¡Cómo me
gustan la Historia y la Biografía!
No siempre
tuvimos una acogida humanitaria.
NACIONALISMO INTEGRALISTA Y
ANTISEMITISMO. Juan Queraltó, conocido militante nacionalista
antisemita presidente de UES (Unión de Estudiantes Secundarios), la rama
estudiantil de la Legión Cívica, descontenta con la falta de celo
revolucionario de la Legión creó, en 1937, la Alianza de la Juventud
Nacionalista Aunque la Alianza era, fundamentalmente, un grupo juvenil, contó
entre sus miembros a importantes figuras del nacionalismo como Ramón Doll (ex
socialista convertido en nacionalista), Jordán Bruno Genta (nacionalista,
virulento antisemita, cuya influencia comenzó a sentirse en la década de 1940,
especialmente dentro de las Fuerzas Armadas y de la aviación) y los coroneles
Natalio Mascarello y Bonifacio Lastra.
En sus orígenes, estaba lejos de ser un movimiento
popular; sin embargo, en materia ideológica, ya se notaba con claridad su
nacionalismo extremo y el discurso proletario, evidenciando su intención de
utilizar símbolos revolucionarios de la izquierda socialista.
Su programa político condensado en "POSTULADOS
DE NUESTRA LUCHA", no se diferenciaba mayormente de los postulados de la
Legión Cívica. En 1937 y como oposición a todo este fuerte movimiento
antisemita, se creó el Comité contra el Racismo y el Antisemitismo en la
Argentina, impulsado por intelectuales comunistas pero que también recibió el
apoyo de prestigiosos intelectuales y la dirigencia política socialista,
demócrata progresista y radical.
LA TRAGEDIA
DEL JUDAÍSMO EUROPEO. En 1938, la situación de los judíos europeos era
sumamente grave. El Presidente Roosevelt convocó a una conferencia en Evián,
Francia -para julio de 1939-, a efectos de hallar una solución para el drama de
numerosos refugiados provocado por la anexión de Austria por parte del Tercer Reich.
El problema residía adónde colocar a los refugiados
alemanes y austriacos sin que fueran perjudicados los intereses británicos y
norteamericanos.
Esta cuestión también era un tema muy debatido en
la Argentina, el representante de la publicación “Criterio”, órgano no oficial
de la iglesia católica, era MONSEÑOR FRANCESCHI -su director- quien mantenía
una posición abiertamente hostil a toda posible admisión de refugiados
judíos al país. Pese a que el catolicismo argentino manifestaba su rechazo por
el racismo nazi, tomando distancia de la prensa pronazi, Franceschi(x), a
través de Criterio sostenía que el antisemitismo argentino era la defensa que
protegía a esta sociedad ante la masiva presencia judía.
(x) Nacido en Francia y fallecido en Montevideo, Gustavo
Franceschi, en el año 1937 participó de una encendida polémica con el senador Lisandro de la Torre, quien había criticado las limitaciones de las
organizaciones sociales de la Iglesia católica, y a quien acusó de “comunista vergonzante” (siempre
la misma diatriba.)
--- Vale la pena leer sobre tan mentada
discusión…
El Episcopado argentino, así como el Arzobispado de
Buenos Aires, no hicieron ninguna manifestación acerca de este espinoso asunto
a medida que las cosas empeoraban. Tampoco se pronunciaron a favor de una
actitud más compasivamente cristiana con los judíos europeos perseguidos, sobre
los que pendía la amenaza de exterminio.
La prensa judía, en particular “Mundo Israelita”,
lanzó una campaña contra el antisemitismo, hecho que le valió la acusación por
parte de “Criterio” de estar destilando “odio judío.”
LOS EXALUMNOS SALESIANOS manifestaron su tajante
rechazo a la posibilidad de prestar el menor auxilio a estas víctimas acosadas
por el nazismo. Desde el gobierno argentino se creó una comisión para la
inmigración, cuyo presidente era íntimo amigo del vicepresidente Castillo. En
1939, el Presidente Ortiz, reorganizó la comisión al descubrirse
irregularidades, al frente de la misma puso a Enrique Plate simpatizante
del nazismo, también fue agregado Enrique Maschwitz, conocido activista de los
círculos nazis.
Finalmente quedó en claro que la jerarquía católica
y la totalidad del clero, rechazaban el otorgamiento de refugio a los
perseguidos e insistían en la prohibición de asilo para todos los judíos,
actitud corroborada por el Poder Ejecutivo que emitió un decreto el 28 de julio
de 1938 cerrando toda posibilidad de entrada a los refugiados.
