domingo, 17 de junio de 2012

En el fútbol sobran los violentos.


En  La violencia en el fútbol no se circunscribe a los barras bravas. Está inserta   en los dirigentes, los intermediarios, los jugadores, en el público y en muchos casos también en el periodismo.

El volante uruguayo Daniel Pereira (n.1976), de Patronato de Paraná fue absolutamente  sincero cuando admitió que los jugadores de su equipo habían sido  incentivados por River Plate para que se esforzaran en vencer a  Rosario Central que en ese momento encabezaba el Nacional B de futbol.
El único pecado que cometió el futbolista nacido en Montevideo fue que se olvidó  que vivía en un país donde la sinceridad produce muy malos dividendos.

Recuerdo que cuando yo ejercía el periodismo en Mar del Plata, se supo de un    incentivo—positivo, para que los jugadores   de un determinado equipo   trataran de superar a un  rival que lideraba en soledad  el campeonato de segunda división.
Salvo el periodismo local, que se dedicó a  entretener a sus  lectores, la Liga Marplatense no tomó en cuenta el asunto.   

Antes que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) intente hacerse la Justiciera con Pereira es mejor que se ponga las pilas para terminar con los Barras Bravas, una lacra social que actúa como si estuviera viviendo en el Lejano Oeste. 

El presidente del club Independiente de Avellaneda se está enfrentando a los barras de su institución en una lucha desigual, ya que nadie, o muy pocos, le dan su apoyo.

Últimamente River Plate está involucrado en una delicada situación donde los actos delictivos manchan la historia de esta centenaria institución.
Algunos indican a su presidente, exjugador Daniel Alberto Passarella como que está en connivencia con los violentos.


Recuerdo que en el año 1993, siendo técnico de la institución y estando concentrado en Mar Chiquita, Passarella tuvo un  duro enfrentamiento con el líder de  los denominados Borrachos del Tablón, recibiendo  un tajo en el rostro. 

¿No será que Passarella está padeciendo el Síndrome de Estocolmo?

Hay muchos periodistas que se volvieron  locos por la sinceridad de Pereira.  Sin embargo, no hacen nada, salvo en lo declarativo, para sanear el fútbol. Porque el fútbol antes que un deporte es un negocio.
De nada sirve hablar de   árbitros corruptos, y no  dar nombres, de partidos digitados, ocultando la información, criticando a medio mundo desde un televisor, porque muchos relatores y comentaristas no van a las canchas. Y después el muerto se ríe  del degollado.

El fútbol no es limpio, ni siquiera en los partidos barriales.
Ni la   (AFA), mucho menos la institución madre, la  FIFA  (bien puesta tiene su sigla), y ni siquiera   las Ligas menores, se las pueden  desinfectar  con toda la lavandina del mundo.
El año pasado  dos pasantes  de un  rotativo alemán, 'Kicker', se presentaron para obtener la credencial de agente futbolístico de la FIFA y lo lograron mediante un ofrecimiento de soborno.
No buscaban hacerse ricos con el negocio de los grandes fichajes sino destapar otro caso de corrupción en el organismo que controla el futbol mundial, y lo consiguieron.

Quizá lo he escrito varias veces, no está mal repetirlo: desde el primer Mundial de Futbol de Montevideo, año 1930, los resultados y por consiguiente los campeones,  siempre estuvieron bajo sospecha.

Y ahora que las Multinacionales auspician distintas competencias, los campeonatos están todos embarrados.
Y esto produce que tanto los dirigentes como  los jugadores se encuentren en permanente presión. Porque en definitiva en este juego como muchos que se han profesionalizado, el espectáculo es el resultado.

En Europa donde creo que hay periodistas muchos más dedicados a su profesión y por consiguiente incisivos, se han destapado varias ollas.
Por supuesto que en esto también hay colaboradores impensados: los delatores y los arrepentidos. 

Típica a la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA). El presidente de la Confederación Sudamericana. el paraguayo Nicolás Leoz; el titular de la Confederación brasileña de fútbol, Ricardo Teixeira, y el dirigente camerunés Issa Hayatou fueron acusados por un   diario suizo   en casos de corrupción, cuando se trató elección de las sedes de los próximos Mundiales de fútbol de 2018 (Rusia) y 2022 (Qatar.) 
Según el periódico suizo, Leoz, Teixeira y Hayatou figuraban en una lista secreta de pagos ilegales que llevaba la empresa ISL, que comercializaba los derechos de eventos deportivos organizados por la FIFA y que quebró en 2001. 
Pese a que las acusaciones se hicieron días antes de que se eligieran las sedes para  las mencionadas Copas del Mundo  

El fútbol italiano es la madre del borrego en cuanto a arreglar partidos.
En materia de   corrupción en el fútbol peninsular, su  exprimer ministro Silvio Berlusconi con todos sus chanchullos es un nene de pecho.

