La vida es una fotocopia
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Por Christian Sanz
Un delito que a nadie le
interesa combatir
No hay que ser muy experto para darse cuenta de
que en Argentina el tráfico de drogas ha venido creciendo como nunca a partir
de los últimos años. Ese dato, que se ha visto exponencialmente marcado a
partir de principios de los 90, hace que nuestro país tenga una tendencia clara
e irrefrenable a seguir los pasos de países como Colombia.
¿CUÁNTO DINERO MUEVE REALMENTE EL NEGOCIO DE LA
DROGA EN ARGENTINA?
Según una investigación de la revista Noticias, publicada hace casi diez
años -en el año 1998- el consumo interno de droga ya superaba los U$S 160
millones al año y otros U$S 2.400 millones en estupefacientes pasaban a través
del territorio nacional a otros países. La base para el cálculo es el precio
por kilo al consumidor final que oscila entre U$S 30.000 y U$S 40.000 en
Estados Unidos, entre U$S 50.000 y U$S 60.000 en Europa y entre U$S 70.000 y
U$S 90.000 en Asia.
El negocio de las drogas ha crecido de tal
manera que si se lo ubicara en el ranking de las empresas argentinas que más
ganan, el narcotráfico se instalaría sin problemas en el séptimo lugar. Arriba
quedarían empresas de la talla de REPSOL-YPF,
TELEFÓNICA DE ARGENTINA y otras. La altísima rentabilidad de las
drogas se explica de manera sencilla: requiere una inversión mínima, pero el
riesgo es tan alto que la intermediación eleva el precio hasta el punto de que
un kilo de cocaína puede multiplicar por siete el valor original.
En nuestro país, por ahora, este negocio no es
manejado por las multinacionales del narcotráfico. Los carteles internacionales
se caracterizan por ser estructuras formadas en escala económica: producen la
hoja de coca, refinan y extraen el clorhidrato de cocaína, distribuyen, venden
en los mercados, lavan los narcodólares y después los reinvierten en la
economía formal.
Los grupos que venden en el mercado local se
dedican sólo a comprar y vender o a intermediar en la salida de la droga hacia
el exterior. En nuestro país no existen aparentes estructuras del narcotráfico
que se dediquen exclusivamente a producir y refinar para el mercado
local. Lo que sí está creciendo es
el número de pequeños laboratorios clandestinos que fraccionan cantidades
limitadas, muchos de ellos detectados en el Gran Buenos Aires.
Investigadores de las fuerzas de seguridad que
conocen del tema, coinciden en que "el país es una suerte de gran
portaaviones al que llegan y del que salen aeronaves transportando drogas sin
ningún control" y no dudan en poner énfasis sobre la importancia del
combate al lavado de dinero, no sólo proveniente del narcotráfico, sino también
del tráfico de armas, coimas y cuanto negocio sucio pueda existir.
En general los distintos gobiernos en nuestro
país no han hecho gran cosa al respecto y hasta la fecha el panorama va
empeorando en cuanto a lavado de dinero respecta.
EN DICHO ESQUEMA, LA PROVINCIA DE BUENOS
AIRES SEA QUIZÁS LA QUE OCUPA EL LUGAR MÁS IMPORTANTE RESPECTO A LOS
BLANQUEADORES DE DINERO.
Para darse cuenta, basta recorrer la zona céntrica de cualquiera
de las ciudades más importantes de la provincia. Curiosamente se pueden
encontrar inmensos locales -cuyo precio en ningún caso es menor a los varios
millones de dólares-, que venden artículos de muy bajo valor unitario. La
finalidad de estos comercios es acusar ventas muy superiores a las que
verdaderamente tienen. Otra forma similar de operar es instalar varias
sucursales de la misma empresa, también en locales de alto valor y lujosamente
decorados, llegando a veces estas sucursales al número de diez o más negocios
en algunas ciudades. En dichos locales, los artículos tampoco son de gran
valor, no superan, los más caros, los cien pesos. Igual que en los comercios
anteriormente mencionados, declaran el múltiple de las ventas realizadas.
