¡Cómo me gustan la Historia y la Biografía!
LA TRATA DE
BLANCAS.
“…
las sociedades de rufianes tenían a su cargo todo cuanto se relacionara
con sus intereses, sin tener en cuenta a las mujeres, a quienes asignaban el
mismo papel de las bestias o algo peor, ya que su única misión era obtener
dinero a expensas de su cuerpo para disfrutarlo ellos en forma más degradante
aún. Si opino que esas infelices mujeres reciben peor trato que las bestias, es
porque a éstas, en interés de sus dueños está conservarlas para obtener mayor
resultado de su trabajo, mientras que aquellas deben ganar dinero para
satisfacer los apetitos incontenibles de los rufianes, que más salvajes que las
mismas bestias, no advierten que en su conveniencia estaría dar mejor trato a
sus víctimas.”
COMISARIO JULIO ALSOGARAY, TRILOGÍA DE LA TRATA DE BLANCAS (RUFIANES, POLICÍA, MUNICIPALIDAD.)
Con la aparición de
publicaciones especializadas en Derecho, se conocieron algunos casos policiales
y de la justicia referidos a la prostitución. Por intermedio de ellos, es
posible mencionar la condena de un marido por obligar a ejercer la prostitución
a su esposa. La sentencia es del 30 de junio de 1920 y la causa se inició en
1912. Dos años más tarde, Benjamín L. (a) Jaime, argentino, de 19 años,
soltero, jornalero, atacó en la calle a la prostituta Felisa P. como represalia
por la tarifa cara que le cobraba cuando accedía a sus requerimiento. Este mismo año E. B., muy bella, argentina de 32 años,
esposa de R. S. ejercía la prostitución sin conocimiento del marido. Cuando
éste se enteró, inició el juicio de divorcio.
El 2 de octubre de 1923 se conoció el fallo
de la Cámara Criminal y Correccional de la Capital que expresó: “La ley no
reprime ni castiga a quien vive de la prostitución, sino al que por medio de
engaños, violencia o amenaza, abuso de autoridad o coerción facilita la
corrupción ó prostitución a menores de edad con ánimo de lucro, para satisfacer
deseos ajenos.
El 6 de febrero de 1924,
María L. denunció que Arturo R. la había obligado a ejercer la prostitución en
Buenos Aires y Rosario. ”Cansada de la mala vida se había fugado, yéndose a
vivir con otro hombre que le proporcionó un hogar honesto“. Amenazada por R.
que la encontró en la calle, lo denunció a la policía. La justicia lo condenó a
R. a 12 años de prisión con agravantes por convivir con la persona a quien
hacía ejercer la prostitución.
Otro caso fue el de Naum R. Se casó en 1920 con
Adela T. prostituta de cabaret, en la ciudad de Montevideo. Se separaron en
1922 y la mujer viajó a Buenos Aires donde siguió trabajando como cabaretera.
Conoció a Lucio A. y se casó con él en 1923. Este le permitió seguir trabajando
en los cabarets. Cuando Naum R. se enteró del nuevo casamiento, solicitó el
divorcio acusando a su esposa de bigamia.
Al año siguiente, Saúl
Zabala, 36 años, soltero, pederasta, corrompía menores de edad y se ofrecía a
suministrar menores por dinero: había formado un grupo de 11 menores de edad
con los que mantenía relaciones sexuales por dinero, que él les daba.
Poco más tarde –1925- Adolfo Gustavo Q. M.
denunció que Palmira Teresa L. le robó dinero y un reloj de los bolsillos de su
ropa, cuando tuvo relación con ella, en la calle México al 300. Ese mismo año
Enriqueta J. acusó a su esposo de malos tratos y de procurarle clientes para
ejercer la prostitución. Citó nombres y lugares de cita donde concurría.
Finalmente,
en el mismo año, René M. H. fue herida por su rufián en la calle Cobo
644 por haberlo abandonado. Era prostituta desde varios años antes. Vivió con
el heridor en 1922 y 1923, pero cansada de los malos tratos a que era sometida,
lo abandonó.
El episodio anterior ha de ser el anticipo de
otra denuncia que ha de desatar el escándalo de ZWI MIGDAL (la mafia judía).
Mientras tanto, según la revista Caras y Caretas, Perla Pezelovska, fue
secuestrada por Arnaldo Neiman y su mujer, por negarse a trabajar para ellos
como prostituta. El matrimonio la había recibido cuando llegó de Polonia poco
antes. También para la misma fecha, Juan Arnaldo ó Arnaudo, vendedor de
cocaína, fue detenido en Cangallo 2646.
1926 ha de ser muy importante para este tema:
en él ocurrió la primera denuncia contra las maniobras de la ZWI MIGDAL, que no
llegó a plasmarse en una acción judicial, de acuerdo con la información
suministrada por Alsogaray, y que posteriormente RAQUEL LIBERMAN reiteró en
1930. Esta señora había nacido
en Lodz, Polonia. Pertenecía a una familia muy pobre y tuvo una infancia y
adolescencia rodeada de miseria y privaciones. Se presentó un hombre, también
polaco, Jaime Cissinger, de regreso de América, con demostraciones de dinero y
la pidió en matrimonio. Se casó con ella. A su arribo a Buenos Aires fue
obligada a ejercer la prostitución contra su voluntad. “Fue golpeada
corporalmente y maltratada moralmente.”
Partiendo de una investigación anterior que plasmó
en la minisere TE LLAMARÁS RAQUEL, Mirtha Schalom, relata
en LA
POLACA, inmigración, rufianes y esclavas a comienzos
del siglo XX (Buenos Aires, Norma, 2003) la historia de Raquel Liberman (Ruchla Laja
Liberman, tal era su nombre original), una mujer corajuda que se atrevió a
denunciar a la red de prostitución armada por la organización judía Zwi Migdal,
allá por las primeras décadas del siglo XX. La denuncia realizada ante el
Comisario Alsogaray fue utilizada para enfrentar a la organización delictiva
que venía operando impunemente desde 1906.
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