LA TRATA DE BLANCAS, en esta etapa es violenta ó
compulsiva, y aunque ya se venía realizando desde 1890, en este período se
organizó como empresa. Hacemos especial referencia al caso Raquel
Liberman, que se atrevió a denunciar a
la Zwi Migdal, ratificando en 1930 su denuncia de 1926. Los rufianes se habían dado
cuenta de que aisladamente, ejerciendo su profesión independientemente,
perderían fuerza operativa. Por ello aplicaron el axioma popular “la unión hace
la fuerza“, y fundaron, el 7 de mayo de 1906 la sociedad de ayuda mutua que
titularon “Varsovia“, de la que
más tarde se desprendió otra que denominaron “Asquenasum“. Oportunamente los más decididos y vinculados se asociaron en la
definitiva “Zwi Migdal“que significa “Gran fuerza”, Algunos rufianes viejos creen que la elección
de ese nombre se debió a su propio significado, en cambio otros, opinan que se
la designó en homenaje al rufián fundador, apellidado Migdal. Por decreto del
20 de agosto de 1929, las autoridades de la provincia de Buenos Aires, aceptan
el cambio de nombre y jurisdicción.
En la
Capital ó en cualquier punto del país, con muy contadas excepciones, todo lo
que tuviera relación directa ó aproximativa con el ejercicio de la prostitución
no escapaba a su acción de fiscalización y control. En los distintos destinos
que Alsogaray tuvo, había reunido muchas pruebas sobre la gravedad de los
delitos cometidos. Por falta de oportunidad había tenido que diferir su
intervención. La denuncia de la señora Liberman le brindó la oportunidad
esperada. Con celo y rigidez procesal, logró que la justicia interviniera y a
pesar de dilaciones y maniobras, el fallo fue condenatorio para la organización
Zwi Migdal y la mayoría de sus miembros.
En el
capítulo V de Trilogía de la trata de blancas (rufianes,
Policía, Municipalidad, Buenos Aires) edición
del autor, en la pg., 190: “Ya no hubo
tregua, pues, de una ni de otra parte. El juez allanó el local de la Zwi
Migdal en la calle Córdoba Nº 3280, incautándose de la correspondencia y
de los libros estimados de utilidad para sus comprobaciones. Luego de otras
diligencias no menos importantes, sobre las actividades de los componentes de
la Migdal, consideró llegada la oportunidad de ordenar su procesamiento, por
haber incurrido en el delito de asociación ilícita.
EL DIARIO CRÍTICA y otros prestaron mucha
colaboración en la publicidad de los delitos, a fin de formar conciencia
pública condenatoria de los rufianes y alcahuetes amparados por la complicidad
de algunos sectores de funcionarios. Los delitos concomitantes con la actividad
de la Zwi Migdal fueron; violaciones, estupro, mancebías, seducciones,
secuestros, raptos y adulterios reiterados.
En el
momento de descubrirse la siniestra trama prostibulera, la organización denunciada
tenía en Capital Federal 192 prostíbulos en funcionamiento. Se ha calculado el número de mujeres sometidas al
tráfico infamante en 30.000. Otras estimaciones sitúan esa cantidad en menos de
2.500.
Por su
parte, un estudio realizado sobre prostitutas indica que las mujeres se
iniciaron sexualmente entre los 17 y los 27 años. Este amplio espectro
sirve para comprender las enormes ganancias dejadas por la prostitución, ya
fuera a los rufianes de la Zwi, a los franceses y aún a los rufianes del café
con leche. Explica por qué los rufianes afrontaban la cárcel antes que el
abandono de la explotación de las mujeres.
El panorama
de esos momentos de la prostitución en la Capital Federal y sobre los intereses
quedó afectado por la decidida denuncia de Raquel Liberman y la acción cumplida
por Alsogaray.
Luego
de liberada, Raquel abrió un negocio en
la calle Callao y cuando nuevamente fue sometida, tras un falso casamiento, fue
despojada de joyas y $ 100.000. Si desconfiamos de la capacidad de ahorro de la
señora Liberman, se probó ante la justicia la compra de su libertad y el
despojo posterior. La única pregunta que cabe hacerse, expresa Andrés Carretero
en Prostitución en Buenos Aires es: ¿cómo se las ingeniaban ella
y las otras prostitutas para guardar el dinero reunido tan penosamente y evitar
el despojo sistemático? ¿Lo guardaban debajo del colchón, en la almohada, lo
daban a un tercero de confianza, ó lo depositaban en algún Banco?
Algunas
estimaciones de época daban como ingreso diario las siguientes cifras de
acuerdo con la categoría de prostituta: Cocotte: $100 ; cabaretera $30;
prostituta clandestina $ 20 ; girante $15 y alcahueta menos de $5. En esos
momentos, la prostitución clandestina tenía un período de esplendor. Se
destacaban las mujeres que la practicaban preferentemente en las cortadas ó
pasajes como el de San Mateo en pleno Palermo.
EN 1927, ALBERT LONDRES, un pionero en el
periodismo de investigación, denominado “príncipe de los periodistas“, pues
supo llevar su profesión a un lugar de prestigio e instaurar una marca que sólo
unos pocos pueden alcanzar: la del compromiso con la verdad por encima de
cualquier otro valor, llegó, por exóticos derroteros y destinos, en los
márgenes más oscuros, a encontrar motivaciones para investigar lo que otros no
se atrevían, en nuestro país, siguiendo el TRÁFICO DE PROSTITUTAS DESDE FRANCIA
y develó los pormenores de ese siniestro comercio. Conservó ese espíritu hasta
la fatalidad. En 1932 el paquebote George Philippar en el que viajaba se incendió en
el Océano Indico y los tripulantes fueron obligados a descender frente a las
costas del Golfo de Adén.
UNA
BIOGRAFÍA ESCRITA por Pierre Assouilne en 1989 y un trabajo posteriormente
realizado por Veronique Hamel, confirman que Londres tomó un bote salvavidas y
regresó al barco en busca de unos manuscritos “explosivos“ recogidos en
Shangai. La investigación olvidada en su camarote, revelaba las rutas del
tráfico de opio hacia Europa. Las conjeturas acerca de su desaparición son múltiples
y van desde las más siniestras maniobras de la MAFIA CHINA, hasta su propia
impericia frente a las llamas. Lo cierto es que desde ese día nunca más se supo
de él. De la denuncia no existen copias.
La
investigación sobre LA TRATA DE BLANCAS ENTRE FRANCIA Y BUENOS AIRES fue
publicada en el año 1927 bajo el titulo de Le Chemin de Buenos
Aires (La traite de blanches). La portada del libro refleja de una manera muy
cándida el trato de un caften hacia una prostituta. La Editorial Claridad lo
reeditaba con tirajes de 10.000 ejemplares y precio muy bajo, en factura
rústica, con cierta intención agregada a lo simplemente comercial: hacer
docencia sobre los males del comercio sexual.
En 1998 la
obra mereció una buena edición española. El éxito sostenido del libro de
Londres, se supone que se debe al lenguaje llano, que sobrevuela por encima de
esa realidad sórdida siempre cercana, que crecía y que adoptaba nuevas formas y
que aparecía con frecuencia en los diarios y revistas aunque con más
circunloquios, situando los autores de las notas la defensa de los valores de
la familia o de las mujeres.
Mi
coterráneo y favorito de Mi Padre, (nacido en Concordia, ER) JUAN JOSÉ DE SOIZA
REILLY, JOSUÉ QUESADA y otros periodistas combativos abordaban periódicamente
el tema, sugiriendo, dando indicios, siempre con pocos datos verificables.
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