¡Cómo me gustan la Historia y la Biografía!
DIEGO NUÑEZ DE SILVA. Nacido en Lisboa, en 1548, don Diego es
un médico portugués que durante tres décadas vive en ese país con sede inquisitorial,
en un medio “novocristiano”. Luego, munido de cierto instrumental médico y más
de un centenar de libros, llega al Tucumán a fines del siglo XVI, hallando allí
un villorrio en la falda del Aconquija que conforma una plaza rodeada de casas
de adobe con el rollo de justicia en el medio. El villorrio está entonces
habitado por 30 encomenderos con sus familias y mil siervos indígenas de sus
feudos.
En el Tucumán obtiene don Diego la mano de ALDONZA MALDONADO
DE OCAMPO Y TOLEDO, hija de uno de los vecinos encomenderos del lugar. Tiene
dos hijos: Isabel, que nace en 1580 y Francisco, en 1592.
Como médico de distinguidas familias, vive y se desempeña un
tiempo en Córdoba y después ejerce como médico cirujano en la Cuidad de Todos
los Santos de Nueva Rioja (La Rioja actual).
Como médico debe en esta ciudad ser testigo en el pleito
contra el portugués ANTONIO TRELLES, quien se hacía pasar por licenciado en
medicina, sin serlo.
Interesado en la alquimia, en la Kabalá y secretamente
místico, posee un rosacruz cuyas puntas contienen letras del alfabeto hebreo.
El representante
inquisitorial en el Tucumán sospecha de la “pureza de sangre” de Diego Núñez de
Silva, quien cae preso —lo mismo que su hijo, el citado Francisco Maldonado de
Silva—.
Fue Diego Núñez de Silva quien inicialmente instruyó a su
hijo en la Ley de Moisés y la incredulidad en la fe de Jesucristo.
Si bien en el Auto de Fe de Lima, el 13 de marzo de 1605 don
Diego es condenado a “reconciliación” con la Iglesia y penitenciado por sus
pecados a seis años de prisión, dada la escasez de médicos las autoridades
optan por dejar de lado la orden de abandonar las Indias, otorgándole el
permiso para residir y curar en el puerto del Callao, vecino a Lima. Muere en
el Perú en el 1616.
RODRIGO
HENRÍQUEZ DE FONSECA. En este caso, ya en España tiene
inicio la persecución inquisitorial, que se prolonga luego en América. Le dicen
“don” por lo que cabe suponer su pertenencia a la casta hidalga.
Después del 1650 se registra en Málaga una denuncia contra él,
por sus presuntos consejos al visir de Fez. Le acusan de haberle recomendado
cierto corte de aves para que no fuera impuro y que guarde los cuchillos sin
fiárselos a nadie. A lo que se suma la denuncia de otro sujeto.
Ya en América del Sur, en agosto de 1655 la Inquisición de
Lima es avisada por su Consejo Supremo en Madrid de que el doctor Henríquez de
Fonseca y su esposa LEONOR DE ANDRADE “habían venido por Buenos Aires hasta el Paraguay y el
Tucumán”.
La Inquisición se comunica desde Lima con Asunción y con
Potosí. Es en Potosí donde las autoridades locales entienden que las señas
descritas coinciden con las de quienes ellos conocen como don Diego Sotelo y su
mujer Francisca.
Así, el 18 de enero de 1656 los inquisidores limeños ordenan
al comisario de Santiago de Chile que por todos los medios a su alcance apresen
a Sotelo y su esposa, como también a otros familiares. Y el comisario
santiaguino informa tiempo más tarde a Lima, que aquellos arriban a El Callao
en agosto de ese año, yendo la mujer junto a una niña de ocho meses y a un
hermano.
El 30 de agosto de 1656 son todos hechos prisioneros de la
Inquisición limeña. A los pocos días declara doña Leonor de Andrade que al
salir de España quedaban allí presos en las celdas inquisitoriales de Toledo y
de Granada varios familiares: padres de Henríquez, hermano y cuñado.
A su vez, revela Luis de Rivero —hermano de Leonor de
Andrade— que sus padres y primos, todos ellos vecinos de Málaga, habían
judaizado y cumplían con los ritos judaicos.
En su testimonio LUIS DE RIVERO también compromete
seriamente a su hermana y cuñado. Tres días después, el 13 de enero de 1659,
sin conocerse un motivo específico, Luis de Rivero se suicida. La Inquisición
resuelve su entierro y relajación, al tiempo que concluyen las causas del
cuñado y la hermana.
En una nota del 14 de octubre de 1660, el Santo Oficio
limeño pide a España que les remitan las testificaciones en las causas contra
los padres de Rodrigo Henríquez de Fonseca y contra el difunto Luis de Rivero.
Un año y un mes más tarde, el 14 de noviembre de 1661 responde el Consejo
Supremo de Madrid,
señalando que pese a ser buscadas en las sedes inquisitoriales de Madrid, Cuenca y Granada no se hallaron más testificaciones para ser remitidas. Como resultado de esto, entre enero y marzo del año siguiente, en Lima son torturados el hidalgo médico y su señora esposa, hasta que les arrancaron la mutua confesión de “delitos” judíos. Como observamos, pese a ser hidalgo, es igualmente torturado el célebre médico criptojudío.
señalando que pese a ser buscadas en las sedes inquisitoriales de Madrid, Cuenca y Granada no se hallaron más testificaciones para ser remitidas. Como resultado de esto, entre enero y marzo del año siguiente, en Lima son torturados el hidalgo médico y su señora esposa, hasta que les arrancaron la mutua confesión de “delitos” judíos. Como observamos, pese a ser hidalgo, es igualmente torturado el célebre médico criptojudío.
