Antisemitas
repiten las mismas mentira…
Existen
dos relatos de esta época que, posteriormente, se relacionaron con las
historias medievales sobre este asunto. El primer caso conocido de LIBELO DE
SANGRE contra los judíos es del autor griego APIÓN (siglo I), quien afirmaba que los
judíos sacrificaban en su templo a víctimas griegas. Esta acusación ha llegado
a nuestros días, precisamente, por la refutación que de la misma realizó el historiador hebreo FLAVIO
JOSEFO en su obra Contra
Apión.
Apión
decía que cuando ANTÍOCO
EPÍFANES visitó el
templo de Jerusalém, encontró a un cautivo griego que le dijo que estaba siendo
engordado para ser sacrificado. Cada año, aseguraba Apión, los judíos
martirizaban a un griego y se lo comían, mientras juraban odio eterno a los de
su etnia.
Apión repite probablemente una
historia que ya circulaba con anterioridad, pues afirmaciones semejantes habían
sido hechas en el siglo I adC., por Posidonio y Molón de Rodas.
El
segundo relato hace referencia al asesinato de un chico cristiano por un grupo
de jóvenes judíos.
SÓCRATES
de Constantinopla refirió que
algunos judíos que estaban divirtiéndose y bebiendo alcohol ataron a un niño
cristiano a una cruz para burlarse de la muerte de Cristo y que lo azotaron
hasta matarlo.
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LO OCURRIDO EN INGLATERRA YA HA SIDO PUBLICADO..
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BÉLGICA
(HACIA 1250)
Un
antiguo libelo de sangre aparece en Bonum
universal de Apibus , de TOMÁS DE CANTIMPRÉ (un monasterio cerca de Cambray). Tomás escribió: «Es casi
seguro que los judíos de todas las provincias deciden anualmente a suertes qué
congregación o ciudad debe enviar sangre cristiana a las otras congregaciones».
Tomás
también creía que desde el momento en que los judíos gritaron a Poncio Pilatos, «que su sangre caiga
sobre nosotros y sobre nuestros hijos» (Evangelio
de Mateo, 27:25), han sufrido hemorragias:
Un
judío muy erudito nos informa que uno que tenía la fama de profeta, hacia el
final de su vida, hizo la siguiente predicción: «Ten por seguro que el alivio
de esta dolencia secreta a la que estás expuesto sólo puede obtenerse con
sangre cristiana».
Esta
sugerencia fue seguida por los siempre ciegos e impíos judíos, que han
instituido la costumbre de derramar sangre cristiana en cada provincia, para
que puedan recuperarse de su enfermedad.
Tomás además añade que los judíos han entendido mal las
palabras de su profeta, quien con la expresión «solo
sanguine Christiano» no se refería a la sangre de un
cristiano, sino a la de Jesucristo, el único remedio para todos
los males espirituales y físicos.
Tomás
no menciona el nombre del judío muy erudito, pero podría haberse tratado de NICHOLAS DONIN DE LA ROCHELLE, que en 1240 tuvo una disputa sobre el Talmud con Jehiel de París y que en 1242 provocó la quema de numerosos manuscritos
talmúdicos en París. Se
sabe que Tomás conocía personalmente a Nicolás.
ESPAÑA
(HACIA 1250)
La
historia de DOMINGUITO
DE VAL, un niño de siete años asesinado y enterrado a orillas del río Ebro el
31 de agosto de 1250, al
cual los zaragozanos católicos todavía le rinden culto. Es la primera noticia que se tiene de
libelo de sangre en España.
LA GUARDIA (1491)
De
acuerdo con la leyenda del Santo Niño
de La Guardia, un niño cristiano fue secuestrado y llevado a una cueva o jardín
oculto en la ciudad de La Guardia (Toledo), en donde fue sujeto a un
proceso que imitaba el juicio de Jesucristo. En la leyenda se hace énfasis en
que el objetivo del asesinato era "obtener el corazón de un niño cristiano
crucificado" y de una hostia consagrada para realizar un ritual de magia
que produjera el enloquecimiento de los miembros del tribunal de la
Inquisición. La iconografía de este personaje muestra el momento en el que uno
de los judíos le entrega el corazón del niño crucificado a otro de los
ejecutores.
Fueron
ejecutadas cinco personas. Se cree que el caso fue fabricado por la Inquisición para facilitar la expulsión de los
judíos de España. Cristóbal fue canonizado por el papa Pío VII en 1805 y, posteriormente, borrado del canon
eclesiástico. Un pequeño
grupo continúa afirmando la veracidad de la historia.
Durante el siglo XVI se desarrolló una leyenda
hagiográfica acerca del Santo Niño cuyo culto continúa celebrándose en La
Guardia.
ALEMANIA (1267.)
En PFORZHEIM, BADEN, el cuerpo de una niña de siete
años fue encontrado en el río por unos pescadores. Se tuvo sospechas de los
judíos y cuando fueron llevados a ver el cadáver, el cuerpo empezó a sangrar
por las heridas; cuando se les llevó por segunda vez la cara de la niña se
sonrojó y alzó los brazos. Además de estos milagros, estaba el testimonio de la
hija de la «mujer malvada» que había vendido la niña a los judíos.
