domingo, 8 de septiembre de 2013

PERONISMO: ¿ES IGUAL A ANTISEMITISMO?

UNA BURLA DOLOROSA. No sé si el Gobierno de CFK, es antisemita. Qué existan hebreos en algún Ministerio, no es garantía de nada. En su largo y trágico peregrinar de dos mil años el mal llamado PUEBLO ELEGIDO ha conocido, amontonados en su propio seno, traidores y asesinos. El pactar con Irán para identificar a los posibles culpables de la voladura del edificio de la AMIA, es burlarse de las víctimas, aunque ellas no se enteren. Los iraníes no solamente desconocen al Estado de Israel sino que también niegan algo tan tangible e imposible de ocultar como es el Holocausto y sus derivaciones. La Primera Mandataria argentina cuenta con la complacencia de su ministro de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman, un VERDADERO CHIROLITA, aunque con menos talento que el muñeco manejado por el ya fallecido ventrílocuo Míster Chassman (Ricardo Gamero.) Otro de los factores que me hacen dudar de la honestidad conceptual de parte de la Presidenta, hacia la comunidad hebrea, cuando no silencia a ese esperpento, llamado Luis D’Elía que se dice profesor de Historia y dirigente social de tendencia socialcristiana. A él no le importa la verdad sino exteriorizar su odio a todo lo que tiene que ver con Israel y el pueblo hebreo. Lo triste que también calla una gran mayoría de los afectados. VAYA CASUALIDAD: quienes nos odian son corruptos, mentirosos vocacionales y mercenarios a cualquier precio. Trato de no caer en lugares comunes, pero determinados hechos me retrotraen a temas que directa o tangencialmente ya he tratado, en algunos de mis anteriores escritos. NO ME CABEN DUDAS, QUE LA ARGENTINA ES UN PAIS DONDE SE DISCRIMINA, NO IMPORTA A QUIENES, LA CUESTIÓN ES SATISFACER LOS EMBROLLOS MENTALES DE QUIENES IMPULSAN LA SEGREGACION. Cuando estaba la Segunda Guerra Mundial en su apogeo, el NAZI-FASCISMO, tenía buena prensa en la Argentina. La Literatura antisemita se vendía sin ningún tipo de restricciones. Con el final de la contienda y el triunfo de los ALIADOS, los apologistas de Hitler y Mussolini replegaran sus banderas. Cuando las NACIONES UNIDAS, recuperó la memoria, obligada por una cruda realidad, y dispuso reconocer el derecho del pueblo hebreo de la Diáspora a vivir en la tierra de sus antepasados, la Argentina de Perón se abstuvo de votar siguiendo lo que había sido la postura del país en la Primera Guerra Mundial. Occidente no se olvida la tibieza que en materia de política exterior han desarrollado los políticos argentinos. Por eso Argentina nunca fue bien vista en el escaso mundo civilizado, que habita este planeta. JOYITA PERONISTA. Leyendo en Internet, me encontré que existió un tal SANTIAGO PERALTA, conocido antropólogo antisemita, aliado al nacionalismo profascista y autor de libros discriminatorios como la ACCIÓN DEL PUEBLO JUDÍO EN LA ARGENTINA. El tipo era el responsable, con amplias facultades, de la Dirección General de Migraciones (DGM), desde diciembre de 1945 hasta julio del 47’. Perón lo alejó de su Gobierno ante la presión internacional por denuncias de prácticas discriminatorias en su función pública. No obstante, lo retuvo por seis meses adicionales en la dirección del Instituto Étnico Nacional, hasta su jubilación en enero 1948. La existencia de Peralta se justificaba porque había un Perón dispuesto a dar refugio a colaboracionistas y criminales de guerra y el rechazo a los inmigrantes hebreos. El hecho que Perón recibía nazis prófugos no era una cuestión que fuera un antisemita autóctono. Si se estudia el caso en profundidad, la Unión Soviética y los EEUU recibieron gustosos a los Nazis (que ayudaron a escapar de los Juicios de Nüremberg) para que les enseñaran sus técnicas en el combate de la Guerra Fría. Perón, hábil y frío, pensaba lo mismo. A Perón no le quedó otra que apaciguar sus sentimientos nazi-fascistas si no quería caer del mundo. Para ello tuvo en su esposa, EVITA, la que supo poner un punto final a un pasado filo nazi, para producir un acercamiento a la colectividad hebrea y en contactos fluidos con el Estado de Israel. En la última década del siglo XX todavía era posible encontrar en algún kibutz de Israel frazadas con el sello de la Fundación Eva Perón, enviadas en 1948. Recuerdo que Mi Padre enviaba paquetes con productos no perecederos a su hermana que vivía en Israel y a un primo residente en Milán, que estaban pasando hambre. Lejos del mensaje antisemita que todos los hebreos son ricos y dueños del PODER ECONOMICO, existía, como ahora, una clase trabajadora y un sector muy pobre. Muchos de ellos, lejos de ver en Perón la reencarnación del Faraón esclavizador de Egipto o el monstruo de un nuevo holocausto, vieron en él a un líder que cumplía con su pueblo, y se sentían beneficiados e integrados gracias a muchas de las conquistas sociales que se consiguieron. Perón dispuesto a perpetuarse en el poder quiso sumar a la OIA (integrada por empresarios hebreos) como una sección de hombres de negocios del movimiento justicialista. Pablo Mangel, presidente de la institución, fue designado posteriormente embajador argentino en Israel. En 1949 llega el primer Embajador de Israel a la Argentina Jacob Tsur. En 1951 arribaba al país quien ocupaba el cargo de Ministro de Trabajo, del novel país, GOLDA MEIR abrazándose con Eva Perón, por la labor realizada en favor del Estado de Israel. Totalmente olvidado de su época