martes, 22 de marzo de 2022

EL PUEBLO RUSO NUNCA SE PRIVO DE PERSEGUIRNOS Y ASESINARNOS.

 El judío debe honrar a sus muertos


 

RUSIA.    “Su nombre proviene del término ‘Rus--Vikingos del Este’. Aunque la población es eslava, sus primeros habitantes  fueron los navegantes escandinavos.”  

LOS HEBREOS.  Aparecimos en los primeros años de la era cristiana.    En  el año 722 el emperador León III (n. 680), conocido como  el Isáurico (región del Asia menor, frente a Chipre), nos   prometió protección  siempre y  cuando aceptáramos el catolicismo.

Como no  podía  ser de otra manera se produjo  un gran desbande: unos se radicaron en   Crimea,   otros en  las regiones del  Cáucaso y  un tercer grupo en la desembocadura del Volga,  el territorio de los KHAZARES.

Los rusos se las agarraron con los khazares quienes se habían alejado  hacia    la costa   septentrional del Mar Negro. Y nosotros nos fuimos  detrás de ellos.

Aquí nos  encontramos con  los CARAÍTAS,  una secta que aceptaba  el pensamiento de Anán ben David (n. 715), un  secesionista quien  había proclamado  la necesidad de  estudiar las Escrituras de un modo libre, sin tener en cuenta las interpretaciones que le daban los rabinos.

   EL CLERO ORTODOXO  MOSCOVITA  era  tan  antisemita como  el  católico. Sus fieles nos pegaron  duro y parejo. Para colmo de  nuestros males

nuestra población se había incrementado con la llegada de los que huían  de la Inquisición.

 

El primer lugar donde se publicó  un  LIBELO DE SANGRE  fue  en Senno  (Distrito  de Vítebsk, al Noroeste de Bielorrusia), después  del arresto de  cuatro personas  a  causa de la aparición del cadáver de una mujer   cerca de una taberna propiedad de un hebreo.   

 EL ZAR ALEJANDRO I (n. 1777),  nos acusó    de cometer crímenes rituales.   

En la localidad de Velizh   hubo un  juicio que duró  diez años. Los  involucrados  fueron absueltos, sin embargo,  se mantuvo   la atmósfera antisemita.  

EL ZAR NICOLÁS I (n. 1825), consideró   que “entre los hebreos había salvajes fanáticos o sectas que requierían de sangre cristiana para su ritual”. El libelo con el  sello oficial, sirvió  de pretexto para que la gente acometiera  contra nosotros.

Durante  la Guerra  de Crimea,  Rusia  se enfrentó a  una alianza de  turcos, ingleses y franceses. Nosotros nos vimos  liberados temporalmente de las persecuciones (1854 a 1856).   

Las comunidades de Riga, Kiev y  Odessa se dedicaron a  difundir la Ilustración como una forma de mejorar la relación con la población local.

El banquero y filántropo JOSÉ GUINSBUR, el Rothschild ruso,  impulsó el aprendizaje del idioma vernáculo y la modernización de la educación.  Pero fracasó   del mismo modo que   Mendelssohn  con  sus paisanos alemanes.    

En 1861 Alejandro II (n. 1818) permitió    a los universitarios ocupar cargos gubernamentales.  Sin embargo, los beneficiados se sintieron  discriminados porque  tenían    que permanecer en sus guetos, lo que les impedía  desarrollar otras actividades.

En Inglaterra y Estados Unidos de Norteamérica hubo manifestaciones multitudinarias  en contra de  la política zarista, cuando se tomó  conocimiento que se estaban organizando pogromos  como un instrumento  para la  “solución de la cuestión hebrea.”

 ASESINATOS EN MASA.   En 1881 se produjo  un  primer gran estallido antisemita.  En la ciudad de Elizabethgrad una turba   saqueó hogares,  tiendas y mató a toda su población, sin que sus  autoridades   trataran de impedirlo.

En medio de ese ambiente hostil el zar Nicolás II (n. 1868), mantuvo  en  sus   cargos a los  ministros más reaccionarios como al jurista   Konstantin Pobiedonóstsev (n.  1827),   la versión  eslava  de Torquemada.

En 1897 la próspera ciudad de Shpola, en la provincia de Kiev,  fue saqueada y su población asesinada  por  esbirros del zar.  

En KISHINEV, La capital  de la provincia de Besarabia, (región situada entre Ucrania y Moldavia),  se vio  desbordada por la llegada de  patotas que contaban con el consentimiento del zar.

Cuarenta y cinco hebreos  eran  asesinados,   centenares quedaron  heridos y mil quinientas casas y tiendas fueron  destruidas o saqueadas.

