lunes, 18 de marzo de 2013

LA IGLESIA CATÓLICA DEBE PEDIR MÁS DE UN PERDÓN.

En su grandilocuencia el flamante Papa me hizo recordar a mi admirado JUAN XXIII, cuando inundó a la grey católica de esperanzas con su convocatoria al Concilio Vaticano II, y su posteriores encíclicas Mater et Magistra y Pacem in Terris. En junio venidero se cumplirá medio siglo del fallecimiento de Ángelo Giuseppe Roncalli. ¿Qué cambió desde entonces en la Iglesia Católica Apostólica y romana? Nada, todo fue de mal en peor. Ahora llega el bombero argentino reclamando misericordia, perdón y un mundo más justo. FRANCISCO es la cabeza de la Iglesia. ¿Qué le pasa al cuerpo eclesiástico? ¿Hacia dónde marchan sus pies? Por ahora, todo es esperanza. Y la posibilidad que se termine la sangría de fieles que desilusionados del catolicismo, se marchan hacia distintos credos, cultos y otras yerbas, con la promesa de menos esfuerzo y una mayor aproximación hacia Dios. Bergoglio quiere, el tema es ver si puede. Pasaron dos mil años y salvo Juan XXIII, el Bueno, muy pocos pontífices, pidieron PERDÓN, por los crímenes cometidos en nombre de Jesús: durante las CRUZADAS; la INQUISICIÓN, matando árabes y hebreos; en plena Edad Media donde a las comunidades hebreas de Europa se les acusó, entre otras barbaridades, de provocar la PESTE NEGRA; el exterminio de los INDÍGENAS en América Latina; el baño de sangre donde MEDIO MILLÓN DE HEBREOS, fueron ultimados por hordas católicas polacas en pleno siglo XVII: y la màs recientemente en Ruanda, donde se cree que la Iglesia alentó a la tribu de los Hutus, de mayoría católica, para el exterminio de un millón de personas de la minoría Tutsi. Dijo el papa Francisco “Dios no se cansa de perdonar.” ¿A cualquier precio y en cualquier circunstancia? La Iglesia Católica Apostólica y romana, debe hacer su mea culpa; pedir miles de perdones por tanto daño hecho a la Humanidad: desde acusar sin razón, vanagloriándose de su poderío y de aliándose con los poderosos para hacer mucho más miserable la vida de los pobres. Que la misión de Su Santidad sea tan honesta y firme en sus objetivos, para que no se convierta en una Fotocopia, de lo que ya fue. AMEN saulrabin@gmail.com

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