TRADICION ESTETICA en la
EDAD MEDIA. Por lo escrito precedentemente se ha podido inferir la
vinculación y paralelismo entre las diferentes culturas: clásica, judeo - islámica y cristiana,
en cuanto a la valoración estética medieval y al mundo de relaciones se
refiere.
Sus influencias recíprocas fueron evidentes, pero a medida que fue
pasando el tiempo la evolución estética del hombre medieval se fue trasladando
a Europa Central: Francia, Alemania, Italia entre otros, siendo sus mayores
exponentes San Agustín, Sto. Tomás y otros, quienes exploraron nuevos conceptos
estéticos basándose en la cultura clásica y la árabe - judía, en
concordancia con la apreciación mística de sus propias creencias.
“SEGÚN SE COLIGE DE LAS FUENTES, LA ELITE DE LA SOCIEDAD JUDÍA – en
especial la erudita- no repudiaba el contacto con los tesoros del conocimiento
de la sociedad gentil: más aún, cuando la sociedad gentil gozó de un esplendor
cultural, los más prominentes eruditos en la ley religiosa judía de ese
entonces, se interesaban sobremanera por los valores de la cultura gentil e
inclusive hacían uso de ellos.
Buscaban y encontraban pruebas para demostrar que el origen de los conocimientos de que se valían eran judíos. No aceptaban datos que contravenían las fuentes judías tradicionales
Toda idea o conocimiento obtenido en el “exterior”, necesitaba un respaldo y una justificación basados en las fuentes tradicionales. Esa justificación se daba ad hoc y, por lo tanto, no era posible una adopción integral de los bienes culturales gentiles.
Buscaban y encontraban pruebas para demostrar que el origen de los conocimientos de que se valían eran judíos. No aceptaban datos que contravenían las fuentes judías tradicionales
Toda idea o conocimiento obtenido en el “exterior”, necesitaba un respaldo y una justificación basados en las fuentes tradicionales. Esa justificación se daba ad hoc y, por lo tanto, no era posible una adopción integral de los bienes culturales gentiles.
SE PUEDE DESCRIBIR LA VIDA DE LOS JUDÍOS, MUSULMANES Y DE LOS CRISTIANOS
en el mundo tradicional como habitando tres fortalezas separadas. Los
residentes de cada una de ellas se sentían unidos por la convicción religiosa y
por una conciencia de singularidad y superioridad con respecto a los demás. Por
imperio de la necesidad, salían a menudo de los muros de sus fortalezas y
entablaban contactos con los miembros de los otros grupos. Pero eso no
significaba que renunciaran al principio de distanciamiento y de la separación”
En muchos casos los sabios de ley judía permitían ad hoc el uso de
modas y otras pautas culturales que eran comunes entre los cristianos o
musulmanes en distintos lugares, como por ejemplo la utilización de
representaciones paganas y mitológicas en sellos de la comunidad Judía de
Ámsterdam: Siglo XIV.
SE INTENTARÁ UN ANÁLISIS, desde el punto de vista del hombre de
aquella época (siglo XII) que permitió generar una simbiosis cultural,
donde desaparecieron los límites de una u otra cultura para crear las
bases de conceptos universales que tuvieron vigencia y se extendieron hasta los
tiempos actuales. Una prueba evidente de estos conceptos lo demuestran los
Manuscritos Hebreos Ilustrados, donde algunos de ellos fueron ejecutados en los
talleres de origen cristiano en las catedrales, “scriptoria”. Allí se aplicaron
estilos y concepciones vigentes en aquellos momentos, sin ignorar la producción
original y típica de los Ilustradores Judíos.
En el capítulo LO BELLO COMO TRASCENDENTAL, de Umberto
Ecco en su libro Arte
y Belleza en la Estética Medieval nos dice:
“La tradición estética de la Edad Media desarrolla una serie de temas
como la concepción matemática de lo bello, la metafísica estética de la luz,
una cierta psicología de la visión y una noción de forma, como esplendor y
causa de goce. Será siguiendo estos temas en sus desarrollos, a través de los
siglos de revisiones y discusiones, como podremos entender mejor qué grado de
maduración alcanzan tales temas en el siglo XII y como se introducen en el
ámbito de un sistema (el tomista) que resume los problemas y sus soluciones”
Desde los albores de la civilización griega, bajo el influjo de
Pitágoras, Platón, Aristóteles, el concepto de belleza estaba asociado a la
concepción matemática como medio de expresión, siendo la proporción una de las
manifestaciones que llegan a la Edad Media.
LAS RELACIONES ENTRE LAS DIFERENTES PARTES DEL CUERPO HUMANO ESTABLECEN
ARMONÍAS CONCRETAS. La ley marco donde la figura debe adaptarse al espacio por
exigencias de la composición formal; no como fruto de una expresión sensible,
transformándose en un tema doctrinal y que gradualmente se irá aplicando al
terreno práctico.
Siguiendo el concepto de U. Ecco es interesante analizar la metafísica
de la luz como otro elemento integrante del concepto de la luz y en
consecuencia el gusto por el color.
La luz constituye un principio que hace al sentido de la belleza, unido
al concepto metafísico de la estética en la Edad Media. La luz que irradia
Dios, responde a diferentes tradiciones; Platón equiparaba el bien con la luz
que emana de las ideas.
EN LOS MANUSCRITOS ILUSTRADOS HEBREOS se resalta la acción figurativa
mediante colores simples y vivaces donde la luz parece ser irradiada por el
Tabernáculo en algunos casos, como así también de personajes carismáticos de la
historia Judía; Moisés por ejemplo a
través del color, el efecto simbólico y hermético en muchos casos se hace
presente; aunque a través del tiempo se haya perdido su significado y cuáles
fueron las influencias que lo promocionaron.
Sin embargo, es necesario admitir, que sus efectos perseguían
probablemente, el goce particular del hombre de esa época, o simplemente
respondían (los colores) a la técnica constructiva de los Ilustradores al
efecto de llamar la atención del lector no solamente como valor estético sino
como medio de transmisión de un mensaje.
“EL GUSTO POR EL COLOR Y LA LUZ es,
en cambio, un dato de reacción espontánea, típicamente medieval, que sólo
sucesivamente se articula como interés científico y se sistematiza en las
especulaciones metafísicas (aunque desde el principio la luz, en los
textos místicos y los neoplatónicos en general, aparece ya como una metáfora de
las realidades espirituales). Además, como ya se ha apuntado, la belleza del
color es sentida uniformemente como belleza simple, de inmediata
perceptibilidad, de naturaleza indivisa, no debida a una relación, como sucedía
con la belleza proporcional.
INMEDIATEZ Y SIMPLICIDAD son características del gusto cromático
medieval. El mismo arte figurativo de la época no conoce el colorismo de los
siglos posteriores y juega sobre colores elementales, sobre zonas cromáticas
definidas y hostiles al matiz, sobre la yuxtaposición de colores chillones que
generan la luz por el acuerdo del conjunto, en vez de dejarse determinar por
una luz que los envuelva en claroscuros o haga salpicar el color más allá
de la figura. La miniatura medieval documenta claramente ese goce por el color
íntegro, ese gusto festivo por la yuxtaposición de colores vivaces,
yuxtaponiendo el esplendor del oro con tonalidades frías y claras, como el
morado, el verde glauco, el amarillo ocre o el blanco azulado, se obtienen
efectos de color donde la luz parece irradiarse de los objetos.”
En los Manuscritos Hebreos Ilustrados, el simbolismo y la alegoría,
alcanzaron su máxima expresión, en consonancia con el pensamiento de la Edad
Media. (BENITO
LADENHEIM.)
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