LA JUDERÍA ALEMANA DE LA EDAD MEDIA se mantuvo al margen de las
discusiones teológicas y filosóficas que influyeron tan profundamente en el
pensamiento de los judíos de Oriente, España e Italia y que impulsaron importantes
y novedosos acontecimientos en la vida cultural de esas comunidades.
Los nuevos valores e ideas que los teólogos y filósofos judíos de la
época introdujeron en el campo de la metafísica, la ética, y la antropología,
en fin todo ese movimiento que podríamos describir como una lucha entre
Platón y Aristóteles por el legado bíblico y talmúdico del judaísmo, fue
prácticamente ignorado por las comunidades judías de Alemania y del norte de
Francia.
El advenimiento del movimiento religioso JASIDISMO fue el acontecimiento decisivo en la evolución
religiosa de la judería alemana, en el siglo XIII, representado por líderes
espirituales que llegaron al Rin procedentes desde Italia: los Kalonimus, para
formar comunidades en Espira, Worms y Maguncia, entre ellos el prominente
Rabino Yehudá el Jasid, cuyo lugar en la historia F.I.Baer en su libro La tendencia religiosa y social del libro de
los Jasidim, lo compara con San
Francisco de Asís, estableciendo la relación entre la filosofía social
del Jasidismo y su medio monacal-cristiano.
En realidad, es indudable que ciertas ideas religiosas y sociales
populares, comunes al Occidente católico romano después de la REFORMA
CLUNIANENSE (Religioso de esta orden
benedictina, también se infiltraron en la filosofía religiosa
de algunos grupos judíos
LA DEVOCIÓN GENERADA POR LOS JASIDIM DE ASKENAZ
(Alemania y norte de Francia) fue estimulada por la misma atmósfera producida
por el movimiento Franciscano en la cristiandad. (Francisco de Asís fue
contemporáneo de uno de los descendientes de la familia de Kalonimus: Judah el
Jasid.)
EL JASIDISMO estableció
la importancia de un ideal humano definido, un tipo de hombre y un modo de
vida, que incluyen principios de su fe mística e independientes del
intelectualismo y de la erudición, ser devoto sin ninguna otra cualidad
excepcional. Basado en tres principios fundamentales: renuncia ascética a las
cosas de este mundo, absoluta serenidad mental y altruismo llevado al extremo.
El cumplimiento de la voluntad divina convertida en un acto de amor, al igual
que los místicos cristianos de la época, de la misma forma que este ideal
ascético del devoto estaba unido al ideal ascético del monje. El énfasis ya no
reside en la aproximación del místico al trono Divino, sino en su oración. La combinación
de éxtasis y magia reaparece como rasgo característico.
LOS MANUSCRITOS ILUSTRADOS nos permiten recorrer una especie
de galería retratos del hombre Judío de Askenazí con sus costumbres y
vestimenta, representando al hombre Judío de aquella época y que supieron
mantener a través del tiempo hasta nuestros días.
Existen pocos ejemplos de la forma de vestir del hombre Judío durante el
siglo XIII pero a partir del siglo XIV Los Manuscritos Ilustrados han sido una
muestra en este sentido.
Generalmente el hombre utilizaba túnicas cortas, medio o largas
sujetadas por medio de un cordón angosto a la altura de la cintura con una capa
que se abrochaba en su hombro derecho. La mujer usaba túnicas largas hasta la
altura del suelo, con una capa sobre sus hombros y con cofia cubriendo su
cabeza y cuello.
Utilizaban calzas muy coloridas con zapatos delicados que se mantenían
abiertos en su empeine y sujetaban a la altura de los tobillos.
El cabello y la barba de los hombres eran generalmente cortos y sus sombreros
de distinta forma y color se pueden apreciar en las Ilustraciones. La forma de
vestir de los judíos de Alemania a partir del siglo XV (aprox. 1420) se puede
apreciar en el MANUSCRITO DEL LIBRO DE RELATOS DE PASCUAS (Darmstad Hagadah) que demuestra una forma de vestir muy
refinada tanto para la clase alta como para el común de la gente judía. Los
hombres vestían túnicas largas sujetas con cinturón a la altura de la cintura,
con mangas amplias y con pliegues (abuchonadas) que se abrochaban a la altura
de las muñecas. Toda la vestimenta era suelta.