Me acuerdo que  el goleador del  Mundial de España, Paolo Rossi  (n.1956),   se vio involucrado en la mafia de las apuestas en 1980, cuando jugaba en el Perugia, y fue suspendido por dos años.
Sin embargo, fue convocado a integrar la escuadra azzurra.

En los años 2005 y 2006  se destapó en Italia   un escándalo de proporciones debido a fraudes arbitrales estando involucrados los  grandes equipos de la Serie A tales como Juventus FC, AC Milan, Fiorentina, Lazio, y Reggina.
Los mencionados equipos   fueron acusados de conspirar para generar fraudes masivos en los resultados de los partidos de fútbol de la Serie A mediante la designación de árbitros” favorecedores" para partidos claves siendo el gran corruptor el  manager de la Juventus Luciano  Moggi (n.1937.)
La Juventus fue descendida de oficio   a la Serie B. 

Seis años después la cosa vuelve a ponerse tan  peliaguda
que hasta el Presidente italiano pidió que se pare el fútbol, por algunos años, para tratar de purificarlo.
En un país con tan alto grado de corrupción, la mejoría puede ser apenas un hálito.

La  Justicia italiana investiga la participación de dirigentes y jugadores del  Siena, en el  arreglo de  los resultados de  ocho   cotejos   de la Serie B, ocurrida en la temporada anterior, y que llevó a ese equipo a la categoría superior.
De confirmarse este dolo deportivo, el Siena volverá a la B y su técnico, de aquel momento, podría ser sancionado.
Antonio Conte es el actual   entrenador de la Juventus el campeón de esta temporada.

En Alemania hace siete años un árbitro reconoció   haber arreglado partidos correspondientes a  las divisiones inferiores y a  la Copa alemana.
El arrepentido que en aquel entonces tenía veinticinco años de edad le dijo a la Fiscalía su disposición a colaborar en todo lo posible en la investigación, para enmendar su equivocación.

En España el exfutbolista Jesús Antonio Mora Nieto, conocido como Jesuli, (n.   1978)  admitió, según  el diario El Mundo, que su equipo el Tenerife cobró del Málaga    para  dejarse ganar   en la última jornada de Liga.
Esto ocurrió en el año 2008 y si bien  Jesuli no fue convocado para jugar aquel partido,  aún así habría cobrado unos siete mil euros.

Si uno quisiera profundizar en la investigación se daría cuenta que amañar partidos  es una modalidad que  se ha hecho habitual.
En Sudamérica no hace falta escarbar mucho para encontrar certámenes de futbol totalmente infectados, y con enfermos incurables.

En la Argentina,  por ejemplo, el  exárbitro Javier Ruiz, quien ejerció el referato durante dieciocho  años hasta fines de 2010, denunció hechos de corrupción en el fútbol argentino que involucraban sobornos a los árbitros para arreglar partidos.

"Hay cuatro o cinco árbitros corruptos. Los cuatro o cinco que arreglaron campeonatos durante años y ahora se preocupan por limpiarse", afirmó Ruiz en una entrevista con el desaparecido diario Libre en la que apuntó también a dirigentes y empresarios. 
El exárbitro devenido
 comerciante,   había denunciado que habían sido digitados los ascensos de San Martín de Tucumán en 2008 y de Chacarita Juniors en 2009 así como el campeonato Apertura que obtuvo Boca en el primero de los años mencionados. 
Pese al calibre de las acusaciones anteriores, estas no tuvieron ninguna consecuencia.  

“La pirinola del todos ponen, todos ganan, todos roban y nadie sale, quedó al descubierto cuando en octubre del 2011,    saliera al aire un vídeo donde se mostraba a Eduardo de Luca (Secretario general de la Confederación Sudamericana), Julio Grondona (Presidente de AFA / Vicepresidente de FIFA), José Antonio Aranda, Lucio Pagliaro  (Grupo Clarín) –un cartel completo de “honestidad”-; reconociendo la participación y ganancia en diferentes negocios que comprometían a medios de comunicación y torneos nacionales e internacionales.
Declaraciones que involucraban a personas con valijas negociando; tipos en moto  buscando “platas negras”; y frases como “si los puedo matar, los voy a matar” (Grondona), que destapaban amenazas en contra del periodista argentino Alejandro Fantino; dejaron ver la cantidad de bandidos que están detrás de la gran empresa llamada fútbol. ¡Algo que jamás ha sido un secreto!”  (Fabián Ramírez entribuna.com.)
Lo más triste de todo que Grondona preside la AFA desde 1979. Es uno de los monarcas más longevos del mundo.
Si esto no es violencia, la violencia dónde está. La Vida es una Fotocopia. saulrabin@gmail.com
 

 

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