Los partidos de izquierda, comunistas y
socialistas, los liberales, con un militante comunista a la cabeza, Emilio
Troise, organizaron el primer Congreso del “COMITÉ CONTRA EL RACISMO Y EL
ANTISEMITISMO”, una de cuyas oradoras fue Alicia Moreau de Justo, socialista,
también participaron los radicales Illía y Frondizi, hicieron un
llamamiento a la apertura de la inmigración de refugiados perseguidos judíos.
Los fundadores fueron, además de los
nombrados, vario pinto de socialistas, demócratas, y radicales tales como: Lisandro
de la Torre, Mario Bravo, Julio Noble, Diego Luis Molinari, Américo Ghioldi,
Ernesto Sanmartino, Enrique Dickman, Álvaro Yunque, Deodoro Roca, Saúl Damonte
Taborda, Carlos Sánchez Viamonte, Ricardo Balbín, Cesar Tiempo y Sergio Bagú.
Estos apoyos, por parte de sectores de la izquierda
y del liberalismo, sirvieron para atizar los fuertes sentimientos antisemitas
de la mayor parte de los sectores católicos, desde sus más altas jerarquías
hasta los militantes de la Acción Católica.
NACIONALISMO
CATÓLICO Y EL RECHAZO A LOS REFUGIADOS JUDEOEUROPOS. La posición
oficial de la IGLESIA estimulaba aún más los sentimientos antisemitas
existentes, había logrado transformar sus posiciones políticas y doctrinales en
una política oficial del Estado argentino.
En 1941, en plena guerra, junto con el gobierno de
Brasil, la Argentina IMPIDIÓ EL DESEMBARCO DE 90 JUDÍOS que llegaron a estas
costas después de grandes vicisitudes. En ese mismo año, aparentemente, la
Cancillería argentina aprobó la entrada al país de un contingente de niños
judeo-alemanes, transitoriamente acogidos por Gran Bretaña. Pero cuando
intervino el cónsul, M. Molina le dijo al funcionario de la Liga de las
Naciones “con una sonrisa”, según narra Newton, que la Argentina no practicaba
ningún antisemitismo oficial pero que el cuerpo diplomático y consular tenía
instrucciones secretas de impedir el ingreso de inmigrantes alemanes del “tipo
común.”
----- De haber leído sobre el
antisemitismo en este país, el exfiscal NISMAN, no tendría que haberse metido
en semejante berenjenal.
En ese momento, TOMÁS LE BRETÓN era embajador en el
Reino Unido, el representante de la Liga se dirigió hacia él para mantener una
entrevista personal en la creencia de que sus ambiciones lo impulsarían a tener
un gesto humanitario si el caso lograba una importante publicidad. Sin embargo
Le Bretón opuso resistencia al proyecto, argumentando que los judíos argentinos
eran problemáticos, tanto fue así que el funcionario no insistió mas,
considerando el fuerte apoyo que le brindaba el embajador al esfuerzo de guerra
inglés.
Newton consigna que en 1943, una organización
alemana antinazi, HILFSVEREIN, le solicitó al presidente Castillo una
autorización por escrito para la entrada de mil niños judíos menores de catorce
años, la autorización caducaba el 31 de diciembre de 1943. Ni Castillo ni los
militares que los derrocaron en junio llegaron a ejecutarlo”.
El investigador y escritor UKI GOÑI, en un libro
sobre el particular, afirma que “las órdenes secretas hacían prácticamente
imposible, para los refugiados judíos, entrar en Argentina sino era a través de
tortuosas rutas ilegales. El número de pasajeros de segunda y tercera clase de
los transatlánticos que estaban dispuestos a declarar que su religión era la
judía a su llegada a Buenos Aires” fue descendiendo de 2.006, en 1941, a
un solo pasajero en 1944.
La trasgresión se convirtió en la norma, se vendían
visados a los judíos. Un embajador, según relata Goñi, afirmaba que “este tráfico que
ha enriquecido a muchas personas con influencia en los círculos políticos
argentinos, desde el entorno inmediato del Presidente hasta funcionarios
menores del Ministerio de Agricultura, la Policía y las autoridades portuarias,
ha ayudado sólo a aquellos cuyos parientes querían y PODÍAN PAGAR SOBORNOS... pero el diplomático del que se rumoreaba que
había ganado más dinero con los judíos era, también, uno de los más
distinguidos que había tenido Argentina.