El régimen zarista pretendió  neutralizar  el fermento revolucionario que se estaba   gestando en todo el  Imperio.   

Días después, jóvenes hebreos  de ambos sexos,  organizaron  la defensa de sus comunidades comprometiéndose responder  a  

cualquier agresión. Serían  los futuros protagonistas de  la Primera  Emigración—Aliá rishoná.

Durante la guerra ruso—japonesa, (1904), TREINTA MIL SOLDADOS

HEBREOS,  un número muy superior en proporción  al   total de su población,  demuestran  su lealtad al  país dejando de lado    todas las penurias  padecidas.

La derrota rusa  provocó  la ira de los reservistas  quienes se aprovecharon que nuestros soldados aún permanecían en el frente para producir verdaderas sangrías en distintas comunidades.

EL ESTIÉRCOL RUSO ASESINÓ  A  TREINTA personas durante el ayuno de  Yom Kippur en la ciudad ucraniana de Kherson.     

 En 1905, un cuerpo elite del zar Nicolás II conocido como las   “Centurias negras”  nos atacaron en pueblos y en grandes  ciudades como  las urbes industriales polacas   de Lodz y Bialistok.  

El 20 de marzo de 1911, apareció el cuerpo mutilado  de un  niño de doce años,  en una excavación existente en las afueras de Kiev. Se nos acusó   de la muerte de Andrei Yushchinsky.  

El ministro de Justicia, un antisemita declarado, organizó una  caza de brujas.

En farolero  dijo haber visto a Andrei  antes de su asesinato, jugando cerca de un horno de ladrillos cuyos propietarios  fueron  hebreos, y que uno de ellos fue el secuestrador.

A pesar  de su falso testimonio el gerente del horno de ladrillos  MENDL BEILIS  fue encarcelado.

Durante el juicio, el testimonio del farolero fue dudoso y confuso.   Un cura católico presentó  una  evidencia científica: el  horrendo crimen tenía todas las características de un ritual satánico.  

El Gran Rabino de Moscú, Jacob Mazeh,  y dos respetados profesores rusos, refutaron las acusaciones. Beilis fue  absuelto.

El Ejército  ruso tuvo  un desempeño desastroso durante la PGM  lo que motivó  el inconformismo de la población para con la omnipotencia  zarista.   

El  Zar  se vio  forzado  a conformar  la Duma (un cuerpo  legislativo). Doce hebreos, entre ellos, el brillante orador sionista SHMARIAU LEVIN y el eminente abogado Maxi Vinaver integraron esta  Asamblea  de corta existencia. Se la reemplazó  por  otro Congreso donde  prevalecieron  los  terratenientes, los hombres de negocio y los nobles.

En este período las  kehilot  recuperaron su función social.   

La gente   hablaba  y escribía  en hebreo.

Solamente los grupos  conservadores   se mantenían   dentro de su  estructura burguesa  como si fueran  gentiles, aunque  en la vida familiar conservaron sus tradiciones.      

 EL CALDERO REVOLUCIONARIO. Mientras la Revolución bolchevique se consolidó  en todos los frentes,  sus opositores se dedicaron a  matarnos.    

Paradójicamente,  en el bando asesino  se había  enrolado una  hebrea quien   intentó   matar al líder de la revolución bolchevique Vladímir Ilich  Lenin (n. 1870.)

 DORA KAPLÁN (Fania Yefímovna n. 1883),   hija de campesinos y  única mujer de entre siete hermanos, militó  en grupos anarquistas a una temprana edad,  antes de unirse al socialista  Partido Social-Revolucionario.

En 1906  participó en el atentado fallido contra un funcionario gubernamental.  Fue   arrestada  y   condenada de por vida a un campo de trabajo  en Siberia.

La Revolución bolchevique la liberó.  A consecuencia de los trabajos forzados, la mujer sufrió  de continuas migrañas y ceguera intermitente.

Kaplán  se  desilusionó   de Lenin a causa del conflicto ideológico suscitado entre los socialistas revolucionarios y el partido bolchevique.      

El 30 de agosto de 1918,   cuando Lenin salía de una fábrica después de pronunciar un discurso, la Kaplán le disparó tres tiros: uno le atravesó el abrigo y los otros dos le dieron en un  hombro y  en el pulmón izquierdo.

Pese a la gravedad de las heridas, Lenin sobrevivió, pero quedó  maltrecho: sufrió  dos  infartos que lo incapacitaron y acabaron con su vida.

Kaplán fue encarcelada e interrogada por la CHECA (la primera    policía secreta   y sucesora de  la antigua Ojrana zarista.)

El 3 de septiembre de 1918  fue ejecutada sin que ella implicara a ninguno de los enemigos de Lenin.

(continuará)

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