En este Manuscrito se destaca la expresión de los personajes que
demuestran el avance de un realismo incipiente y el trabajo del ilustrador que
los representó desde arriba hacia abajo (aplicación no muy frecuente).
EL EXAMEN DE LA VESTIMENTA USADA POR LOS JUDÍOS representada en los
Manuscritos Ilustrados implica la necesidad del estudio de la evolución de la
moda durante la Edad Media, pero los Judíos en esa época no siguieron una
tradición particular, como fue el caso de sus futuras generaciones.
El valor de la iconografía de los Manuscritos Hebreos Ilustrados en
cuanto a la vestimenta se refiere nos permite apreciar las diferentes clases y
profesiones y puede parecer raro que a pesar de su situación social con una
sensación de inferioridad, precaria situación económica y generalizada
inseguridad, no se vieron reflejadas en la vestimenta que utilizaron. Dichos
Manuscritos dan la impresión que la comunidad Judía acostumbraba vestir a
semejanza de la clase alta de mayor poder económico y podría decirse que de la
aristocracia inclusive.
No obstante con el correr del tiempo, con la aparición de medidas
discriminatorias se fue dando margen a un tipo de vestimenta realmente
ofensivo, que no se reprodujo en los Manuscritos Ilustrados y es probable que
los Iluminadores ya sean judíos o foráneos tuvieran específicas instrucciones
de sus clientes Judíos de no reproducirlas.
Los judíos tuvieron la necesidad de utilizar un lenguaje para
expresarse, la adoptaron a través de un proceso, que los condujo a buscar un
medio, una vía que permitía la conciliación entre lo religioso y su manera de
sentir, por lo cual los rabinos comenzaron a aceptar la representación como
medio de decoración, siempre y cuando lo reproducido no se convirtiera en
objetos de adoración, de allí que con su simbolismo y alegoría llegaron a la
Edad Media, por medio de expresiones heredadas desde la antigüedad y que en el
caso particular de los Manuscritos Ilustrados tuvieron su esplendor,
precisamente en esa época
EL HOMBRE MEDIEVAL ve
símbolos en todas partes. Para él la existencia no se compone de elementos,
energías y leyes, sino de formas.
Estas son significativas de sí mismas, pero por encima de su propio ser
revelan algo diverso, de categoría superior; en último término, lo Supremo y
Verdadero, Dios y las cosa eternas. Así, toda forma se convierte en símbolo;
remite a algo que la trasciende. Se puede decir también, e incluso con más
exactitud, que tiene su origen en algo que está por encima, más allá de ella.
Estos símbolos se encuentran en todas partes: en el culto y en el arte, en las
costumbres populares y en la vida social. Repercuten incluso en las tareas
científicas; por ejemplo, se puede observar, y no con carácter excepcional, que
la explicación de un fenómeno o el desarrollo de una teoría están.
LA CULTURA JUDÍA formó parte del desarrollo de la cultura europea,
estableció y convivió en un mundo de relaciones recíprocas, sentando las bases
de la evolución de su filosofía, del proceso artístico pasando por las
diferentes etapas de la historia del arte, que fueron transmitiéndose a través
del tiempo, ya sea como parte de su religión o de su tradición. Muchos de estos manuscritos, tuvieron la influencia
latina de los ilustradores de la Biblia, sin embargo la intervención de los
ilustradores Judíos es reconocible. En el fondo de la primera escena se
representa un “capitone” y la vestimenta revela la influencia
italiana–gótica del siglo XIV sobre la región norte de España, sobre todo Catalonia
y Barcelona. Varios personajes arrodillados están recolectando el “maná” al
mismo tiempo que a la izquierda Aarón lo llena en una jarra (BENITO LADENHEIM)
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