Cuando se llora sobre la leche derramada.
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Y algo parecido habría
que decir del Gobierno argentino que se dejó birlar Las Malvinas, por los ingleses en dos oportunidades y en la última
ocasión fue definitivamente.
Los ingleses habían
tenido una primera ocupación de Las Malvinas en 1774. Desencantados dejaron el
territorio, sin que los distintos Gobiernos argentinos surgidos después de
1810, no hicieran demasiados esfuerzos para reforzar el que se suponía era
suelo patrio.
Los ingleses volvieron en 18(33) (treinta
y tres años es el tiempo transcurrido desde la fallida aventura de la Dictadura militar), aprovechándose que su gobernador LUIS VERNET nacido en Hamburgo, había sido dejado librado a la
buena de Dios por el Gobierno de Buenos Aires.
VERNET. El 10 de junio de 1829 se estableció oficialmente en la Isla
Soledad y fue nombrado Primer Comandante Político Militar en las
Islas Malvinas. Bajo el pabellón argentino,
se comprometió a hacer cumplir la legislación argentina, cuidar sus costas y
los reglamentos de pesca vigentes.
La designación de Vernet la realizó el
entonces gobernador de Buenos Aires, Martín
Rodríguez, con el asesoramiento del jurista Salvador
María del Carril.
Después trasladó a la isla a su esposa María Sáez,
con la que tuvo una hija en 1830: MALVINA Vernet y
Sáez, la primera persona de la que se tenga registro en nacer allí.
29 de mayo de 1830, celebrando el primer matrimonio civil de la Argentina, ya que las islas no
contaban con autoridades eclesiásticas
MALVINA no
fue la única descendiente de argentinos nacida antes de 1833, ya que hubo otros
niños nacidos bajo bandera argentina. Uno de ellos fue el hijo de Gregorio Sánchez y Victoria
Enríquez, a quienes Vernet casó el.
Vernet
también radicó en el lugar a 50 colonos con sus familias a los que sumó al capitán británico MATTHEW BRISBANE.
Vernet se
quedó sin recursos para seguir gobernando, por la desidia porteña. Obligado por
las circunstancias dejó su lugar al marino José María Pinedo, quien no intentó
detener a los ingleses. Y también se fue del lugar sin combatir.
Vernet nunca fue
repuesto en su cargo ni volvió a las islas, a pesar de varias peticiones a las
autoridades británicas reclamando el derecho de volver y la recuperación de las
tierras que le habían pertenecido.
Al tener noticias
de la llegada al puerto de Buenos Aires
de la nave la Sarandí al mando de Pinedo, el valeroso almirante GUILLERMO BROWN se presentó inmediatamente ante el GOBIERNO para ofrecer sus servicios y expresó su
repudio por la débil respuesta militar de los marinos argentinos ante el ataque
británico.
Nadie lo tomó en
cuenta.
Eso sí, se instanció un sumario para investigar lo
acontecido durante una sublevación que
ocurrió en Malvinas y que le costara la vida al mayor de artillería Juan Esteban
Mestivier. Los cabecillas fueron
fusilados.
Debido a su juventud
e inexperiencia, uno de los implicados en el hecho, José Gomila, que había obligado a la viuda a convivir con él, obtuvo (de los
ascendientes de Zaffaroni) una pena leve: fue asignado “dos años con media paga
en un fuerte bonaerense a su elección.”
Por su parte BRISBANE, el inglés con ciudadanía argentina, intentó retomar
las operaciones dos meses después de la ocupación británica pero fue asesinado
por gauchos comandados por ANTONIO RIVERO quien habría de caer en el combate la Vuelta de Obligado.
----- Cómo le pasó al
moro, no hay que llorar por lo que no se supo defender en su momento. Sólo hay
que esperar que el Reino Unido, decida dejar este punto estratégico, por ser la
confluencia de los dos Océanos.
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