Se dice que mientras fue embajador de Argentina en
París, desde 1938 hasta la ocupación nazi, Miguel Ángel Cárcano se embolsó un
millón de dólares vendiendo visados a los judíos ricos que buscaban refugio en
Francia. Su tráfico de visados sería la comidilla de los círculos diplomáticos
argentinos durante las décadas de 1940 y 1950. Después de París, Cárcano fue
-hasta 1946- embajador en Londres donde disfrutó de un gran prestigio...”
----- El sentimiento antisemita era mayor que el de
la piedad sobre unos inocentes…sin embargo, no les repugnaba el dinero
de los hebreos.
Cuando Goñi se formula la retórica pregunta de
quién salvó más vidas, si los incorruptibles que no aceptaron ni un soborno o
los que se dejaron sobornar y que salvaron miles de vidas culpando de su
intrínseca perversidad al nazismo, no se puede evitar reflexionar sobre el
significado y el valor de términos tales como venalidad o incorruptibilidad en
casos como éste, que van más allá de la perversidad del nazismo.
Por desagradable e inmorales que parezcan los que
ganaron mucho dinero con la desesperación de los judíos, no parece aquí que el
término que designa como incorruptibles a quienes no lo hicieron, pueda ser
utilizado apropiadamente, ni siquiera en un sentido neutro, porque colaboraron
enviando a la muerte a miles de personas, sin el menor sentido compasivo o
solidariamente humano para aquellos a los que les esperaba un destino tan
trágico. .
NACIONALISMO CATÓLICO: ANTISEMITISMO,
HOSTILIZACIÓN DE LAS INSTITUCIONES JUDÍAS. En 1938, tras las elecciones a las que se
disfrazó dándoles visos de legalidad democrática, el candidato impuesto por el
Presidente Justo, el radical Ortiz llegó a la presidencia. Le tocó lidiar
con los sectores más reaccionarios y conservadores del nacionalismo, fuertes en
la calle y en el Ejército.
Ortiz, en una actitud desacostumbrada en los
gobernantes de la época, ni bien asumió el gobierno promulgó el Decreto 4071
del Poder Ejecutivo, por medio del Ministerio de Justicia e Instrucción
Pública, imponiendo una nueva política en la Argentina -según el
historiador EFRAÍM ZADOFF - por el que
se limitaban fuertemente la difusión de ideas totalitarias provenientes de
Europa, el falangismo español, el fascismo italiano y el nazismo alemán. Pero
Ortiz se vio obligado a renunciar a causa de su mala salud, su sucesor fue el
vicepresidente Castillo, con él habían llegado al poder los
representantes de los sectores más ultra conservadores y antisemitas, impidiendo
toda posibilidad de administración democrática.
LA PERSECUCIÓN SOBRE LOS JUDÍOS no tardó en hacerse
sentir, en algunos casos con la prohibición de actos públicos bajo el pretexto
de que los oradores no se expresaban en castellano, o denegando la autorización
para un acto de un comité de ayuda a los judíos alemanes pretextando problemas
de horario. En las actitudes represivas se confundían, deliberadamente, las
persecuciones antisemitas con las anticomunistas.
En el mes de julio de 1932 se habían clausurado
siete escuelas laicas donde se enseñaba idish, por considerarlas reductos
bolcheviques.
EL HISTORIADOR LVOVICH consigna que estas escuelas
clausuradas eran las Dov Ver Borojov (ideólogo del socialismo), de orientación
sionista socialista, y Abshulorg, socialista. El material requisado nunca fue
devuelto y uno de los miembros del Borojov estuvo arbitrariamente preso hasta
septiembre. Se allanaban y clausuraban las escuelas judías
pertenecientes al Farban Fun Idische Folks Shulns, se detenían alumnos, padres
y maestros, se allanaban domicilios particulares donde se secuestraba material
del que nunca se llevó un registro ni fue devuelto.
El pretexto para estas persecuciones era que
las escuelas eran comunistas, a pesar de que se demostró que todas las
denuncias eran falsas, el nacionalismo antisemita continuó difundiendo la misma
calumnia.
La Policía, con el pretexto del comunismo, prohibió
el acto del Organismo de Ayuda Directa de las Víctimas Judías de la Guerra, los
actos donde los oradores se expresaban en idish, cuyo uso también fue prohibido
en la vida religiosa.
RECHAZO Y HOSTILIZACIÓN A LOS JUDÍOS. Se ordenó la
realización de un censo compulsivo a todos los comerciantes que habían cerrado
sus negocios en señal de duelo por la Kristalnach acontecida en la Alemania
nazi. Otras formas de antisemitismo se manifestaban por la publicidad de
empresas e instituciones estatales otorgada a la prensa más rabiosamente
antisemita, así como las persecuciones que se ejercieron para dificultar las
actividades de organizaciones que luchaban contra el antisemitismo, por
ejemplo, prohibiendo la transmisión radial de un Congreso Nacional
Antirracista en 1938.
