*****
Mientras los políticos tratan de salvarse del caos que ellos mismo
generan, hay generaciones enteras que son sepultadas bajo los escombros de la
indecencia y de la putrefacción social.
*****
SI YO hablo de Derechos Humanos, y después aplaudo la gestión del
gobernador—monarca de la provincia de Formosa, algo me falla.
SI YO avalo a las
instituciones que lucharon contra la Dictadura: Abuela y Madres de Plaza de
Mayo, pero permito todo tipo de desmadre en sus manejos, siento que mi
sensibilidad frente al pasado, no es tal.
SI YO hablo de los
antipatrias, fondos buitres y cosas parecidas, y permito el enriquecimiento
incontrolable de los que me rodean, mi honestidad y coherencia están en dudas.
Más aún, si mi ladero está más averiado que el Titanic
al chocar contra el iceberg.
SI YO le miento a la gente
en forma compulsiva en cada discurso, es que algo no funciona en mí.
SI YO,
hablo de libertad de prensa y después genero un frente de medios afines, con
plata del Estado, y trato de asfixiar a los opositores, soy sin dudas una tirana
en potencia, aunque me cueste reconocerlo abiertamente.
SI YO, no
le temo a Dios y utilizo las sacrosantas palabras “Confío en la Justicia”, esto
me asegura una tranquila gobernabilidad y una total impunidad.
SI YO no
voy a figurar con letras de moldes en la Historia de este país, no me importa,
total los muertos no se enteran. Y los pobres me seguirán votando. Es que la
ignorancia no causa dolor, pero si temor ante los poderosos.
SI YO tengo un circo armado, con payasos pocos creíbles,
¿ cómo puedo ir con paparruchadas a entrevistarme con el Papa, por más argentino
que sea?
Quizá porque
mi único objetivo político es pasearme por la QUINTA AVENIDA neoyorquina, aunque
después despotrique contra los yanquis.
****
CONCLUSIONES:
EL KIRCHNERISMO no necesitó perseguir a
nadie. Un leve empujón alcanza para torcer voluntades o alquilarlas. No hay un
diario “La Prensa” en este siglo. Ni Sarmiento, Alberdi o Echeverría. No hay
exiliados porque no hay adversarios sino apenas tibios opinónologos y diagnosticólogos
que describen femeninamente la realidad
como si fueran espectadores. Faltan figuras que le disputen el protagonismo a
los K. Faltan agallas y convicciones en la dirigencia argentina; en los
políticos, faltan a raudales, pero también en la justicia y en los empresarios.
EL CAPITAL es cobarde en el mundo entero pero
en la Argentina además, es inmoral.
Juega a seguro, busca el calor del Estado para hacer negocios. Por una prebenda
aplaude cien desaciertos.
LA JUSTICIA es justa muy cada tanto; en los
entretiempos es una vergüenza. Y en la cultura, ni hablar. No hay artistas,
estudiantes ni intelectuales comprometidos con la defensa de la República que
denuncien a viva voz el cercenamiento paulatino de nuestras libertades.
Y EN LA SOCIEDAD falta dignidad; la suele
canjear por un subsidio o un nombramiento dentro de la burocracia estatal. Todo
lo vuelve relativo, opinable y arbitrario para que la realidad se acomode a la
inconducta o la agachada.
A Sergio Massa no se le perdona su paso por
la administración de Cristina Kirchner mientras se justifica el de Patricia
Bullrich por las de Carlos Menem, Eduardo Duhalde, Gustavo Beliz, Elisa Carrió,
Fernando De la Rúa y Mauricio Macri.
La gente no reconoce que la verdad, la decencia,
el bien y el mal son principios absolutos. Saca conclusiones por comparación:
“Robando, al lado de estos los menemistas fueron Heidi”; y se conforman.
Para cada problema, el kirchnerismo tiene una
SOLUCIÓN KIRCHNERISTA; hace lo que dijo la Presidente que pasaba con los goles:
si las estadísticas no acompañan el relato oficial, desaparecemos los números;
si los alumnos cada día son más burros, desaparecemos el aplazo; si los casos
de corrupción involucran más y más funcionarios K, desaparecemos los procesos
judiciales; si la delincuencia y el narco ganaron las calles y esto ya se
parece al “far west”, desaparecemos la política de seguridad; si la inflación
no da respiro y se niega a aflojar, desaparecemos la libertad de comercio.
EL KIRCHNERISMO tiene la
sartén por el mango que dice lo que se le ocurre porque sabe que no hay
reacción. Es más, inclusive advirtió que “vienen por todo.”
Por eso Máximo Kirchner se atreve a sugerir
llevarse puesta la Constitución Nacional otra vez para que su madre se eternice
en el poder; por eso ya ni se disimula el enjuague entre la política y las
“barras bravas” del fútbol. El kirchnerismo controla tanto la situación que
hasta elige su propia oposición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario