Otro documental sobre
la inmundicia humana
Para todos los excrementos humanos, que niegan el HOLOCAUSTO, les
recomiendo ver el documental NIGHT
WILL FALL, un film que vio la luz el año pasado pero que, a raíz de
su emisión en la televisión americana, está siendo objeto de varias reseñas al
otro lado del Atlántico.
Night Will Fall ha
sido producido por Brett Ratner y
dirigido por André Singer, y es a
su vez la historia de otro documental: German
Concentration Camps Factual Survey, una película supervisada (más
que dirigida) por el mismísimo Alfred
Hitchcock y de la
que, aprovechando la ocasión, nos gustaría escribir unas líneas en Actualidad
TCM.
La historia se remonta a la primavera de 1945, en las postrimerías
de la Segunda Guerra Mundial, una fecha en que las fuerzas aliadas (americanos,
ingleses, soviéticos…) marchaban ya sobre Berlín. Además de con fusiles, muchos
soldados viajaban armados también con cámaras, dado que una de sus misiones era
denunciar las atrocidades cometidas por el enemigo. Sabían, evidentemente, que
lo que les esperaba no sería agradable. Sin embargo, la terrible realidad que
acabaron captando, la brutalidad del Holocausto, superaría con creces sus
peores presagios.
Fue en abril de 1945, a raíz de una estremecedora emisión de BBC
Radio, cuando los ciudadanos de los países aliados empezaron a hacerse una idea
de lo que los alemanes habían estado haciendo en los campos de concentración.
Uno de los oyentes de ese programa era el productor inglés Sidney
Bernstein, fundador de Granada Television y anti-fascista militante.
Sobrecogido por lo escuchado (“Me encuentro en un mundo de pesadilla”, decía el
reportero en su emisión), Bernstein decidió viajar en persona al campo de
Bergen-Belsen. Lo que encontró allí (muerte, enfermedad, personas con
desnutrición extrema que se asemejaban a esqueletos andantes…) le convenció
rápidamente de cuál era la misión que le correspondía como cineasta: hacer un
documental que, como se puede leer en Newsweek, “reflejara los crímenes nazis
tan vívidamente que nadie pudiera negarlos”.
El título del documental en cuestión (lo hemos dicho al principio
de este post) era German
Concentration Camps Factual Survey, y para su elaboración, a partir
del material grabado por ingleses, americanos y rusos, Bernstein contrató al
montador Stewart McAllistar, los guionistas Richard Crossman y Colin
Willis y al ya mencionado Alfred Hitchcock.
German Concentration Camps
Factual Survey es el único documental conocido de la carrera de
Hitchcock. El director británico sólo trabajó en él alrededor de un mes, pero,
por lo que se cuenta, su implicación fue absoluta y estaba guiada por la misma
determinación de Bernstein: no permitir que nadie olvidara la masacre de
millones de personas durante el conflicto. En ese sentido, Hitchcock solicitaba
a los cámaras que rodaran los planos más largos posibles, de manera que quedase
claro que lo filmado era real. Otro elemento que le turbaba especialmente, y
así lo plasmó en el documental, era la convivencia del horror con la vida
cotidiana de los civiles alemanes; lo cerca que estaban sus pintorescas aldeas
de los campos de concentración.
En septiembre de 1945, sin embargo, cuando el proyecto aún no
estaba acabado, la producción tuvo que detenerse por razones políticas, ya que,
debido a lo explícito e incendiario de su contenido, empezó a resultar incómodo
para los gobiernos aliados. “En este momento la política con respecto a
Alemania va encaminada a estimular y animar a los alemanes” decía una carta
enviada a Bernstein por el British Foreign Office.
El documental fue finalmente archivado bajo el código F-3080 en el Imperial
War Museum de
Londres, y ha permanecido incompleto hasta que hace cuatro años el propio museo
británico decidió no sólo restaurarlo, sino también finalizarlo haciendo uso de
un material inédito hasta la fecha. Ahora, muchas de sus impactantes imágenes
pueden verse en el documental Night Fall, que cuenta además con testimonios añadidos de
protagonistas de la tragedia (soldados, presos…) y con la narración de
la actriz Helena Bonham Carter,
que ejerce de narradora del film.
NOCHE Y NIEBLA. Si todavía no le alcanza para salir de su
conmoción recomiendo este documental de ALAIN
RESNAIS realizada en 1955 a
partir de material cinematográfico y fotográfico incautado a los nazis. Con un texto de Jean Cayrol (ayudado en la sombra por Chris Marker), música de Hanns Eisler e imagen de Ghislain Cloquet y Sacha
Vierny.
Este film documental repasa con ironía, crudeza y,
paradójicamente, con una gran delicadeza, las políticas de exterminio
sistemático puestas en marcha por el Tercer
Reich.
El documental mostró por primera vez el material que el ejército
nazi acumuló sobre el exterminio organizado, y una de sus grandes virtudes es
que puso el dedo en una llaga que todavía hoy poca gente se atreve a tocar: la
responsabilidad colectiva, no sólo de la sociedad alemana, sino de toda Europa
y de la humanidad entera, respecto a las atrocidades nazis.
El título Nuit et Brouillard (Noche y niebla) hace referencia al Decreto
Nacht und Nebel del 7 de
diciembre, firmado por el mariscal Wilhelm
Keitel.
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