Para el historiador chileno José Toribio Medina, Rodrigo
Henríquez de Fonseca y su esposa son los últimos sacrificados por la
Inquisición en América, siendo quemados vivos en la Plaza de Acho luego del
Auto de Fe del 21 de enero de 1664.
En cambio, Boleslao Lewin entiende que “afortunadamente no
acaeció tal desgracia” (2), ya que en esa fecha sólo les fueron comunicadas sus
culpas y sanciones, siendo “reconciliados” con la Iglesia.
Teniendo en cuenta la distancia generacional con aquel
judaísmo ancestral de España previo a la conversión, el fenómeno del
criptojudaísmo, como es de suponer, se iría agotando con el correr de décadas y
siglos. Ya hacia el siglo XVIII eran raros los casos de preservación de
rituales judaicos en quienes provenían de familias conversas.
DIEGO MATEO ZAPATA MERCADO. Fue tal vez el caso de mayor
repercusión en el siglo XVIII español.
Nace el 1º de octubre de 1664 en Murcia. Hijo de Francisco
Zapata y de Clara Mercado, a sus catorce años de edad, sus padres son acusados
por la Inquisición de practicar el judaísmo. La madre, condenada, es luego
liberada y puede retornar al hogar.
Diego Mateo inicialmente estudia Filosofía en la Universidad
de Valencia y luego cursa Medicina en la Universidad de Alcalá, siendo más
tarde Bachiller de Medicina por la Universidad de Sigüenza. Realiza sus
prácticas médicas en el madrileño Hospital General y de la Pasión.
Seguidor de la Medicina de Galeno, autor de “Verdadera
apología de la Medicina racional” (1690), se incorpora como médico a la Corte
de Carlos II (que reina entre 1665/1700); intercede ante éste para la creación
de la Sociedad Real de Medicina en Sevilla, de la que en el año 1700 lo
designan como fundador. Ya en tiempos de
la monarquía de Felipe V (entre 1700/1724), Diego Mateo Zapata Mercado es
presidente de tan prestigiosa sociedad médica.
Asimismo, en un libro de su autoría prescribe el uso de la
farmacología química y polemiza con distintas personalidades médicas,
argumentando a favor de los medicamentos.
EN FILOSOFÍA ABRAZA LA DOCTRINA DEL ATOMISMO y brinda explicaciones a partir de la materia; se opone a la
doctrina de la sustancia y a la filosofía natural aristotélica. De gran
reputación y de vastos conocimientos, su fama despierta la maliciosa envidia de
no pocos de sus colegas médicos. Lo cual lleva incluso a
algunos de éstos a denunciarlo ante la Inquisición —fundada en 1483 en España, seguía aun vigente—. En una primera ocasión, ante los tribunales de Murcia es absuelto. Pero la segunda denuncia se radica en 1721 ante el tribunal inquisitorial de Cuenca. El catálogo que la Inquisición realiza de su biblioteca señala que la misma contabiliza entonces unos seiscientos volúmenes.
algunos de éstos a denunciarlo ante la Inquisición —fundada en 1483 en España, seguía aun vigente—. En una primera ocasión, ante los tribunales de Murcia es absuelto. Pero la segunda denuncia se radica en 1721 ante el tribunal inquisitorial de Cuenca. El catálogo que la Inquisición realiza de su biblioteca señala que la misma contabiliza entonces unos seiscientos volúmenes.
Se lo acusa de judaizar y, es vilmente torturado. El proceso
judicial lo condena a recibir doscientos azotes en el auto de fe y a la
confiscación de bienes, como al posterior destierro por diez años de Cuenca.
Sin embargo, dado que tenía buenas relaciones en la corte y
entre sus pacientes se hallaban altos prelados de la Iglesia Católica, sus
protectores le posibilitaron vivir en Madrid sin cumplir con toda la sentencia.
En 1733 en su “Disertación médico-teológica” desarrolla
conceptos novedosos en OBSTETRICIA, ENTRE ELLOS LA CESÁREA. Asimismo acepta la circulación pulmonar de la sangre que
postula Harvey, y que completa con su propia interpretación.
En 1742 realiza una donación para la reconstrucción de una
importante iglesia de Murcia.
Con frecuencia escribe y polemiza en Medicina como en Filosofía. Fallece en Sevilla hacia mediados de 1745.
Con frecuencia escribe y polemiza en Medicina como en Filosofía. Fallece en Sevilla hacia mediados de 1745.
En una célebre acuarela de Goya, éste lo retrata preso y
encadenado, bajo la dedicatoria: “Tu gloria será eterna”. Dicha aguafuerte ha
sido tema de portada de la publicación académica “Sefardita”.
Asimismo, el Consejo
Superior de Investigaciones Científicas con sede en Madrid desarrolla un
proyecto que lleva
el nombre de Zapata.
el nombre de Zapata.
En España, todavía entre 1780 y 1820 de los 500 ajusticiados
por la Inquisición hallamos 16 casos de acusados de “judaización”.
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