(El
Kirchnerismo tampoco)
A la par que se iban
cerrando uno a uno los medios opositores, la DICTADURA
DE PERÓN iba
edificando en su favor un aparato gráfico de propaganda estatal gigantesco
llamado ALEA SA.,
cuya propietaria insólitamente era Eva Perón (que nunca había tenido un
centavo), dato que confirmaba la ilegalidad y el desmanejo de los polémicos
fondos de su Fundación (para la cual supuestamente su mentora trabajaba ad
honorem).
El diario peronista
por antonomasia del multimedios de Eva era DEMOCRACIA, al que
se sumaron no sólo las publicaciones del citado grupo ALEA SA., sino que a la vez se compraron los
diarios CRÍTICA, LA RAZÓN, NOTICIAS GRÁFICAS Y LA ÉPOCA.
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El kirchnerismo
ha relanzado lo que fue el monopolio periodístico, solo que no pudo doblegar a
La Nación y Clarín.
El antiguo diputado
peronista EDUARDO COLOM cuenta
que “ALEA es
el pulpo que se apodera de todos los diarios de la Capital Federal, con
excepción de LA PRENSA, que,
como se resistía a someterse al gobierno, hubo que expropiarla.
---- Muchos años
después el empresario marplatense FLORENCIO ALDREY IGLESIAS, se encargó de hacer trizas al centenario
diario (La Prensa), a su gran biblioteca, a la que puso en una mesa de saldos,
según la denuncia de un particular.
La Nación no se
expropia ni se la compra, porque LA NACIÓN se entrega: solícitamente hace lo que
el Gobierno ordena; CLARÍN no
lo tomó Perón, porque su propietario ROBERTO NOBLE jugaba a las cartas con Perón. Pero
todos los demás diarios: LA RAZÓN, NOTICIAS GRÁFICAS, DEMOCRACIA, LA ÉPOCA, EL
MUNDO, a la
larga y a la corta pasaron a poder de ALEA”.
La dictadura compró
también por medio de testaferros (los padres ideológicos del neokirchnerista MARTÍN
SABBATELLA), la EDITORIAL
HAYNES (que
editaba el diario El Mundo, El Hogar, Selecta y Mundo Argentino) de la cual
comenzaron a editarse revistas oficialistas con fondos públicos tales como MUNDO
INFANTIL, MUNDO RADIAL Y MUNDO AGRARIO.
Al final de su
régimen, Perón había montado con plata ajena y para su propia gloria y alabanza
un imperio periodístico conformado (además de por la totalidad de las emisoras
radiales) por 13 editoriales, 17 diarios nacionales, 10 revistas y 4 agencias
informativas que gozaban de ingente pauta oficial: “Hemos purificado nuestra
prensa. Ella ha sido, en este sentido, el objeto de un extraordinario
perfeccionamiento” declaró un orgulloso Juan Perón el 13 de octubre de 1949.
---- Cuánta envidia
tendrá CFK., que se va de la presidencia, sin cerrar su gestión con el
monopolio soñado.
Se vivía en un clima
de monotonía intelectual y bajo vuelo cultural, chatura destinada a gente con
poca o ninguna inquietud que no fuera más allá del entretenimiento trivial al
que siempre el régimen anexaba la reglamentaria lisonja al matrimonio
detentador del poder central.
Para dirigir o actuar
en las películas cinematográficas había que ser peronista, o por lo menos
fingir que se lo era. Las figuras protagonistas de entonces estaban vinculadas
a organizaciones del régimen y como bien señala FÉLIX LUNA, las películas no eran más que “tilinguearías
para un público acostumbrado por el cine norteamericano a comedias ñoñas, o
penosas reelaboraciones de novelas y cuentos de escritores universales, al uso
nostro”. Y si la película a proyectar no tenía ninguna connotación
oficialista, se procuraba que en los intervalos del cine la propaganda del
régimen se transmitiera rigurosamente a través del caricaturesco noticiario “SUCESOS
ARGENTINOS”.
En la Argentina
peronista sólo tenían trabajo o figuración periodística, teatral o académica
los obsecuentes, generalmente mediocres cuyo mérito mayor era el servilismo y
la sumisión. Este mecanismo mantenido en el tiempo fue envileciendo las
ciencias, los libros, el cine, las novelas, los programas de radio y las
crónicas.
---- Hay una
reedición siglo XXI: Carta Abierta, Justicia Legítima, Madres y Abuelas de
Mayo, etc., etc.
Ninguna actividad
escapaba a la “DOCTRINA NACIONAL”
y se llegó a extremos tales como el caso del ingeniero Ramón Asís,
vicegobernador de Córdoba y profesor universitario, autor del desopilante libro
“Hacia una arquitectura simbólica
justicialista”.
La ciencia tampoco se vio librada de la
politización oficial y el sucesor de la cátedra de Fisiología de la Facultad de
Medicina del exonerado Premio Nobel BERNARDO HOUSSAY, cambió el nombre de la materia por el
de “FISIOLOGÍA PERONISTA”.
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Por qué será que
el pasado peronista se parece tanto al presente kirchnerista….
La vulgarización de
las costumbres, el embrutecimiento generalizado y el desincentivo de la
excelencia fueron otras de las tristes notas distintivas del largo régimen de
Perón. En las calles se embestía con un hostigamiento visual conformado a base
de bustos, estatuas, carteles, nombres de plazas, ciudades y calles que pasaron
a llamarse Juan Perón o Eva Perón y se empapeló el país con afiches que a modo
de pseudareligión rezaban el versículo “PERÓN CUMPLE, EVITA DIGNIFICA”.