A pesar de que en algunos casos existían conflictos
sindicales, y en algunos de ellos patrones y obreros eran judíos, la prensa
antijudía no trepidó en culpar a los judíos por provocar sentimientos
antisemitas. Se inmiscuía en los conflictos laborales responsabilizando a los
judíos por producir perturbaciones y problemas.
En 1937, se impidió la afiliación de MACABI a la
Federación Argentina de Básquet por ser un club judío, en tanto el CLUB NÁUTICO
HACOAJ, fundado por las dificultades que tenían los judíos para ingresar a los
clubes de remo, fue rechazado once veces cuando solicitó su afiliación a la Asociación
Argentina de Remeros Aficionados, entre 1938 y 1943. Se alegó que los clubes
italianos y alemanes no querían a los judíos dentro de la Asociación, pero los
otros clubes que no lo era tampoco hicieron nada para impedir esta situación.
---- En Concordia (Entre Ríos), teníamos prohibido
ingresar al club Regatas…
Se negaba empleo a quienes tenían apellidos
judíos en instituciones estatales de diversa índole. En los hospitales públicos
era muy frecuente la hostilidad o la agresión abierta a los practicantes de
medicina que habían ganado legítimamente el puesto por concurso. Otras formas
de prejuicio y discriminación se ejercían contra estudiantes judíos negándoles
plazas en escuelas y colegios secundarios. También en los ámbitos militares,
ser conscripto judío significaba -en numerosos casos- estar sujeto a burlas y
humillaciones, cuando no persecuciones.
REVOLUCIÓN DE 1943. GOBIERNO MILITAR NACIONALISTA
INTEGRALISTA. El 4 de junio de 1943 se produjo un golpe militar
que llevó a la presidencia al general Ramírez, quien nombró en el gobierno a un
gran número de funcionarios nacionalistas católicos, muchos de ellos notorios
antisemitas. Estos pusieron en vigencia una ideología represiva, donde los
derechos fueron burlados e ignorados, la libertad de prensa eliminada, los
partidos políticos disueltos, impuesta la enseñanza religiosa católica en las
escuelas estatales, así como prohibidas todas las actividades contra el
antisemitismo o antifascistas.
Este gobierno nacional integralista, presidido por
Ramírez, tuvo fuertes actitudes antisemitas expresadas en medidas tales como la
ordenanza promulgada en 1944, prohibiendo la venta de carne en las ferias
municipales que no proviniese del Frigorífico Municipal lo que -en buen
romance- significaba la imposibilidad del consumo de todo tipo de carne casher.
A pesar de todos los reclamos de la DAIA, la medida -contraria a una
práctica ritual esencial del judaísmo- continuó en vigencia con total falta de
respeto a las libertades religiosas de los observantes no católicos.
Con la designación de MARTÍNEZ ZUVIRÍA, conspicuo
antisemita, como Ministro de Justicia e Instrucción Pública, se implementó una
política restrictiva o abiertamente opuesta a la educación judía; desde el
Estado se rechazaban las solicitudes de autorización de escuelas judías y la
entrega de certificados de docencia para sus maestros, utilizando evasivas de
diversa índole, también fueron clausuradas doce escuelas judías. Una
disposición del Gobierno ordenó el cierre de la prensa idish, lo que impidió la
publicación del Idische ZAITUNG Y DI PRESSE los días 13 y 14 de octubre
de 1943, finalmente se autorizó su edición normal con un pedido de disculpas a
la DAIA por parte del Ministro de Interior lo que no impidió que la
autorización de actos en habla idisch rigiera únicamente para la DAIA, en
tanto que cualquier otra institución debía solicitar una autorización previa.
El Ministerio de Guerra
exigía una FE DE BAUTISMO para el ingreso a los institutos o escuelas
militares. En tanto se “puso en comisión”, por no decir que se suspendían, a
los maestros estatales judíos por parte del Consejo Nacional de Educación y se
prohibió la matanza ritual para el kashrut en Entre Ríos. Todas estas medidas,
tan persecutorias como discriminatorias, en un momento histórico extremadamente
doloroso para el judaísmo mundial, sólo aumentaron la zozobra y el miedo de la
comunidad argentina. El principal aporte ideológico de la revolución militar
fue proporcionado por el GOU, convertido en el real factor de poder en el
Gobierno. En esta logia predominaba una ideología fuertemente antisemita,
aunque no expresada abiertamente.
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