¡Cómo me gustan la Historia y la Biografía!
Lo que se ignora también sucede.
DESTRUCCIONES EN LA CIUDAD VIEJA.
Cuando el sector judío de la ciudad vieja fue capturado por la Legión Árabe,
éste fue destruido y sus habitantes expulsados. Se demolieron cincuenta y ocho
sinagogas, algunas de cientos de años de antigüedad, y sus enseres se robaron o
profanaron. Algunos de los sitios sagrados judíos se convirtieron en gallineros
o establos. El cementerio judío del Monte de los Olivos, donde hay tumbas
judías de más de 2500 años, fue saqueado y las tumbas profanadas. Se quebraron
miles de lápidas que se utilizaron como material de construcción; estas lápidas
cubrían calles o letrinas en los campamentos militares de la Legión Árabe. En
la cima del cementerio se construyó el hotel Intercontinental y para hacer un
camino que llegara al hotel se destruyeron tumbas. El Muro de los Lamentos se
convirtió en un barrio bajo.
En 1950, Jordania anexó los
territorios que capturó en la guerra de 1948, el Este de Jerusalém y
Cisjordania. La resolución del 24 de abril declaró su “apoyo a la unidad
completa de los dos márgenes del Jordán y su unión en un solo estado, la
monarquía hashemita de Jordania, encabezada por el rey Abdulá ibn al Hussein…”
Sólo Gran Bretaña y Pakistán
reconocieron la anexión de Jordania, mientras que todos los demás países,
incluyendo el resto de los países árabes, la rechazaron. Gran Bretaña reconoció
solamente la anexión de Cisjordania.
El imperio británico (con la
naturaleza cínica de su política exterior),
nunca reconoció la soberanía de Jordania o de Israel sobre ningún sector
de Jerusalém, declarando ilegal cualquier anexión.
RESTRICCIONES RELIGIOSAS y
bloqueo del acceso a los sitios sagrados en
contravención al acuerdo del armisticio de
1949, Jordania no permitió el acceso de los judíos a sus sitios sagrados o al
cementerio del Monte de los Olivos.
El Artículo VIII del armisticio
entre ISRAEL Y JORDANIA (3 de abril, 1949) estableció que un comité “se
encargara de formular planes y disposiciones, que incluían el acceso libre a
los sitios sagrados y a las instituciones comunitarias y el uso del cementerio
del Monte de los Olivos”. A pesar de eso, y de numerosos pedidos oficiales de
Israel y de grupos judíos ante la ONU y EE. UU., se negó a los judíos el acceso
al Muro de los Lamentos, al cementerio judío y al resto de los sitios
religiosos del este de Jerusalém. La línea del armisticio se reforzó y
francotiradores jordanos se asentaron sobre los muros de la ciudad vieja; éstos
balearon a mansalva a los israelíes que se encontraban del otro lado.
LOS ÁRABES ISRAELÍES tampoco
pudieron tener acceso a las mezquitas de Al
Aqsa o al Domo de la Roca, pero se respetaron los sitios musulmanes del
Este.
Aunque los cristianos, a diferencia
de los judíos, pudieron tener acceso a sus sitios sagrados, también sufrieron
restricciones bajo la ley jordana. se puso un límite al número de peregrinos
cristianos que ingresaban en la ciudad vieja en Navidad y Pascua y se prohibió
la compra de propiedades en Jerusalém a las instituciones benéficas y
cristianas. Se ejerció estricto control sobre las escuelas cristianas,
exigiéndoles que enseñaran en árabe, cerraran los viernes (el día sagrado
de los musulmanes) y enseñaran el Corán. al mismo tiempo, no se les permitió
enseñar el cristianismo o entregar material cristiano impreso a no-cristianos.
DURANTE LA GUERRA
DE LOS SEIS DÍAS (1967) Israel le solicitó a Jordania que se mantuviera fuera
del conflicto; sin embargo, a pesar de eso, las fuerzas jordanas comenzaron a
disparar su artillería hasta Tel Aviv y Jerusalém.