Llegó un momento en
el cual no había dependencia u oficina pública que no tuviese una imagen de
alguno de los integrantes de la pareja presidencial en exhibición. Los
comercios, cualquiera fuere su rubro, debían tener una foto de Eva o del
dictador de manera virtualmente obligatoria, caso contrario, eran pasibles de
recurrentes inspecciones impositivas o administrativas que acababan clausurando
el local: “el culto a la personalidad es realmente indispensable en las etapas
revolucionarias” se justificaba Perón.
Se vivía francamente
en el absurdo. La ciudad de La Plata fue rebautizada con el nombre “Eva Perón”.
La estación de trenes de Retiro pasó a llamarse “Presidente Perón”.
---- Veo que el
kirchnerismo no tiene nada de original.
Las Provincias de
Chaco y La Pampa a partir de enero de 1952 cambiaron su nombre por “Presidente
Perón” y “Eva Perón” respectivamente. La ciudad de Quilmes también pasó a
llamarse Eva Perón al igual que un sinfín de calles, colegios y plazas de todo
tipo y tenor. Respecto a la monotonía en cuanto a los nombres de calles y
avenidas se provocó un serio problema en el correo central, porque debido a la
gran cantidad de lugares con la misma denominación se complicaba en mucho la
clasificación de cartas y encomiendas, lo que determinó que el remitente se
viera obligado a agregar entre paréntesis el nombre anterior de la calle o la
dirección rebautizada a fin de evitar que su correspondencia fuera a un destino
equivocado.
El gobernador de la
Provincia de Buenos Aires (a la sazón el rosarino CARLOS ALOÉ) dispuso que todos los cuerpos
celestes descubiertos en el observatorio de Eva Perón (así se denominaba la
ciudad de La Plata) fuesen “consagrados a Eva Perón e identificados con nombres
que exalten sus virtudes”. Y así se determinó que tres nuevos astros fueran
denominados “Abanderada”, “Mártir” y “Descamisada”. El Congreso sancionó la ley
14.036 imponiéndole al mes de octubre la condición de “mes del Justicialismo”.
El “Escudo Peronista” reemplazó progresivamente al Escudo Nacional, y la
diferencia estética entre uno y otro era que el escudo de Perón tenía las manos
estrechadas en sentido diagonal y no horizontal, representando una relación de
subordinación entre la masa y el caudillo.
La “Casa Guzmán”,
dedicada a fabricar trofeos y distintivos, fue contratada por el Estado para
fabricar 16 mil “escuditos” por día, los cuales se repartían en las solapas de
los colegios primarios y secundarios. Además se anexaban a las medallas y
trofeos deportivos de los “CAMPEONATOS EVITA”, cuadrantes de relojes, pañuelos y todo
tipo de utensilios donde pudiese estamparse la propaganda partidaria de la
dictadura: “HOY ES UN DÍA PERONISTA” debía decir de manera exultante el
locutor radial LUIS ELÍAS SOJIT (el
Víctor Hugo Morales, de aquel entonces), cada vez que amanecía soleado.
La saturación
idolátrica era tan agobiante, que los groseros gestos de obsecuencia de los
funcionarios peronistas ya no llamaban la atención: “En el gobierno argentino
no hay nadie, ni gobernadores, ni diputados, ni jueces, ni nadie: hay un solo
gobierno que es Perón” arengaba el gobernador bonaerense Carlos Aloé ( el
Scioli de aquel entonces)
agregando “Ningún peronista
entra a analizar las situaciones. Basta que el General Perón quiera una cosa
para que todos estemos dispuestos a cumplirla de inmediato”.
El sirviente HÉCTOR
CÁMPORA ( un tipo más inteligente que el chaqueño Capitanich), no
se quedaba atrás y en su condición de Presidente de la Cámara de Diputados era
el encargado de tomar juramento a los Diputados que asumían y para tal fin
fabricó la siguiente fórmula juramental: “¿Juráis ser leales al Libertador de
la República General Juan Perón y a la Jefa Espiritual de la Nación Eva Perón,
a su doctrina y a su movimiento?”
La diputada DELIA PARODI
(la versión original de DIANA CONTI), enseñaba que “Nuestro Dios en la
Tierra es Perón”,
en tanto que el diputado cura y gran antisemita VIRGILIO
FILIPPO redactaba
un “Ave María de María Eva” a fin de ser
rezado en las unidades básicas.
El ministro de
Asuntos Técnicos RAÚL MENDÉ,
por su parte, inventó un establecimiento educativo llamado Escuela Superior
Peronista, creado según él “para enseñar a amar a Perón” dado que “seremos
mejores todavía si tenemos el pensamiento puesto en Perón.
Estas adulaciones
patológicas se irán intensificando con el tiempo hasta adquirir delirios
místicos: “yo no concibo el cielo sin Perón” sentenció Eva en su testamento
político e incluso sus loadores no tardarán en colocar a Perón por encima de
Jesucristo en discursos oficiales.
En 1973 PERÓN se
refirió a este cuestionado asunto del culto a la personalidad y respondió “¿Qué
puede tener eso de malo, si yo no me lo creo? Acaso, ¿no es normal que la
persona que brinda tanto bien sea casi endiosada por sus beneficiarios?”.
---- El General quería ser
recordado como un Cornelio Saavedra, el presidente de la Primera Junta.
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