domingo, 27 de enero de 2013

LA MUJER ESCLAVA SE CLAVA.

LA MUJER ESCLAVA SE CLAVA. NI DIOS, NI PATRÓN, NI MARIDO es una película que cuenta las vicisitudes de un grupo de mujeres rosarinas en su intento por reivindicarse laboral y socialmente. Esto ocurrió en 1890. El espíritu de ese anarquismo creador, no les habría de servir de mucho: todavía existe en la Argentina, mujeres que están desprotegidas por la Sociedad y la Justicia. No se comprende por qué debe existir la MUJER ORQUESTA, cuando hay un marido en la casa. Es la MUJER que lleva al hijo al médico; a las reuniones de Padres en el colegio; la que cuida al marido cuando éste se enferma; es ella la que atiende a la suegra, a la nuera, a los nietos y otras parentelas. Cuando necesita que la cuiden, muchos se borran. Es Medianoche. LA MUJER TRABAJADORA llega agotada a su casa, fundida, y se encuentra que su marido se halla respingado en un sofá, frente a un televisor. De pronto el tipo se acuerda que uno de los hijos ha estado con fiebre. La Madre, duda en matar a su esposo o llevar al chico al Hospital o a una Clínica, según tenga obra social o no. Opta por lo segundo. El fulano no se merece que ella vaya en cana. Después de una espera que puede ser larga o medianamente corta, entra al consultorio. Escucha el reproche médico: “Cree que es hora de traerlo”. La desvalida Mujer siente que se la tierra se le abre a sus pies. Cómo explicarle al facultativo que está casada con un ganso. Hay una costumbre malsana. Casi nunca EL HOMBRE se queda en la casa para cuidar al niño enfermo; llevarlo al jardín, a la Primaria, o a vacunarlo. Frente a este panorama es la Mujer la que debe faltar al trabajo. Son las MAESTRAS, las ENFERMERAS, las EMPLEADAS DOMÉSTICAS Y DE COMERCIO, las que más carpetean. En la Administración Pública se produce una superpoblación de personal para tapar los enormes agujeros, por tantas ausencias. Hay empleadores, que se resisten a contratar a MUJERES casadas. “Esta sociedad ESCLAVIZA A LAS MUJERES que tienen roles superpuestos: como madres, como esposas a veces, siervas del hogar, ordenadoras de vidas ajenas y educadoras de sus hijos, además de trabajadoras incansables, es porque ellas no pueden renunciar a ninguno de esos papeles, cada uno por separado agotadores, pero juntos completamente extenuantes. Se habló durante mucho tiempo de la LIBERACIÓN DE LA MUJER, pero el concepto es la liberación del hombre, porque si antes tenía que ser el sostén de su familia ahora ni siquiera tiene esa obligación en exclusiva, no habiendo adquirido, más que sobre el papel, otras obligaciones, que habitualmente no ejerce porque demuestra una gran ineptitud en su ejercicio. En cierta manera hoy algunas MUJERES son más libres para decidir sin trabas su propio futuro, con quién están o dejan de estar y sin depender de un hombre en absoluto. Hay MUJERES decididas a realizar su propio vuelo, lo que enerva a muchos maridos que no aceptan que sus mujeres piensen por sí mismas. Y ni que hablar cuando deciden separarse. El tipo se vuelve loco, y es cuando aflora en él su instinto asesino LA ESCLAVITUD de la Mujer se agudiza cuando el marido se arrepiente de haber prometido “Amor Eterno” y se toma el buque dejando a la Ex, con sus chiquillos librados a la buena de Dios. Y aparece la JUSTICIA, machista, poco solidaria con la mujer. Las llena de palabras de difícil comprensión y al final la pobre madre no logra que su ex le pase un puto mendrugo. A pesar de ese espíritu libertario supuestamente recobrado la Mujer necesita quien la escuche, la valore, la encause en una vida menos monótona y más interesante. Y cuando no lo consigue aumenta la ingesta de tranquilizantes y las visitas al Psiquiatra. En todos los tiempos la Vida es una fotocopia.

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