Una
investigación judicial ordinaria no tuvo lugar. Es probable que la «mujer
malvada» fuera la asesina. El que judíos fueron ajusticiados como consecuencia
de la acusación parece claro por la forma en que relatan la historia el Memorbuch de Núremberg y los poemas de la sinagoga que se
refieren al hecho
ALSACIA
(1270)
En WEISSENBURG, un único milagro decidió
los cargos contra los judíos. De acuerdo con la acusación, los judíos habían
colgado a un niño (cuyo cuerpo fue hallado en el río Lauter) por los pies y habían
abierto todas las arterias del cuerpo para obtener toda la sangre. De nuevo, se
hicieron afirmaciones sobrenaturales: las heridas del niño sangraron durante
cinco días, a pesar del tratamiento.
OBERWESEL (1286)
En fueron de nuevo «milagros» la única
evidencia contra los judíos. El cuerpo un tal Werner de 11 años parece que
fue flotando contracorriente en el Rin hasta Bacharach, emitiendo una radiación y
siendo investido con poderes curativos. Como consecuencia los judíos de
Oberwesel y de muchas otras localidades cercanas fueron perseguidos con
severidad durante los años 1286 a 1289. El emperador Rodolfo I, a quien los judíos apelaron
para obtener protección, editó una proclama afirmando que un gran mal se había
hecho a los judíos y el cuerpo de Werner debería ser incinerado y sus cenizas
esparcidas al viento.
SUIZA
(PRINCIPIOS DEL SIGLO XV)
En
su Crónica de 1423 Konrad Justinger afirma que en Berna en 1294 los judíos habían torturado y
asesinado a un niño llamado Rudolph. La imposibilidad histórica del hecho fue
demostrada en 1888 por Jakob stammler, pastor de Berna.
TIROL
(1462)
En Rinn, cerca de Innsbruck, un niño llamado Andreas
Oxner (también conocido como Anderl von Rinn) parece que fue comprado y luego
asesinado cruelmente por mercaderes judíos en un bosque cercano a la ciudad. La
sangre fue cuidadosamente recogida en jarras.
La
acusación de extraer sangre (sin el asesinato) no fue hecha hasta comienzos del
siglo XVII, cuando se inició el culto. Las inscripciones más antiguas de la
iglesia de Rinn, de 1575, están
distorsionadas por adornos fabulosos; como por ejemplo que el dinero pagado por
el niño a su padrino se convirtió más tarde en hojas de árbol y que un lirio
creció sobre su tumba. El culto continuó hasta que fue oficialmente prohibido
en 1994 por el obispo de Innsbruck.
TRENTINO
(1475)
Simón
de Trento, de dos años, desapareció y su padre acusó de haberlo secuestrado y
asesinado a la comunidad judía local. Quince judíos de la localidad fueron
condenados a muerte y quemados. Simón fue considerado un santo más tarde y fue
canonizado por el papa Sixto V en 1588. Su santidad fue revocada en 1965 por el papa Pablo VI, aunque su asesinato aún es
considerado como cierto por algunos extremistas.
HUNGRÍA (1494)
En
un caso en Tyrnau (Nagyszombat, actualmente Trnava en Eslovaquia) la imposibilidad
de las confesiones obtenidas bajo tortura de
mujeres y niños muestra que los acusados preferían la muerte como medida de
evasión de la tortura. Admitieron todo lo que se les preguntó. Incluso dijeron
que los hombres judíos menstruaban y que luego bebían sangre cristiana
como remedio.
BÖSIN
(1529)
Actualmente Eslovaquia se acusó a los judíos de haber desangrado
hasta la muerte a un niño de nueve años, tras sufrir una cruel tortura. Una
treintena de judíos confesó el crimen y fueron quemados públicamente. Los
hechos reales fueron develados más tarde, cuando el niño fue encontrado vivo en Viena. Había sido robado por el
acusador, el conde Wolf de Bazin, para deshacerse de sus acreedores judíos en
Bazin.
TISZAESZLÁ (1882)
En
el libelo de
sangre de los judíos
de la ciudad de Tiszaeszlá fueron acusados del asesinato ritual
de una niña cristiana de 14 años, Eszter Solymosi. El caso fue una de las
principales razones del alza del antisemitismo en el país. Los acusados fueron
finalmente declarados inocentes.
BOHEMIA
(1899)
EL CASO HILSNER: Leopold Hilsner, un
vagabundo judío, fue acusado de degollar a una mujer cristiana de 19 años,
Anežka Hrůzová. A pesar de lo absurdo de los cargos y del carácter
relativamente progresista de la sociedad austrohúngara, Hilsner fue hallado
culpable y sentenciado a muerte. Más tarde se le acusó de otro asesinato no
resuelto sin relación, en la que la víctima también era una mujer cristiana. En 1901 se conmutó la sentencia a cadena
perpetua.
TOMÁŠ
MASARYK, un famoso profesor de filosofía austrohúngaro y futuro presidente de Checoslovaquia, fue la punta de lanza
de la defensa de Hilsner. Más tarde, la prensa checa se lo echaría en cara. En
marzo de 1918,
Hilsner obtuvo el perdón del emperador Carlos I de Austria-Hungría. Nunca fue
declarado inocente y los auténticos asesinos nunca fueron encontrados.
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