En un principio, las fuerzas israelíes no respondieron,
tratando de no abrir un frente de guerra con Jordania, pero Jordania continuó
atacando y ocupó la sede de la ONU en Jerusalém.
Las fuerzas israelíes entraron en la lucha armada y en dos
días lograron hacer retroceder a los jordanos y tomaron el este de Jerusalém.
El 7 de junio de 1967, los
paracaidistas del TZAHAL (Fuerzas de la
Defensa de Israel) avanzaron en la ciudad vieja hacia el Templo del
Monte y el Muro de los Lamentos, poniendo el sitio más sagrado del judaísmo
bajo el control judío por primera vez en 2000 años.
Existen grabaciones de este
momento, cuando el comandante de la brigada, el general MOTTA GUR, se acerca a
la ciudad vieja y anuncia a los comandantes de su compañía: “estamos sentados
en un montículo y de aquí vemos la ciudad vieja. desde aquí entraremos en la
ciudad vieja, nuestro sueño a lo largo de tantas generaciones. Seremos los primeros
en entrar en la ciudad vieja […] ¡el MONTE DEL TEMPLO está en nuestras manos!
El rabino de Israel SHLOMO GOREN
hizo sonar el shofar (hecho con el cuerno de carnero, cabra.etc.), en el Muro de los Lamentos para simbolizar su
liberación. Para los israelíes y los judíos en todo el mundo éste fue un
momento de júbilo y exaltación. Muchos lo consideraron un regalo de dios.
Junto al Muro de los lamentos, el
general MOSHE DAYAN, ministro de defensa de Israel, hizo la siguiente
declaración: “a nuestros
vecinos árabes les extendemos, especialmente en este momento, una mano de paz.
A los miembros de otras religiones, cristianos y musulmanes, en este lugar les
hago la promesa de que su libertad y todos sus derechos de culto se respetarán
completamente. No hemos venido a Jerusalém a conquistar los lugares sagrados de
otros.
El primer ministro LEVI ESHKOL
declaró su intención de dar a cada religión el control de sus propios sitios
religiosos. Dayan cedió inmediatamente el control del Templo del Monte a la administración musulmana, mientras que
la seguridad de la zona quedó en manos de Israel.
Dayan anunció a los judíos que
podrían visitar el muro de los lamentos pero que no podrían realizar servicios
religiosos en este lugar. Dio órdenes de demoler las paredes existentes contra
los francotiradores, remover las minas y las barreras de alambre de púa,
derribando de esta forma la división de Jerusalém. En pocas semanas, se hizo
posible el movimiento libre en Jerusalém y cientos de miles de israelíes judíos
entraron en la ciudad vieja a escrutar el muro y tocar sus piedras. Los árabes
israelíes pudieron rezar en las mezquitas del DOMO DE LA ROCA y de AL AQSA por
primera vez desde 1948, y los israelíes cristianos pudieron visitar la iglesia
del SANTO SEPULCRO.
El Parlamento aprobó la ley de
protección de los sitios religiosos, atribuyéndoles un estado legal especial y
convirtiendo su profanación o el bloqueo del acceso a los mismos en un acto
criminal.
JERUSALÉM se convirtió en una
ciudad reunificada que asegura la libertad
religiosa y el acceso universal a los sitios de culto.
La libertad religiosa que se
impuso en 1967 nunca se conoció durante
la ocupación jordana de la ciudad, lo que provocó que ADNAN ABU ODEH,
exembajador jordano en la ONU, dijera:
“LA SITUACIÓN DE JERUSALÉM ANTES DE 1967
FUE DE EXCLUSIÓN RELIGIOSA, MIENTRAS QUE DESPUÉS DE 1967 ISRAEL HA
TRATADO DE MANTENER LA INCLUSIÓN RELIGIOSA.”
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