jueves, 7 de septiembre de 2017

OTROS TIEMPOS, OTROS SENTIMIENTOS.


 Cuando el celular era apenas un pensamiento errático; la televisión atraía menos que una joven de sentimientos indefinidos, había un comportamiento social, entre los jóvenes, que permitía que la soledad fuese apenas, un comentario de escaso vuelo.
EL COLEGIO era centro de reunión antes del comienzo de clase y formulación del programa de fin de semana. Podía ser bailar en Sirio Libanés mendocino, o un Asalto en la casa de una pendeja bien dispuesta, que surgía de una candidata del Liceo  (ocupaba el turno anterior al nuestro.)
Yo era de aquellos que prefería el Asalto, porque se podía chapar, y un  patadura  como yo no quedaba  en evidencia.
En el Sirio…yo planchaba. Cuando iba era para hacerle la pata a algún amigo. Me dejaba llevar si sonaba algún bolero.
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Yo era de ir a los shows en vivo: Billy Cafaro, cuya chivita, era parte de un misterio popular: se decía que ocultaba un corte profundo en la pera, de origen desconocido.
Vi al Rosamel Araya, cuando llegó a la Argentina. Su saco era corto, y su pantalón demasiado largo.
Presencié en un día tormentoso, (me mojé hasta los huesos), al Trío los Panchos.
Conocí personalmente a Luis Aguilé, antes que se radicara en España.
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Mi generación   declamaba su ira contra el neoliberalismo. Aunque sabíamos que había un mundo injusto   como era el muestrario dejado por la Revolución Bolchevique,
Mi generación estuvo   bajo el fragor de la Guerra Fría, la Revolución Cubana, la patriada traicionada del Che, la desastrosa aventura yanqui y francesa en Vietnam.
Y el Mayo francés.
También hubo El  Cordobazo,  y la quema de   13 supermercados de la cadena Minimax, en Buenos Aires,   ocho de ellas se registraron pérdidas totales, en protesta por el  arribo de Nelson Rockefeller (con intereses en las tiendas quemadas), enviado especial del expresidente Richard Nixon. 
Pero también fuimos la cola del barrilete conocido como WOODSTOCK, donde se pregonaba el amor el amor libre.
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LOS POPULISTAS fustigan a los yanquis, pero nunca se irían vivir a Cuba, Venezuela, la Unión Soviética o Siria, y se  dejan seducir por Nueva York o Miami, y cantan en inglés.
El expresidente Arturo Frondizi se encontró con el Che Guevara, y esto le  costó que peronistas y militares y otros grupos antidemocráticos, brindaran por  su derrocamiento.
Arturo Illia, se opuso abiertamente a la invasión yanqui a la republicana dominicana. Y el peronismo no dudó de hacer valer las imposiciones del Exiliado y ayudó a su derrocamiento.
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Viajar a EEUU., no era cosa de todos los días. Pero había algo que nos distinguía con respecto a las actuales generaciones. Las canciones que provenían del mercado tanto europeo como estadounidense tenían traducción al castellano en la mayoría de los casos. Y muchos coleccionábamos las revistas donde nos poníamos al día con los hits del momento.
Había muchos que se aventuraron a canta en castellano:
  Doménico Modugno -Salvatore Adamo -Nicola Di Bari (asiduo visitante en Mar del Plata)- Raffaella Carra  --Lucio Dalla-Rita Pavone, Gigliola Cinquetti – Bobby Solo, Dalida- Luigi Tenco-  Perry Como- Edith Piaf-Amalia Rodrígues- Andy Williams- Charles Aznavour -Chubby Checker -Elvis Presley -Franco Simone- Frank Sinatra -Georges Moustaki- Gilbert Becaud - Harry Belafonte- Joan Baez -Juliette Grecó Little Richard - Miriam Makeba - Nana Mouskouri-  Paul Anka-  Johnny Halliday- Sylvie Vartan – Yves Montand,  Los Plateros, Los Beatles, Jimmy Hendrix, Charles Aznavour

Jacques Brel -Sacha Distel - etc.etc.

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Hoy escucho a Bruno Mars, a Weekdend, Keith Urban, Amy Winehouse, Adele, Britney Spears

y otros tantos que me encantan, pero solo atino a agudizar mi oído (medio tapia), sin entender un pomo.  
No todo pasado fue mejor, pero hubo cosas que son irrepetibles.


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