalizada, en la segunda guerra mundial. En Japón, se le ha atribuido la conducta temeraria de los kamikazes. Formaba parte del equipamiento de la infantería alemana de las Blitzkriegs, e integraba el uniforme de la Luftwaffe: en caso de sobrevivir a un accidente, el piloto podría subsistir unos 4 días prescindiendo de alimentos y descanso; sólo debía procurarse agua para evitar la deshidratación. En Inglaterra, fue entregada durante la guerra al ejército de Montgomery y a la fuerza aérea.
Los primeros consumos ilegales se detectaron durante los años 60 y 70 en el oeste de EE.UU., lo que propició su prohibición en 1985 en aquel país y posteriormente en los demás. Actualmente, se fabrica en laboratorios clandestinos usando procedimientos sencillos e ingredientes relativamente baratos, generalmente de fácil acceso. Estos factores se combinan para hacer de la metanfetamina una droga de gran circulación, cuyo abuso está muy extendido en Europa y Estados Unidos. La metanfetamina callejera también se conoce, incluso en países de habla hispana, como speed, meth o crank. La forma fumada de la droga suele llamarse ice, cristal o glass.
En este pequeño resumen de la difusión del consumo de las drogas se observa que son muchas las sustancias utilizadas y que también son grandes los problemas generados por el consumo masivo y abusivo.
EL CONSUMO DE DROGAS, aunque tuviera en sus comienzos una finalidad mágico-religiosa o médica, siempre fue observado como un fenómeno que podría convertirse en algo problemático si la sustancia era consumida con otros fines o de forma inadecuada.
EN EGIPTO fue encontrado un papiro, datado de 2000 adC., que decía “Yo, tu superior, te prohíbo acudir a tabernas. Estás degradado como las bestias”. En otro papiro un padre advierte a su hijo: “Me dicen que abandonas el estudio, que vagas de calleja en calleja. La cerveza es la perdición de tu alma.”
En la edad antigua en Europa, el empleo de sustancias curativas era considerado una afrenta a los poderes de Dios y la medicina no tenía el desarrollo suficiente para permitirse la experiencia con nuevos tratamientos. No era sin razón que la expectativa de vida no pasaba de los cuarenta.

EN EL ORIENTE PRÓXIMO, alrededor del siglo VIII, Mahoma determinó azotar a un borracho por incumplir sus deberes, generando la prohibición futura del consumo de alcohol en todo el mundo islámico, pues su cuñado ALÍ forjó, después de su muerte, la sentencia de que: “El que bebe se emborracha, el que se emborracha hace disparates, el que hace disparates forja mentiras, y a quien forja mentiras debe aplicársele la pena”.
EL PAPA INOCENCIO VIII prohibió el uso de cannabis a los curadores en el año 1484, imponiendo que era un sacramento impío de rituales satánicos.
EL TABACO TAMBIÉN tuvo sus momentos de prohibición absoluta. En Inglaterra, por ejemplo, fue prohibido en 1604 por el Rey Jacobo I, que lo definía como “espectáculo abominable para la vista, ofensa odiosa para le olfato, costumbre dañina para el cerebro y peligros para los pulmones”54.La situación del consumo de alcohol comenzó a considerarse alarmante por parte de los médicos a finales del siglo XVIII, debido a un cambio en las pautas de conducta hacia la bebida, de los sectores más populares de la población asociado al proceso de industrialización que surgía en Europa. El impacto negativo que el ambiente de las tabernas y el consumo abusivo de bebidas alcohólicas tuvo sobre las familias obreras y sobre la salud – asociaban elementos tan negativos como enfermedad, ruina, agresividad o delito – pronto convirtió a la taberna en escenario prototípico del vicio y la perversión de las costumbres.
EL OPIO Y SUS DERIVADOS (MORFINA Y HEROÍNA), así como la cocaína también pasaron a ser vistos como un problema de salud pública a finales del siglo XIX, cuando sus efectos dañinos ya eran de conocimiento general.
Como se observa, las primeras críticas y prohibiciones tenían carácter religioso o moral. Sólo después surgieron algunas normas punitivas relativas a las drogas basadas en criterios médicos.
Con el abuso indiscriminado de las drogas para fines hedonistas a fines del siglo XIX, y debido a sus negativas consecuencias, se inició a nivel mundial una persecución más intensa al nuevo fenómeno.
Según el pensador ANTONIO ESCOHOTADO la movilización internacional prohibicionista ganó fuerza en Estados Unidos también a principios del siglo pasado. Preocupado por el gran número de adictos a las preparaciones opiáceas y a la morfina, el Congreso americano creó un Comité para estudiar el problema. Sus conclusiones llevaran a los sectores conservadores y moralistas a encabezar una legislación represiva respecto al tema.
A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX (1909), Estados Unidos organizó en Shangai una reunión internacional sobre el comercio de opio, con la finalidad de regular y dominar el mercado mundial de la sustancia. Sin embargo, las recomendaciones más importantes sólo pedían que “los gobiernos tomasen medidas para la gradual supresión del opio fumado” y que “las naciones no exportaran opio a naciones cuyas leyes prohibieran la importación”.
Entre 1911 y 1914 sucesivas Conferencias de La Haya, llevaron a 44 países a firmar el compromiso de “esforzarse” por controlar el tráfico interno de heroína y cocaína. Posteriormente, terminada la primera guerra mundial, se incorporó el Convenio de La Haya en el tratado de Versalles (1919), que fue firmado por casi todos los países.
Más tarde, durante el transcurso de la primera Asamblea de la LIGA DE LAS NACIONES, en 19 de febrero de 1925, se suscribió la Segunda Convención Internacional sobre opio en Viena. En este convenio, además de restringir el tráfico del opio, morfina y cocaína, también se incluyó el cannabis como sustancia ilícita. El tabaco y el alcohol no entraron en la prohibición. Posteriores convenciones realizadas en Ginebra (1931 y 1936), introdujeron la petición de imponer severas penas para los traficantes de drogas ilícitas.
LA CREACIÓN DE LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE SALUD (OMS) en 1946 también contribuyó a la unificación de la visión del tema, Este período fue uno de los más tranquilos y la importancia del consumo de drogas se redujo a escala mundial.
Como se observa el consumo de drogas es algo muy antiguo, pero el contexto, la frecuencia, los motivos y formas en que son consumidas han cambiado mucho. Por otro lado, la lucha contra la droga no es tan antigua y los resultados de las estrategias empleadas son todavía dudosos.
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NO LEGALIZAR LA DROGA ES ADMINISTRAR VENENO A QUIEN LA CONSUMA, PORQUE EL TRAFICANTE, BUSCA LA RENTABILIDAD DEL PRODUCTO.



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