de agregado militar en Alemania e Italia, dedicado de lleno a buscar sólo los enemigos, en la Oposición, y el Periodismo (casualidad kirchnerista), el gran dictador se muestra amigable con comunidad hebrea. Por ejemplo concede días libres para que la Comunidad pueda celebrar sus fechas religiosas. La relación de Perón con la Colectividad tuvo un intermediario: su ministro del Interior, ÁNGEL BORLENGHI, cuya esposa era hebrea. Mis padres se naturalizaron por gestión de Borlenghi. El gran rabino comunitario AMRAN BLUM era catedrático de la Facultad de Filosofía y Letras, y asesor presidencial en temas religiosos. Le enseñaba las Sagradas Escrituras a Evita. Cuando cayó Perón, Blum se exilió en Francia. En 1949, Eva Perón pronunció un discurso en el que afirmaba que quienes propiciaban el antisemitismo en la Argentina eran “los nefastos representantes de la oligarquía.” Los oligarcas siempre fueron los culpables de todos los males que generaba el populismo sudamericano. El jefe de prensa Perón era el descendiente de hebreos RAÚL APOLD. Los gorilas (antiperonistas), lo llamaban “el Goebbels argentino.” Cuando el primer presidente israelí, el científico JAIM WEIZMAN visitó Buenos Aires en 1951, fue recibido con honores, y el flamante jefe de Estado le obsequió una Biblia antigua a Perón. Poco después, se inauguró en Plaza de Mayo un mástil donado por comerciantes, empresarios y hombres de negocios de la colectividad hebrea. La atmosfera en la Argentina peronista era distendida, no así en los Colegios del Estado, donde los curas intoxicaban a los alumnos durante las clases de Religión, una concesión de Perón a la Iglesia Católica por apoyar su ascenso al poder. Al término de las clases, mis compañeros del aula, estaban totalmente desquiciados por las prédicas de los clérigos. Durante unas horas me tenía que aguantar que me señalaran como el asesino de Cristo; un vende patria y otras linduras parecidas. Cuando Perón consideró que la Iglesia Católica, lo había traicionado, no les permitió seguir con sus enseñanzas, impuso la ley de DIVORCIO y permitió la reapertura de los PROSTÍBULOS. Tres cositas por las cuales los curas entraron en franco desafío con el General. La Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), que sabía de oscilaciones, se puso de lado de Perón e inclusive en 1954, la entidad publicó un favorable folleto titulado “EL PENSAMIENTO DEL PRESIDENTE PERÓN SOBRE EL PUEBLO JUDÍO.” (lavozylaopinión.com.ar) UNA PAIS VEDADO. Recientemente leí una entrevista periodística a una mujer alemana de origen hebreo, superviviente de un campo de concentración. La nonagenaria LISELOTTE LEISER DE NESVIGINSKY, recordaba con cariño al empresario argentino Alberto Grimoldi, quien conservó los bienes de su familia mientras duró el confinamiento en Holanda, donde se había refugiado; además, facilitó a los suyos el ingreso a la Argentina. La amistad con Grimoldi, heredero de la afamada empresa de calzado, comenzó cuando el argentino visitó en 1933 Berlín y trató de ampliar sus negocios con la familia de Liselotte que también tenía una importante cadena de locales del mismo rubro. Cuando LISELOTTE y los suyos pudieron abandonar Europa se dirigieron a Montevideo, donde tenían gente amiga. Aunque el objetivo era la Argentina, “sabíamos que se habían impuesto trabas para la inmigración hebrea.” “Para nuestra felicidad--continua Liselotte-- volvió aparecer Grimoldi, a quien por supuesto no olvidábamos. Él tenía contactos a diferentes niveles gubernamentales y actuó como garante personal para permitir nuestra llegada a este país. Le dijo a Perón, que nuestro conocimiento era fundamental para potenciar sus planes empresariales. Guardo mi memoria su recuerdo, como un tesoro inapreciable y eterno.” (Itón gadol.) UN FILONAZI ARGENTINO. El exCanciller de la Rafael Bielsa, después de varias denuncias, hechas por la Fundación Internacional RAOUL WALLENBERG, dispuso el retiro de la placa instalada en el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Argentina y que rendía homenaje a diplomáticos argentinos solidarios con las víctimas del nazismo, donde figuraba LUIS YRIGOYEN, hijo que el expresidente radical. Esta bosta humana mandó a la muerte a cien argentinos de origen hebreo, que vivían en Europa, al negarles pasaportes para regresar en el país. Hasta los mismos nazis hicieron ingentes esfuerzos para no matarlos y el reverendo hijo de puta, no se dio por aludido. Hipólito Yrigoyen, que era soltero, tuvo un lance amoroso con la viuda del escritor Eugenio Cambaceres, LUISA BACICHI. Uno de sus polvos mágicos, la embarazó de ese depravado. La mujer oriunda de Trieste había tenido una hija con el escritor, que tuvo un trágico final. Rufina, en una fiesta de cumpleaños se enteró que su madre mantenía una relación amorosa con su novio. Sufrió un ataque conocido como CATALEPSIA, patología que por entonces no tenía un acertado diagnóstico médico. La joven, de apenas diecinueve años de edad, fuera enterrada viva. Su tumba en el cementerio de La Recoleta, es uno de los lugares más visitados por los turistas. Después de la caída de Perón hubo una serie de asesinatos donde las víctimas eran argentinos de origen hebreo. La mayoría de los hechos quedaron impunes. Basta recordar los casos de las estudiantes Mirta PENJEREK y la estudiante marplatense Silvia FILLER. La Vida es una Fotocopia.

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