Aunque los gastos son altos, abonan los impuestos por las ventas
"dibujadas", logrando blanquear importantes sumas. Llamativamente, en
estas ciudades, la AFIP efectúa permanentes controles, clausurando centenares
de negocios -sobre todo pequeños- sin que hasta la fecha haya noticias de que
uno solo de estos probables blanqueadores sea puesto bajo la lupa.
OTRO NEGOCIO QUE EN LA PROVINCIA GOZA DE MUY BUENA SALUD ES EL
JUEGO que, en gran parte, está en manos privadas desde
la época en que Eduardo Duhalde era gobernador.
El negocio del juego ofrece inmejorables
condiciones de lavado ya que, más allá de que es casi imposible controlar las
declaraciones sobre las ganancias, no abona casi ningún impuesto, con lo que se
abarata el costo de la maniobra.
Lo cierto es que siempre ha habido sospechas de
la existencia de un "combo" de droga y poder, lo cual se ha tornado
más que elocuente en estos últimos años.
EL HOMBRE SEÑALADO. Eduardo Duhalde llegó a la Presidencia de manera casual: esa es su característica más notoria desde que en 1974 se encontró con la intendencia de la ciudad de Lomas de Zamora en sus manos. Su buena estrella es tan notoria como su relación con el mundo de las drogas al que siempre le destinó recursos y planes para combatirla desde la Vicepresidencia, durante la gestión de Carlos Menem, o desde la gobernación de Buenos Aires. Pero eso no le impidió ser, junto al propio Menem, uno de los políticos señalados por sus presuntos vínculos con el narcotráfico.
EL HOMBRE SEÑALADO. Eduardo Duhalde llegó a la Presidencia de manera casual: esa es su característica más notoria desde que en 1974 se encontró con la intendencia de la ciudad de Lomas de Zamora en sus manos. Su buena estrella es tan notoria como su relación con el mundo de las drogas al que siempre le destinó recursos y planes para combatirla desde la Vicepresidencia, durante la gestión de Carlos Menem, o desde la gobernación de Buenos Aires. Pero eso no le impidió ser, junto al propio Menem, uno de los políticos señalados por sus presuntos vínculos con el narcotráfico.
EXGUARDAVIDAS, ABOGADO Y
NOTARIO devenido en líder político
gracias a sus buenas relaciones con miembros de la derecha peronista, Duhalde
llegó a la intendencia de la ciudad por obra y gracias del destino.
Si bien durante algunos años –en la época de la
dictadura militar- Duhalde se encontró lejos del poder, en 1983 la llegada de
la democracia lo devolvió al cargo en medio de una crisis del Partido
Justicialista que lo dejó en los primeros planos. Ya por entonces en la
periferia de Lomas solían apodarlo papá porro, pero pocos conocían el origen y
el porqué de ese mote. Con los años y las denuncias los vecinos irían atando
cabos.
Cuando en 1999 intentó llegar a la Presidencia
de la Nación puso como compañero de fórmula al excantante RAMÓN
PALITO ORTEGA (los tucumanos oyen su nombre y lloran), quien de un solo golpe consiguió un millón de dólares para los
gastos de campaña.
¿QUIÉN LOS DEPOSITABA? "Un grupo de mexicanos con ganas de
hacer negocios en Argentina que fueron contactados por mi asesor Aldo
Ducler", fue la respuesta de Palito. Esos mexicanos no serían otros que
los lugartenientes de Amado Carrillo Fuentes –el Señor de los cielos, capo del
cartel de Juárez–, hombre que logró lavar más de 20 millones de dólares a
través de la financiera Mercado Abierto, propiedad de Ducler,
exsecretario de Hacienda de la dictadura y administrador de los fondos de la
campaña de Palito Ortega.
Cada vez que lo acusaron de tener vínculos con
el narcotráfico, Duhalde dijo que se trataba de una campaña de desprestigio.
Así quedó especificado en el informe que la Comisión Anti lavado del Congreso
estadounidense, presidido por el senador Carl Levin, y en las investigaciones
que realizaron en Argentina el exjefe de la Interpol México, José Miguel Ponce
Edmonson. En diálogo con CAMBIO, Ponce recordó: "Esos fondos ingresaron
por parte de Palito Ortega, a quien Duhalde, enseguida lo raleó de la campaña.”
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